Un gallinero frena el plan estrella de Lara Méndez

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

X. C.

El Gobierno de Lugo no pudo derribar un tapón urbanístico por la existencia de una decena de gallinas

01 jun 2018 . Actualizado a las 08:38 h.

Un gallinero frena uno de los proyectos estrella de la alcaldesa de Lugo y su gobierno para este año. De momento no podrá derribar un tapón urbanístico que hay al final de la avenida de A Coruña y que motivó multitud de protestas ciudadanas porque los peatones se quedan sin espacio debido a los muros de tres solares que «comen» considerablemente la acera. Hay una docena de gallinas y un gallo en uno de los terrenos afectados y parece que nadie pensó en el futuro de las aves. Si el muro cae, las gallinas corren el riesgo de ser atropelladas por los coches o, incluso, de escapar despavoridas y no aparecer jamás. Ese fue el panorama que se encontraron este jueves quienes fueron a iniciar los trámites de derribo del muro que el Gobierno local anunció públicamente el día anterior. El BNG dio cuenta de lo ocurrido poco después de que hubiese retirado en el pleno una moción en la que pedía agilidad para resolver el problema.

Quienes acudieron al lugar para derribar el muro lo único que pudieron hacer es colocar unas vallas del Concello y marcar con pintura fosforescente unas flechas.

El gallinero forma parte de una vivienda que también ocupa una parte de la acera, pero que no es objeto de derribo ya que simplemente con tirar los muros la seguridad de los viandantes queda garantizada. Actualmente no hay espacio para poder pasar con un cochecito de bebé.

Los propietarios de la casa explicaron este jueves que son conscientes de que el muro debe desaparecer para mejorar el tránsito de los peatones y señalan que no se oponen al proyecto. Pero, dicen, el Concello no se puso en contacto con ellos ni cobraron el dinero que les anunciaron y, además, no les levantaron un cierre con cancilla para que las gallinas no corran riesgos. Los dueños recordaron que ellos no habían pedido ninguna cantidad en concepto de indemnización, sino que fue el Concello el que se lo ofreció y aceptaron, pero ni el dinero ni el nuevo cierre llegaron.

Las obras de urbanización de la zona tienen un presupuesto de 41.404 euros. La expropiación afecta a 172 metros cuadrados de superficie fuera de alineación, que corresponden a tres parcelas de 16 propietarios. Las expropiaciones suponen 60.720 euros, partida con la que la institución municipal tiene que pagar la retirada de una valla publicitaria que está colocada en la parcela donde se encuentra el gallinero.