Marta Barata: «Solo apostando por el interior de Portugal evitaremos otra tragedia»

begoña íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

GALICIA

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A esta economista se le llenan los ojos de lágrimas recordando el trágico incendio de Pedrógão en el que fallecieron 66 personas

24 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A A la economista Marta Barata (Pampilhosa da Serra, 1977) se le llenan los ojos de lágrimas recordando el trágico incendio de Pedrógão, del 17 de junio del 2017, en el que fallecieron 66 personas, 254 resultaron heridas, 3.000 lo perdieron todo y 100.000 lo vivieron en primera persona, en los diez ayuntamientos afectados, como el de Pampilhosa da Serra, donde nació y vive su familia, que perdió gran parte de sus bienes, entre las 46.000 hectáreas de terreno quemadas. «Solo apostando por el interior luso, con una reforma estructural y con discriminación positiva, evitaremos otra tragedia y volverá la esperanza», dice.

-¿Cómo están los vecinos un año después?

-Es como si el reloj se hubiera parado en ese 17 de junio del 2017. Voy a menudo a Pampilhosa a visitar a mis padres, incluso los he tenido que sacar de allí una temporada y traerlos a mi casa de Azeitão (Setúbal) para que se recuperasen. Veo en todos nuestros vecinos una expresión de tristeza permanente y falta de esperanza. Como si estuvieran viviendo una depresión colectiva.

-¿Han llegado las ayudas?

-A nosotros solo nos han dado dos indemnizaciones para pagar parte de los destrozos en nuestras tierras y la pérdida de ganado, aunque no para la casa que nos ardió con los aperos de labranza, porque no residíamos en ella. Me consta que los familiares de las 66 víctimas mortales ya han recibido la indemnización, y una gran parte de quienes lo perdieron todo tienen ya sus viviendas reconstruidas.

-¿Cree que se puede repetir la tragedia?

-Este año no, porque está todo quemado. En Pampilhosa ardió más del 85 % de su superficie, y lo mismo ocurre en los otros pueblos. En un futuro puede haber otro gran incendio, o inundaciones, si no se toman las medidas pertinentes, como discriminar positivamente a los habitantes del interior, planificar bien los cambios estructurales que hacen falta en el terreno, desde hace décadas, además de la prevención y el combate contra el fuego.

-¿Vivir en el interior es tan duro?

-Siempre lo ha sido, a pesar de su gran belleza y potencial. A esa orografía complicada y a la falta de planificación en el terreno hay que añadir una despoblación alarmante, con personas muy ancianas. ¿Por qué el gobierno no se plantea dar incentivos para que las familias vuelvan al interior?

-¿Se olvidará lo que pasó en Pedrógão?

-Espero que no, debemos recordarlo siempre para evitar que se repita. Valoro mucho el gran papel del presidente, Rebelo de Sousa, para que no se olvide lo que nos ha sucedido. Debemos seguir clamando para que se nos escuche y se nos tenga en cuenta. Solo con discriminación positiva, apostando por el interior de nuestro país, evitaremos otra tragedia y volverá la esperanza.