«¡Dios mío!, ¡fui una kamikaze!»

Carmela López
carmela López FERROL / LA VOZ

GALICIA

C.L.

Una ferrolana de 77 años condujo en sentido contrario por el vial de As Pías y provocó una colisión entre dos coches

07 jun 2018 . Actualizado a las 00:55 h.

Isabel tiene 77 años, vive en Ferrol y ayer estaba hundida, tras pasar la noche sin pegar ojo pensando en lo que podía haber pasado la víspera, cuando conducía su coche en dirección a Fene para ir al dentista y circuló en sentido contrario por la avenida de As Pías durante dos kilómetros y medio. Los pescadores que estaban en el puente la vieron acercarse y trataron de parar a los coches que venían circulando correctamente, pero no pudieron evitar que dos de ellos chocasen. Ese accidente se saldó con daños materiales, pero el susto no se lo quitan a ninguno de los afectados. Tampoco a Isabel.

Esta ferrolana, que conduce desde que tenía 24 años y que asegura que nunca tuvo un accidente ni le retiraron ningún punto del carné, se enfrenta ahora a un procedimiento judicial por un delito contra la seguridad vial, en la modalidad de conducción temeraria. Además, tendrá que someterse a una evaluación médica para determinar si puede seguir manejando su coche. Así lo solicitó la Guardia Civil a la Jefatura de Tráfico. Los agentes también le retiraron de forma cautelar el carné de conducir.

Ese día, Isabel se incorporó a la avenida de As Pías desde la carretera de la Trinchera y condujo en sentido contrario hasta la mitad del puente. «¡Dios mío!, ¡fui una kamikaze!», dijo ayer a este periódico, al que recibió muy amablemente en su casa. No se explica cómo no se dio cuenta de que estaba entrando por un carril de salida y tampoco sabe por qué, al percatarse del error, siguió circulando.

Sus recorridos en coche hasta Fene son bastante frecuentes, según indicó, y hasta el lunes pasado siempre salía por la plaza de España y enfilaba la avenida de As Pías desde la carretera de Castilla, si bien al regreso trataba de acortar el camino por el acceso de As Pías a la Trinchera, para dirigirse a su casa por la avenida de Esteiro.

En busca de una rotonda

«El lunes no sé lo que me pasó por la cabeza y pensé: si salgo por ahí también puedo entrar, y así lo hice», señaló, añadiendo que cuando se dio cuenta del error ya estaba bloqueada por el muro de la mediana, «que seguía y seguía, y no encontraba ninguna rotonda». Reconoce que los pescadores del puente le salvaron la vida a ella y también a los otros conductores, y agradece también el trato que le dispensaron los agentes de la Guardia Civil, «que me trataron muy bien e incluso me llevaron el coche a casa».

Apoyo de las amigas

Isabel se acaba de quedar viuda, no tiene hijos y sus familiares más próximos son sus hermanos y sobrinos, que viven en Madrid. No les comentó nada de lo ocurrido por no disgustarlos. No obstante, dijo contar con el apoyo de varias amigas, a las que está recurriendo ahora para pasar este mal trago.

Asegura que para su vida diaria necesita el coche, por lo que confía en superar la revisión médica extraordinaria a la que tendrá que someterse próximamente y se muestra dispuesta a seguir conduciendo, porque cree que está perfectamente capacitada para hacerlo. Eso sí, no para de lamentarse de lo ocurrido y de la gravedad de su actuación al volante.

Entre ocho y diez casos al mes en las autovías gallegas

En Galicia se detectan entre ocho y diez casos al mes de conductores que circulan en sentido contrario por autovías y autopistas. Los datos que maneja la Dirección General de Tráfico indican que la mayoría de los conductores que acceden al carril equivocado a las vías desdobladas lo hacen por confusión. En muchos casos se trata de conductores de edad avanzada que se desorientan en los enlaces de acceso y salida de ese tipo de vías.