Galicia quiere acercarse al ejemplo luso

M. S.

GALICIA

CARLOS FOLGOSO

Con Portugal en pleno despegue económico, los dos lados de la «raia» buscan aprovechar el potencial conjunto

04 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El mismo Portugal que hace siete años, en abril del 2011, pidió el rescate económico es ahora el centro de todas las miradas al protagonizar un milagro económico que sorprende al mundo. Hace unos meses, el país abandonaba el procedimiento de déficit y el producto interior bruto crecía en el 2017 un 2,5 %, así que, si siempre ha sido un aliado para Galicia, el refuerzo de esos vínculos con el país vecino puede convertirse en una oportunidad para la comunidad. Estrechar lazos con Portugal es el objetivo de la visita del presidente de la Xunta a ese país, con el que Galicia tiene en realidad muchos más vínculos que la coincidencia de fronteras. Juntos suman una fuerza de trece millones de personas.

Infraestructuras

La conexión ferroviaria. La conexión ferroviaria entre Galicia y Portugal es un tema constante en las reuniones bilaterales. El país vecino está acometiendo la electrificación de la línea que une Oporto y Vigo, unas obras que rebajarán el tiempo de viaje a una hora y cuarto en lugar de las dos y veinte actuales. En una reunión celebrada en febrero entre las Administraciones gallega y lusa, la Xunta consiguió el apoyo para la conexión de Galicia al corredor atlántico de mercancías Aveiro-Irún, de manera que el noroeste español no se quede al margen de la vía férrea que une el puerto portugués de Aveiro con el centro de Europa.

De competencia a sinergia. A apenas una hora por carretera de Galicia, el puerto de Leixoes, en Oporto, mueve el doble de mercancías en contenedores que Galicia, mientras que el aeropuerto Sá Carneiro suma casi seis millones de viajeros más que Lavacolla, Alvedro y Peinador juntos. Muchos de ellos, gallegos que viajan a la ciudad lusa para coger sus vuelos internacionales. Convertir esa competencia en sinergia es uno de los retos de Galicia en el apartado de infraestructuras.

empresas

Crecer en Portugal. Más de medio millar de empresas mantienen la matriz en Galicia, pero se van a crecer a Portugal. El despegue económico del país vecino ha propiciado este nuevo fenómeno que asombra a Europa. Portugal atrae la inversión extranjera y el capital gallego no es ajeno a ello. Montar una pyme solo cuesta 360 euros y, si la inversión genera empleo, el suelo y el IBI salen gratis. Unas 500 empresas se han instalado en el norte de Portugal. Muchas de ellas en Vila Nova de Cerveira, en el polígono de Fulao, a tan solo unos minutos en coche de la frontera con Galicia.

demografía

El envejecimiento, en la agenda europea. Pero el despegue económico de Portugal no evita, al menos no de momento, que el país siga bajo los efectos de la crisis demográfica. Es otra de las coincidencias con Galicia. El occidente de la Península se despuebla y envejece. Igual que en la comunidad gallega, es el interior luso el que más sufre este problema. El Gobierno gallego ha impulsado con las comunidades del noroeste peninsular que comparten esa depresión poblacional una alianza para conseguir fondos para luchar contra la despoblación, al tiempo que pelea para que este criterio se tenga en cuenta a la hora de repartir los fondos. Ahora, Portugal se ha sumado a esa reclamación gallega y ambos Ejecutivos harán un frente común para convertir el problema del envejecimiento en una prioridad en el ámbito europeo.

incendios

Un mal compartido. Otra realidad que Galicia y Portugal comparten es la de los incendios. A veces literalmente, como se demostró en los fuegos de octubre, cuando chispas llegadas desde el país vecino prendieron las llamas en el monte gallego. Bomberos gallegos colaboraron en la extinción de incendios en Portugal y tanto autoridades como profesionales de un lado y otro de la raia tienen claro que la prevención y la preparación para enfrentarse a grandes incendios como los vividos el otoño pasado en Galicia y Portugal son una necesidad urgente.

turismo

Un campo de trabajo. El intercambio de viajeros entre el norte y el sur del Miño es una constante. Pero además el sector turístico coincide en que hay caminos para explorar la colaboración en este campo.