Los años de batalla política abierta entre los Caballero, el tío Abel y el sobrino Gonzalo, se convirtieron en paz armada con la llegada del segundo a la secretaría xeral del PSdeG en el mes de octubre. La configuración de la administración de Pedro Sánchez ha dejado noqueado al líder de los socialistas gallegos, que no ha logrado colocar a nadie afín en la Delegación del Gobierno, mientras Abel Caballero ha bendecido el nombramiento de Javier Losada. En ese contexto, el tío le lanzó ayer un recado al sobrino a cuenta de su reunión con el ministro de Fomento para analizar el futuro del AVE a Galicia. «A mí me hubiera gustado ver al secretario general de mi partido hablando del AVE de Vigo en primer lugar, y no lo vi», advirtió el alcalde. «Y este», remachó, «es un aviso al partido».
Desde hace dos décadas, los sucesivos gobiernos han consumido informes sobre la línea directa Vigo-Ourense -la variante de Cerdedo-, que evitaría dar un rodeo por Santiago para conectar con la Meseta. Abel Caballero dice que para él esa debe ser la línea prioritaria en Galicia, ya que afecta al área más poblada de la comunidad. El alcalde de Vigo recordó que hace once años puso como condición para ser candidato «que Zapatero dijese que Vigo iba a entrar en las redes de alta velocidad»; el entonces presidente lo dijo y él se presentó. Claro que Caballero también dijo que llegaría a Vigo en el 2012 y una hora antes que A Coruña, algo que no ha sucedido.
El regidor ha escrito cartas a Fomento y a Medio Ambiente para ratificar «lo mismo que exigía hace un mes», que es el AVE directo. Pero ayer no quería tanto advertir a Ábalos como enseñar los dientes a Gonzalo Caballero.