El desalojo que iba a ser modélico acaba con cargas y heridos

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

EDUARDO EIROA

La Marea echa a los okupas en A Coruña

24 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Policía Local de A Coruña entró ayer antes de las ocho de la mañana en la Comandancia de Obras, una antigua instalación militar cedida al Ayuntamiento que estaba okupada por el colectivo A Insumisa desde noviembre del 2016. Las instalaciones estaban vacías, y los agentes pudieron entrar sin oposición. Dos horas más tarde, la concejala Rocío Fraga (Marea Atlántica), responsable de Seguridade Cidadá, destacaba que todo había salido según lo planeado: «A recuperación da posesión fíxose da mellor das maneiras posibles, vendo que o espazo estaba só e sen necesidade de ter que realizar ningunha intervención máis».

Pero no se envió refuerzos a los agentes, y cerca de las 13.30 los seis policías locales que custodiaban la puerta sin equipamiento antidisturbios tuvieron que usar sus defensas ante el avance de los okupas y otros activistas, que se habían ido concentrando durante toda la mañana e intentaban volver a entrar. Dos de ellas lograron encaramarse al tejado de uno de los inmuebles. En el choque hubo cinco heridos que tuvieron que ir a Urgencias, entre ellos dos policías. Otros lesionados fueron atendidos en el lugar.

Solo entonces el Gobierno local pidió ayuda a la Policía Nacional, que envió casi dos decenas de agentes y logró restablecer el orden, aunque tuvo que cargar por la tarde. El letrado del colectivo A Insumisa, Antonio Vázquez, denunció que el desalojo puede ser ilegal al no respetarse los plazos, y anunció una posible querella por prevaricación.

Cuatro exokupas en el Gobierno de Xulio Ferreiro

Cuatro concejales del ejecutivo de  Xulio Ferreiro formaron parte del movimiento okupa. Una de ellas es la titular de Seguridade Cidadá, Rocío Fraga, que ayer lidió en solitario con la crisis abierta -Ferreiro no compareció en todo el día- por un desalojo que su Gobierno había rechazado durante año y medio, insistiendo en que se daría una respuesta dialogada y sin violencia a la okupación. Pero tras la negativa de parte del colectivo a sumarse a los planes del gobierno local para dar uso a los edificios, el Ayuntamiento inició los trámites para echarles. La Marea explicó lo ocurrido como un «fracaso colectivo», pero el PP y el BNG anunciaron que exigirán explicaciones y responsabilidades.