Las plazas de pisos turísticos son ya cuatro veces las de turismo rural

Susana Acosta
Susana Acosta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Galicia tiene una cama de este nuevo tipo de alojamiento por cada dos de hoteles

18 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el sector hotelero puso el grito en el cielo por la competencia desleal que el fenómeno de los pisos turísticos le estaba haciendo, sabía de qué hablaba. Un año después de que entrara en vigor el decreto autonómico que regula el alquiler vacacional en Galicia -fue el 10 de mayo del 2017-, en la comunidad ya hay una plaza de este tipo de alojamiento por cada dos de hotel y el número de camas que se ofrece supera ya en más de 6.600 al de las pensiones.

Es una obviedad que el fenómeno es imparable, apoyado por grandes plataformas digitales que permiten comercializar este tipo de inmuebles por todo el planeta desde cualquier sitio, por recóndito que sea, además de la buena acogida que está teniendo esta modalidad entre los usuarios que ven una forma alternativa de hacer turismo, mimetizándose con los habitantes del lugar que visitan y a precios más bajos. Galicia no es una excepción en este cambio de modelo global y en apenas doce meses ya se han inscrito en la Xunta 5.424 viviendas de este tipo, que ofertan 27.865 plazas, frente a las 55.211 que comercializan los 888 hoteles que existen en la comunidad.

La vivienda vacacional ha desbancado a las pensiones como segundo tipo de alojamiento al ofrecer 6.664 camas más que los establecimientos que se agrupan por llaves según su nivel de calidad. Las casas de turismo rural completan la oferta con más de siete mil plazas (7.069), seguidas de los apartamentos turísticos, con 5.815, y de las viviendas turísticas, con 1.337, que se encuentran a medio camino entre los pisos turísticos y las casas de turismo rural, al exigir la Xunta unos niveles de calidad superiores con respecto a los primeros.

A pesar de estas cifras, todavía no se ha llegado al mínimo que el sector manejaba antes de la aprobación del decreto, cuando se calculaba que en Galicia había entre 10.000 y 30.000 viviendas de uso turístico. Además, sorprende que Sanxenxo lidere esta oferta regulada con más de 1.217 inmuebles, una cifra que es casi el doble de la de viviendas inscritas en las tres principales ciudades de la comunidad: Vigo (152), A Coruña (165) y Santiago (314).

Inspecciones en marcha

Para los que tienen estos inmuebles en alquiler y no se han dado de alta aún, deben saber que la maquinaria de las inspecciones de Hacienda y de la Xunta ya se ha puesto en marcha. Además de cotejar los portales de Internet donde se comercializan estos inmuebles, el último Consejo de Ministros del 2017 aprobó una normativa que obliga a estas plataformas, como Airbnb o Homeaway, a dar información periódica sobre los propietarios de los pisos, los clientes y las operaciones que se realicen, con el fin de evitar el posible fraude fiscal que se pueda derivar de estos alquileres y de agilizar las relaciones tributarias.

La información que facilitarán los portales también será muy útil para las inspecciones de la Xunta. El Gobierno gallego cotejará los datos con Hacienda y con los que le faciliten los propios concellos para detectar propietarios que no hayan dado de alta sus pisos en alquiler. El Ejecutivo autonómico concedió algo más de nueve meses de gracia para que los dueños de estos alojamientos tuvieran tiempo suficiente para regular sus inmuebles, pero las inspecciones ya han comenzado hace algo más de un mes. Aun así, recuerdan que los propietarios que no regularizaron recibirán primero un apercibimiento, antes de que lleguen las sanciones.

Multas de hasta 90.000 euros

Estas sanciones ya están recogidas en la Lei de Turismo de Galicia, y pueden ser leves (el apercibimiento puede alcanzar los 300 euros) o graves, como prestar el servicio sin autorización turística (de 900 a 9.000 euros). La reincidencia incluye multas de hasta 90.000 euros, al margen de otras sanciones administrativas y fiscales.

«El impacto de las viviendas turísticas no ha afectado al sector hotelero»

El sector turístico en Galicia ocupó en el 2017 a más de 113.000 personas, un 10,8 % de los trabajadores de la comunidad y casi un 5 % más que en el 2016. En los hoteles gallegos, la ocupación en marzo fue de 5.653 empleados. Considera el Clúster Turismo de Galicia que «el impacto de las viviendas de uso turístico no ha afectado al sector hotelero» y lo justifica en la mejora de sus resultados, al aumentar los niveles de demanda hotelera con una subida del 6,7 % de los viajeros, hasta alcanzar casi 600.000 turistas. También se mejoró en el número de noches y se incrementaron los precios y la rentabilidad: «No existe sector hotelero frente a viviendas de uso turístico, todos estamos en el mismo barco y debemos trabajar conjuntamente por crear sólidas estructuras turísticas».

«Hay que erradicar las viviendas sin licencia»

Bartolomé Gomila Vidal, presidente de la Federación Española de Viviendas Turísticas, dice que en el decreto gallego se impuso el sentido común, de ahí que saliese victorioso en los juzgados

S. A.

Bartolomé Gomila Vidal (Palma de Mallorca, 1972), el presidente de Fevitur, la Federación Española de Viviendas Turísticas, se muestra a favor de que se regule el sector, pero está indignado con la medida anunciada por el Gobierno de Palma de prohibir los pisos turísticos.

-El decreto gallego ha sido de los pocos que ha salido victorioso en los juzgados: ¿a qué cree que puede deberse?

-A que se ha aplicado el sentido común. En cualquier tipo de actividad, si se ponen las palancas necesarias de calidad, de cantidad y criterio fiscal, lo que resulta es una oferta regulada. Erradicar una actividad no es un ejercicio de regulación, es una prohibición.

-Se han registrado algo más de 5.400 viviendas, pero antes del decreto se estimaba que podía haber en Galicia entre 10.000 y 30.000. Eso significa que todavía quedan muchas por regular...

-Soy el primero en aplaudir que la Agencia Tributaria disponga de los ingresos que tiene el propietario. Esa presión fiscal hará que la oferta se aúne. Respecto al tema de las viviendas que están sin licencia, lo que hay que hacer es erradicarlas, porque a todos los efectos es una oferta ilegal.

-En cada comunidad se están aprobando diferentes decretos: ¿no cree que el sector es lo suficientemente importante como para que exista una norma estatal?

-Es imprescindible que el Estado haga una modificación en la Ley de Arrendamientos Urbanos y que se haga una perfecta descripción de lo que es una vivienda de uso turístico. En el 2013, cuando el PP prohibió el alquiler por días a través de canales de comercialización turística, no solventó nada. Lo que hizo fue dar una patada hacia adelante y mandar el problema a las comunidades autónomas. Y algunas han legislado con más prudencia o rigor y otras, sin él. Además, también han traslado esa problemática a los ayuntamientos, que son más de 8.000 en España. Por tanto, es necesaria una regulación desde el punto de vista nacional.

-¿Y hay intención por parte del Gobierno de aprobarla?

-Desde Fevitur el diálogo con el Ministerio de Turismo es fluido y constructivo. Pero no está en la agenda por el momento, por lo que nos trasladan.