El Chicle admite que mató a Diana y condujo 40 kilómetros para deshacerse de pruebas

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

La Voz

Añadió un escenario nuevo al asegurar que la noche del crimen llegó con su coche hasta Padrón

11 nov 2019 . Actualizado a las 13:07 h.

Había mucha expectación en torno a la reconstrucción de los hechos ocurridos la noche en la que desapareció Diana Quer y, pese a que este tipo de diligencias buscan sobre todo contraponer versiones y tiempos en busca de posibles contradicciones en el relato del acusado, esta vez ha servido para aportar algún dato nuevo. Si bien José Enrique Abuín Gey, el Chicle, mantuvo en la jornada de ayer que estranguló a la joven madrileña «involuntariamente» y que no abusó de ella, estableció un nuevo escenario al concluir su periplo en el municipio de Padrón.

El autor confeso de la muerte de Diana llegó minutos antes de las diez de la mañana al juzgado de Ribeira procedente de la cárcel de A Lama y salió de las dependencias judiciales media hora más tarde en una furgoneta blanca con una cámara incorporada en el parabrisas que grabó todos sus movimientos. La primera parada era A Pobra, pero a diferencia de lo que se creyó desde un principio, Abuín no abordó a la joven en el paseo de O Areal ni en el puente de San Antonio. O eso al menos es lo que se desprende de la reconstrucción efectuada ayer siguiendo su relato, ya que el Chicle situó los hechos en la zona de As Xunqueiras, en la parte posterior del barrio de Os Cataláns.

En ese lugar permaneció más de hora y media, un período de tiempo durante el cual las idas y venidas de la comitiva judicial de un lado a otro eran constantes. Aparentemente, el Chicle se mostró colaborador, dando explicaciones de lo que había hecho aquella noche en ese punto de la villa pobrense, a donde supuestamente acudió a robar gasoil. De hecho, pudo vérsele escenificando cómo sustraía el combustible llenándolo en garrafas que luego guardó en el maletero de su coche.

Un Alfa Romeo y un maniquí

Para la reconstrucción se contó con un Alfa Romeo gris como el que el Chicle conducía aquella noche y con un maniquí que representaba a Diana. Portándolo en brazos, José Enrique Abuín mostró cómo avanzó unos metros cargando con el cuerpo de Diana para meterlo en el asiento trasero del coche antes de dirigirse a la nave abandonada de Rianxo, la segunda parada en la jornada de ayer.

Para salir de A Pobra siguiendo los pasos del acusado la noche del crimen, la comitiva dio un rodeo por la zona de Cabío antes de acceder a la autovía de Barbanza. Por el puente de la ensenada de Beluso, desde donde según su relato Abuín Gey tiró el móvil de Diana Quer al mar, aminoraron la marcha y luego siguieron ruta hasta la antigua fábrica de gaseosas de Asados.

Pasados unos minutos de la una de la tarde llegó a la nave de Asados la comitiva formada por el juez instructor, la fiscala, los investigadores de la Guardia Civil, la secretaria judicial y los abogados de las partes. Accedieron al interior por la parte trasera, adonde llevaron el Alfa Romeo, lo que parece confirmar que ese fue el punto de entrada del Chicle a la nave.

El acusado dijo que «se deshizo en Padrón de algunos elementos que faltan» en el caso Poco más ha podido deducirse de la reconstrucción de los hechos que se llevó a cabo en ese lugar, y lo máximo que pudo llegar a verse fueron las idas y venidas de los agentes entrando y saliendo de la nave con cuerdas, con linternas y con el maniquí. Las diligencias en la nave de Asados se prolongaron hasta las tres de la tarde, momento en el que parecía que se daría por concluida la reconstrucción. Sin embargo, quedaba todavía un escenario de la noche del crimen por visitar.

Según el relato de los hechos realizado por el acusado, después de matar a Diana Quer y de arrojar su cuerpo en un profundo pozo de la nave abandonada, se dirigió al vecino municipio de Padrón. De camino, pasó por delante de su casa en Outeiro, en la parroquia rianxeira de Taragoña, y desde allí, según su relato, se dirigió a un punto de la carretera nacional entre los núcleos de A Escravitude y Pazos, en Padrón.

En ese punto se detuvo ayer la comitiva, aunque durante apenas unos minutos, antes de regresar al juzgado de Ribeira y poner el punto final a la reconstrucción alrededor de las cuatro y media de la tarde. En ese momento, un furgón de la Guardia Civil trasladó nuevamente al acusado a la prisión de A Lama.

Un nuevo escenario

La parada en el municipio padronés fue algo inesperado que añade un nuevo escenario al recorrido del Chicle la noche del crimen. Según explicó el abogado de la familia de Diana, Ricardo Pérez Lama, en el caso «faltan algunos elementos», como puede ser la ropa que llevaba puesta la joven, de los que el acusado, siempre según su relato, «se deshizo en Padrón». El letrado también confirmó que no se encontró «absolutamente nada» y añadió que la reconstrucción realizada es una prueba más que han solicitado «para contrastar las declaraciones». José Enrique Abuín Gey ha dado hasta el momento dos versiones distintas de cómo se produjo la muerte de Diana Quer. Primero dijo que la había atropellado accidentalmente, pero a principios del pasado mes de mayo, cuando declaró por primera vez en sede judicial, modificó su testimonio para asegurar que la estranguló «involuntariamente», una tesis que mantuvo durante la diligencia practicada ayer.