Jesús Vázquez convocó este lunes un pleno de urgencia, pero ningún grupo le dio el apoyo para debatir las cuentas, frustrando su intención de someterse a una cuestión de confianza
23 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La imposibilidad de los grupos políticos representados en el Concello de Ourense para llegar a acuerdos sitúa la tramitación de los presupuestos municipales en un callejón sin salida. La ley permite a los alcaldes que gobiernan en minoría utilizar la llamada cuestión de confianza para aprobar asuntos de trascendencia después de ser rechazados por la mayoría de la corporación, especialmente los presupuestos municipales. Sin embargo, la norma impide usar ese mecanismo cuando queda menos de un año para las siguientes elecciones. Ese plazo termina esta semana y, pese a llevar tres años sin tratar en pleno un solo documento presupuestario, el ejecutivo del PP que dirige el exconselleiro Jesús Vázquez convocó la sesión plenaria para debatirlo este lunes. Sin embargo, al hacerlo por el trámite de urgencia, era necesario el apoyo de la oposición solo para debatirlo y ningún grupo se lo dio.
Este rechazo ha frustrado la intención del alcalde de someterse a una cuestión de confianza. A sabiendas de que Democracia Ourensana, PSOE y Ourense en Común votarían en contra, esa era la única vía para aprobar los presupuestos. Si así hubiese ocurrido, el regidor habría convocado otro pleno el jueves y, con el rechazo previo de la oposición, sí habría podido vincular el documento a una cuestión de confianza. La negativa este lunes a aprobar la urgencia desmontó esos planes.
El regidor explicó ayer que volverá a convocar un pleno para debatir los presupuestos, aunque ahora por el trámite ordinario (es decir, sin la cuestión de confianza). Esa maniobra servirá únicamente para reforzar su discurso de que la oposición bloquea la ciudad, ya que todos los grupos han anunciado su voto en contra. Según dicen, basándose en el informe del interventor, el documento presentado por el PP es ilegal.