Sofía y Martín, nombres más frecuentes durante el 2017

d. v. SADA / LA VOZ

GALICIA

PEPA LOSADA

Les siguen Lucas, Noa, Mateo y Daniela

20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay cambios en las preferencias de los gallegos a la hora de escoger nombre para sus hijos. Como ocurrió en el 2016, Sofía y Martín volvieron a ser el año pasados los nombres más frecuentes en los registros de niños nacidos en Galicia, según la actualización de nombres hecha pública ayer por el INE.

Sofía supera a Noa, Daniela, Martina, Sara, Lucía, Alba, Carla, Lara y Vera, las diez primeras del ránking, en el que no se encuentra ninguna denominación exclusivamente gallega, como ocurre desde el 2010 cuando Uxía fue entonces el único con forma gallega entre los diez más utilizados para registrar a las recién nacidas de ese año. En Cataluña solo se cuela ahora en su listado de mayor uso Ona, hipocorístico catalán de Mariona, como forma propia de la comunidad, mientras que en el País Vasco son mayoría las denominaciones de la recién nacidas en vasco, encabezadas por June, atribuido al vasco medieval.

En el conjunto de España los nombres de mujer más frecuente para registrar a las nacidas el año pasado fueron los de Lucía, Sofía, María, Martina, Paula, Julia, Daniela, Valeria, Alba y Enma.

En cuanto a los niños, los más repetidos entre los registrados también en el 2017 en Galicia fueron: Martín, Lucas, Mateo, Hugo, Leo, Enzo, Pablo, Daniel, Manuel e Izan, de nuevo sin denominaciones exclusivamente gallegas, posibilidad que no surge de nuevo desde el 2010 entre una de las más frecuentes, cuando entonces Brais, la forma gallega de Blas, integró dicho ránking. Los nombres con forma propia autonómica sí son mayoría en Cataluña (Marc, Pol, Nil, Jan o Pau) y en el País Vasco (Markel, Julen, Jon, Oier, Aimar, Mikel, Ander e Ibai).

El año pasado en toda España los tres nombres de niños más repetidos entre los recién nacidos fueron Lucas, Hugo y Martín.

Por apellidos, García lidera A Coruña, López en Lugo y Rodríguez en Ourense y Pontevedra.

El Concello de Sada continúa defendiendo, en distintas instancias, que el pazo de Meirás sea patrimonio público y la última acción ha sido remitir ayer una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, indicando que la decisión sobre las torres propiedad de la familia Franco y el Valle de los Caídos debe de ser similar.

Nunca nacieron menos niños en Galicia

Por cada niño que nace ahora en Galicia venían tres al mundo en 1945 en la comunidad. El año de la finalización de la II Guerra Mundial marcó una auténtica explosión demográfica en Galicia, en un momento además en el que se había estabilizado el volumen de defunciones tras la alta mortalidad que se venía arrastrando de la contienda civil española. Fue en ese año cuando la comunidad gallega alcanzó un techo de alumbramientos que nunca más repetiría, 61.330.

En el 2017 se contabilizaron tan solo 18.413, la cifra más baja desde que en 1941 se sistematizaron las estadísticas sobre el movimiento natural de la población, como la que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística. Desde el 2008 la cifra de nacimientos no ha dejado de caer en Galicia, una vez superadas las fases finales de acceso a la maternidad de las últimas integrantes del baby bum.

Nacen ahora casi cinco mil niños menos por ejercicio que hace diez años y 25.000 por debajo de las cifras de hace cuarenta.

Pero lo peor es que no hay nada que permita augurar que la evolución descendente va a cambiar. Por cada mil habitantes nacen 6,8 niños en Galicia, dos menos que en 1988, y por cada mil mujeres ven la luz 32 bebés, seis menos que hace treinta años. El declive estadístico lo acompaña el hecho de que la edad media de acceso de las gallegas a la maternidad se sitúa ahora en 32,7 años y 1,2 más que a comienzos del presente siglo, o cinco más que hace tres decenios. 

Corte a la recuperación

Con esos ingredientes los indicadores de fecundidad por cada gallega quedaron establecidos el año pasado en 1,12 niños, cortando un ligero incremento registrado en los cuatro años anteriores. La nueva cifra de niños por mujer es superior al 0,95 con el que se arrancó el siglo XXI, pero inferior al 1,27 de 1988 o al 2,3 de diez años antes.

Y mientras el número de nacimientos es el más bajo de la historia documentada en Galicia, el de fallecimientos es el más alto desde 1951. Cada día nacen ahora 50 niños y mueren 87 personas. En total se contabilizaron 31.935 defunciones el ejercicio pasado.

La combinación de las dos variantes demográficas naturales, nacimientos menos fallecimientos, arroja el saldo vegetativo más adverso de toda España. Son 13.522 muertes las acaecidas más que los nacimientos, lo que lastra el desarrollo poblacional de Galicia, en retroceso desde el 2012 por la evolución natural y el menor peso de la inmigración.

Eso sí, aunque Galicia cierra el ránking por segundo año consecutivo con el peor saldo vegetativo autonómico, Castilla y León se ha puesto casi al mismo nivel. 

Resto de España

Solo Madrid, Murcia, Andalucía, Baleares, Melilla, Ceuta, Canarias y Cataluña cerraron el balance anual del 2017 con más nacimientos que fallecimientos, fruto en todos los casos de mayores tasas de fecundidad entre la población inmigrante. Con todo, España se ha visto inmersa en un saldo vegetativo negativo por segunda vez desde que se realizan estadísticas. En el 2015 la cuenta final entre nacimientos y defunciones dio un balance en rojo ya de 1.976 casos. Tras una ligera recuperación en el 2016, la caída se ha generalizado por media Península y el saldo es de -31.713, con 391.930 nacimientos y 423.643 defunciones.

Los alumbramientos han caído en solo un año en un 4,5 %, bajando no solo del más de medio millón de hace diez años, sino incluso de la barrera de un año antes de 400.000. La reducción en el número de mujeres en edad de ser madres (de 15 a 49 años) pasó a ser de 10,57 millones, 40.000 menos que el año anterior, bajando con ello el número medio de hijos por mujer y subiendo en cambio la edad media a la maternidad hasta los 32,1 años, 0,6 menos que en Galicia. En el caso de las extranjeras es de 29,7 años, colectivo que tiene 1,7 hijos por mujer frente a los 1,2 de las españolas.