La Guardia Civil destruyó en una cantera media tonelada de pólvora

M. Torres / Á. Paniagua TUI / LA VOZ

GALICIA

Miembros de la Guardia Civil acuden a una cantera para destruir la pólvora de los almacenes clandestinos de explosivos de Tui.
Miembros de la Guardia Civil acuden a una cantera para destruir la pólvora de los almacenes clandestinos de explosivos de Tui. Oscar Vázquez

Los tédax neutralizaron ayer el abundante material explosivo encontrado el sábado

28 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Técnicos especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil neutralizaron este domingo los 475 kilos de pólvora que se intervinieron en el zulo clandestino vinculado a Francisco González que se localizó el sábado por la tarde en Tui a partir de una denuncia de La Voz. Los agentes se incautaron del material en presencia del propietario de la pirotecnia La Gallega, que abrió el almacén tras ser requerido por la autoridad policial, ante la que mantuvo que no había explosivos dentro pese a la evidencia. En cuanto accedieron al galpón, ubicado también a escasos metros de algunas viviendas y de la propia empresa pirotécnica, en la parroquia de Baldráns, la Guardia Civil confirmó sus sospechas.

Ante la presencia de sustancias explosivas, se requirió la presencia de los tédax de la Guardia Civil, que fueron los responsables de transportar el material hasta la pirotecnia y de custodiarlo hasta que, a primera hora de este domingo , regresaron a este taller para recoger el material explosivo y trasladarlo hasta una cantera para neutralizarlo. Pero tuvieron que cambiar de planes sobre la marcha debido a que el lugar elegido no reunía las condiciones de seguridad necesarias. Finalmente, efectuaron el trabajo en otra cantera sin actividad ubicada en la parroquia de Ribadelouro.

El proceso duró varias horas, ya que los técnicos realizaron una primera quema de parte de la pólvora y solo cuando se hubo terminado plantaron fuego al resto, evitando todo riesgo. Así destruyeron los casi 500 kilos hallados el sábado en el segundo almacén ilegal, descubierto tres días después de que explotase el que tenía a solo tres kilómetros. En ese suceso murieron dos vecinos y la explosión hizo desaparecer del mapa diez viviendas y dejó gravemente dañadas otras sesenta casas.

La investigación apunta a que en el almacén ilegal en el que estalló la tragedia el miércoles había una tonelada de explosivos, el doble de la que se intervino el sábado. Esa cantidad y los devastadores efectos de la onda expansiva evidencian la importancia del trabajo de los tédax al haber neutralizado un polvorín que también estaba rodeado de casas y del que nada se sabía, lo que libró a la población más cercana de un nuevo peligro.

La Guardia Civil mantiene desde el miércoles un despliegue sin precedentes en Tui. Los vehículos oficiales y los agentes ya se han integrado en la vista general de la parroquia de Paramos. Son varios los equipos movilizados en turnos para que la zona cero y toda la parroquia estén blindadas las 24 horas. Agentes de Tráfico regulan los accesos porque la presencia de vehículos se ha multiplicado tras la explosión mortal del miércoles, con el paso habitual de ambulancias, bomberos o Policía Local. Además de los tédax, sobre el terreno y al frente de la neutralización de los depósitos clandestinos, están agentes de la Policía Judicial y de seguridad ciudadana de los puestos de la compañía de Tui.

Solo una familia ha podido volver a casa después de la explosión del miércoles

No hay fecha para que las familias desalojadas puedan regresar a sus vidas anteriores. Los plazos dependen de la tramitación de cada expediente, aunque los arquitectos ya han trabajado en la zona para poder determinar cada proyecto de reconstrucción. Una familia pudo ya volver a su domicilio, una de las casas afectadas fuera de la zona cero, pero su estado hizo que tuviese que abandonarla tras la explosión. El sábado accedieron para ver cómo estaba la vivienda y no quisieron abandonarla más. La primera buena noticia se confirmaba ayer por la tarde cuando los informes técnicos indicaron que no había riesgos potenciales para su integridad, por lo que una de las más de veinte familias desalojadas ya podrá trabajar en la reconstrucción de su hogar.

Las situaciones en los demás casos son muy dispares y complejas. Hay casi un centenar de personas que se han quedado con lo puesto y dependen exclusivamente del apoyo de sus familiares y amigos.

El Concello de Tui emitió ayer un comunicado de agradecimientos a todos los cuerpos de seguridad, servicios de emergencias, asociaciones, entidades y personas anónimas que desde el momento de la explosión del miércoles se han sumado a una cadena solidaria que intenta paliar de alguna forma la tragedia. Para poder mantener abierta esta línea de colaboración de una forma más operativa, el Concello ha habilitado el correo electrónico afectadostui@gmail.com y el número de teléfono 986 603 949.