Abril: 1.500 positivos, ningún muerto

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La de la foto es una patrulla integral que lleva entre su dotación un radar portátil para controlar la velocidad y los equipos para comprobar el consumo de alcohol y drogas
La de la foto es una patrulla integral que lleva entre su dotación un radar portátil para controlar la velocidad y los equipos para comprobar el consumo de alcohol y drogas CESAR QUIAN

En ese mes los agentes apartaron de la carretera a más conductores que nunca por consumo de alcohol o drogas

02 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En abril no hubo muertos en accidentes de tráfico en las carreteras gallegas. Era la primera vez que se contabilizaba en Galicia un mes «blanco», como llama la Dirección General de Tráfico a los períodos temporales sin fallecidos. No ha ocurrido lo mismo en mayo, ni tampoco en este junio que se acaba de cerrar. Pasado el tiempo, se conoce un dato que llama la atención y que, al margen de otras circunstancias, puede haber influido en tan baja siniestralidad, además del azar, tan decisivo a veces en las carreteras, y del comportamiento de los conductores y del resto de los usuarios. Se trata del número de casos positivos de alcoholemia detectados en abril. Ese mes 1.455 conductores fueron apartados de la carretera tras dar positivo en alcohol (930) o en drogas (525) en los numerosos controles realizados por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Galicia. Hallar una relación directa entre ese dato y el hecho de que no hubiese ningún muerto es imposible; ahora bien, lo cierto es que esos conductores que habían bebido más de lo legalmente permitido no pudieron seguir al volante en esas condiciones porque sus coches fueron inmovilizados y ellos dejaron de suponer un peligro.

En abril se intensificaron también las vigilancias en carreteras de riesgo, en tramos que destacan por su elevada siniestralidad. En algún caso, las patrullas de la Guardia Civil llegaron a blindar tramos con varios accidentes mortales en los meses anteriores. En abril no hubo muertos en ellos.  

la patrulla integral

Alcohol, drogas y velocidad. «Las patrullas integrales han cambiado el concepto de vigilancia», explica el sargento Manuel Lorenzo. Tanto en moto como en coche, la patrulla de servicio puede vigilar tres de los grandes problemas de la carretera: el alcohol, las otras drogas y la velocidad. Esas patrullas llevan entre su dotación equipos de precisión para controlar el alcohol y las drogas, con lo que el propio guardia puede hacerle a un conductor que da positivo la segunda prueba de contraste sin tener que esperar a Atestados. Igual con las drogas. Llevan sistemas de comprobación de consumo, que identifican cocaína, cannabis, opiáceos, anfetamina y metanfetamina.   

también la velocidad

Radares portátiles. La patrulla también puede llevar un radar. En las motos se usan los Velolaser, ya que su reducido tamaño permite el transporte fácil. Los agentes tienen claro que realizan una labor preventiva. «Nosotros recaudamos vidas. No queremos más flores en las carreteras», dice el guardia civil Héctor Teixeira, que explica que hay mucho por hacer como lo demuestran las situaciones que viven en los controles de alcohol y drogas. Son casos graves, pero además muy sorprendentes. Estos son algunos:   

en bicicleta

Positivo en drogas. La Guardia Civil había establecido un control de alcohol y drogas en Ribeira. Varias patrullas vigilaban la carretera cuando un ciclista pasa junto a los agentes por la acera, sin casco y escuchando música con unos auriculares. Los guardias lo pararon. Le hicieron el test de drogas y dio positivo en cannabis y anfetaminas.   

en taxi

Cannabis «para descansar». Un taxista iba a realizar un servicio cuando fue parado después de comer en un control. Dio positivo en cannabis. Dijo que lo tomaba «para descansar».   

en la moto de correos

El cartero había fumado. Fue interceptado por la mañana cuando hacía el reparto en la moto de Correos. Dio positivo en cannabis. Dijo que había fumado la noche anterior.   

en tractor

A la finca con cocaína. Un tractorista que iba a trabajar a primera hora de la mañana a una finca en el municipio coruñés de Porto do Son dio positivo en cocaína. Les dijo a los guardias que había estado de fiesta la noche anterior.    

cocaína y alcohol

«Que recuerde, tomé 8 rayas». Es lo que les dijo a los agentes el joven conductor de un turismo en una carretera de Valga después de ser interceptado y de dar positivo en cocaína y en alcohol, una mezcla peligrosa y que está siendo demasiado frecuente al volante.  

de marcha con el tractor

Era del padre. Domingo por la mañana y los agentes se encuentran un tractor por la carretera circulando de forma errática. Lo paran y el joven que va al volante da positivo en alcohol. No era la primera vez. Le decomisaron el coche por reincidente. Ahora salía con el tractor del padre.   

Con la coca en la nariz

Conductor y acompañante. En una carretera de Pontevedra los agentes de un control ven que un coche se para poco antes y que conductor y acompañante intercambian los puestos. El último se quitó del volante porque tenía el carné retirado y había consumido droga. El que se puso al volante dio positivo en alcohol y drogas. Todavía tenía restos de cocaína en la nariz.   

200 positivos en una noche

En San Xoán. El alcohol y las drogas son un problema en la carretera. Lo indican los 203 positivos de alcohol o drogas interceptados en Galicia en la noche de San Xoán.