Alivio en el PPdeG, críticas desde la oposición en Galicia

susana luaña / mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Sus compañeros en el partido agradecieron la generosidad del presidente y calificaron su decisión de «buena noticia» para el PPdeG

19 jun 2018 . Actualizado a las 08:26 h.

Con sorpresa, sonrisas y una emoción poco disimulada recibieron sus compañeros de partido la noticia de que Alberto Núñez Feijoo se quedaba. Y tras los sonoros abrazos que desde la primera fila brindaron al reafirmado presidente, todos coincidieron en valorar la «generosidad» con la que el de Os Peares apostó por quedarse en su tierra y cumplir con el compromiso adquirido. Lo recordó el secretario xeral del PPdeG, Miguel Tellado, quien no dudó en calificar de «buena noticia» la decisión de Feijoo: «Hay que agradecer el compromiso que el presidente tiene, compromiso suscrito con todos los gallegos en septiembre del 2016, y yo creo que es algo que le honra. Desde luego, eran muchas las voces que lo llamaban para asumir esa responsabilidad, y yo creo que es un gesto de generosidad y compromiso sin precedentes». Como portavoz de los militantes del PP en Galicia, Tellado añadió: «Creo que, en nombre de muchos afiliados, lo que puedo decirle es: “Gracias”».

El presidente provincial del PP en Pontevedra y vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se recuperaba todavía de la emoción con la que escuchó el discurso de Feijoo. Rueda destacó también la generosidad de Feijoo: «Ha pesado que es el presidente de Galicia, que tiene un compromiso con Galicia y que quiere acabar aquí». Reconoció que sentía «una gran alegría». «Somos todos conscientes de que tenemos un gran presidente y que vamos a seguir teniéndolo. Es una gran noticia para mí y creo que para toda la gente», añadió. No quiso desvelar si Feijoo se lo había comunicado antes: «Esas cosas quedan entre los comunicantes y los comunicados».

«Sentímonos moi orgullosos», dijo la alcaldesa de Mondoñedo y presidenta del PP de Lugo, Elena Candia. Calificó a Feijoo como un gran líder y un gran presidente «que está facendo un gran traballo». «E días como hoxe sentímonos máis orgullosos del». El responsable del partido en A Coruña, Diego Calvo, aseguró: «Estamos encantados». Y dijo que había quedado claro que el apoyo del partido a Núñez Feijoo había sido «unánime». 

Los más certeros

Si alguno lo sabía, lo disimuló. Pero hubo pistas o aciertos clarividentes. El presidente provincial del partido en Ourense, José Manuel Baltar, antes de empezar el acto dijo que Feijoo acertaría «pense o que pense», pero que tomaría la decisión en clave gallega y que lo que acordase iba a ser bueno para Ourense: «Porque é dos Peares». Por su parte, el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, dijo al final del acto: «Sempre tiven claro que quedaría aquí; é certo que me pesa moito o factor humano pola miña profesión, e decateime desde o primeiro momento».

La palabra alivio no se oyó en los jardines del hotel, pero esa era la sensación que traslucía en una reunión en clave gallega. Los focos viraron hacia Madrid y más de uno lo agradeció.

La oposición atribuye la renuncia al declive del PP y no a priorizar Galicia

Las fuerzas de la oposición confiaron ciegamente durante muchos días en un desenlace que daban casi por seguro. Desde hacía tiempo tenían marcada ya la equis en su particular boleto de apuestas. Casi nadie dudaba de que Feijoo, empujado por las circunstancias, se marcharía a Madrid. Esa era la convicción de los líderes y de sus asesores. Y en ese escenario, la posición política era bien sencilla. Todo era cuestión de tirar del argumentario que, unos y otros, habían venido desplegando desde hacía ya mucho tiempo en O Hórreo. Se consumaría así un desprecio a Galicia, una traición a los electores que habían depositado su confianza mayoritaria en un líder que concebía este país como una sala de espera, como un trampolín para colmar sus verdaderas aspiraciones políticas: liderar el PP nacional y ser presidente del Gobierno.

En definitiva, un escenario mucho más cómodo para la labor de oposición política en el ecuador de la legislatura y, sobre todo, con la vista puesta en las próximas autonómicas. La tardanza en dar un paso hacia delante que se presumía seguro, sin embargo, desencadenó las primeras sospechas. Pero lo sucedido en Génova en la mañana de ayer, con la presentación de la candidatura de Pablo Casado, alimentó aún más las dudas, hasta tal punto que, por si las moscas, las fuerzas políticas tuvieron que preparar un plan alternativo. Finalmente, no hubo más remedio que abrir el cajón, contra todo pronóstico.

Aunque con matices, las líneas argumentales convergen en un mismo punto: desconfiar del mensaje de compromiso con Galicia lanzado por Feijoo y atribuir la renuncia al declive del PP, un partido que, a nivel de España se enfrenta a un largo y tortuoso proceso de regeneración.

Nada más conocer la decisión del presidente de la Xunta, Gonzalo Caballero, secretario xeral de los socialistas gallegos, subestimaba el discurso de Feijoo y le recordaba que el compromiso con Galicia se demuestra poniendo el foco en los problemas propios: el declive demográfico y la necesidad de un nuevo modelo económico, cada vez más débil, y que, según el PSdeG, Feijoo no ha hecho más que deteriorar. 

Las causas

Caballero cree que el actual presidente de la Xunta no se encuentra legitimado para emprender la regeneración de un partido como el PP, en retroceso, lastrado por la sentencia de una Gürtel que, según sostuvo, «empezou no PPdeG da man de Pablo Crespo», un fallo judicial sobre el que «o propio Feijoo impide falar no Parlamento».

A diferencia del líder de los socialistas gallegos, En Marea y BNG sí pusieron el foco en el pasado de Feijoo para tratar de explicar por qué el presidente de la Xunta, finalmente, había desistido. «Non concorre á carreira sucesoria porque sabe que non o queren; ao final, o pasado de Feijoo acabou co seu futuro», ironizó Luís Villares. El portavoz parlamentario se refirió a unos «tempos escuros» de amistad con el narcotráfico, unos hechos que, a su modo de ver, no están suficientemente explicados, y que finalmente han terminado por ser un obstáculo en su carrera política hacia Madrid. «As fotos de Marcial Dorado nun barco tal vez non fosen máis que a punta do iceberg», deslizó el portavoz parlamentario de En Marea. 

Críticas del nacionalismo

La renuncia de Feijoo a la carrera sucesoria por priorizar el compromiso con Galicia y respetar la voluntad de los electores es, para Ana Pontón, «unha milonga» lanzada por «quen se pasou nove anos subordinado a Rajoy», un período en el que, según la líder del BNG, el presidente de la Xunta priorizó los intereses de su partido por encima de los de Galicia. «Conducíronnos á irrelevancia política, cun alto custe en termos económicos e sociais», sostuvo la portavoz nacional del Bloque.

Pontón incluso le recordó que el compromiso con Galicia se demuestra no despreciando el idioma del país, y coincidió con sus compañeros en la oposición: «Feijoo opta por Galicia por descarte, movido polo medo aos dosieres e á travesía do deserto dun PP corrupto».