Gregorio Serrano: «Galicia ha hecho un gran esfuerzo para reducir accidentes. Es el ejemplo a seguir»

José Manuel Pan
josé manuel pan MADRID / LA VOZ

GALICIA

BENITO ORDÓÑEZ

El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, destaca el compromiso de la Xunta y de la Fiscalía para mejorar la seguridad vial en la comunidad

13 may 2018 . Actualizado a las 13:20 h.

«Galicia es un ejemplo a seguir en seguridad vial, un referente. Si en todas las comunidades hubiera el mismo nivel de implicación de las Administraciones, todo iría mucho mejor». El director general de Tráfico, Gregorio Serrano (Sevilla, 1967), recibe a La Voz de Galicia en la sede central de la DGT en Madrid. Acaba de despedirse de su homólogo de Panamá. «Allí tienen el mismo problema que nosotros con el uso del móvil al volante. Es una pandemia mundial», dice Serrano, que insiste en destacar «la evolución espectacular» de Galicia hacia una mayor seguridad vial. Y lo sostiene horas después de la muerte de un trabajador de conservación de carreteras al ser alcanzado su vehículo por una furgoneta en la autovía A-52. Es el cuarto fallecido en las vías gallegas en mayo, después de un abril blanco, el primer mes sin muertos en la historia del tráfico en Galicia.

-¿Cómo valora lo que ha pasado en Galicia, que registra las cifras más bajas de siniestralidad de su historia?

-Es espectacular. Hay que tener en cuenta que Galicia tiene un territorio especial, con muchos núcleos urbanos y muy diseminados que hacen obligatorio el uso del vehículo con más frecuencia que en otras zonas. Es una comunidad con un número de desplazamientos muy elevado y con muchas carreteras convencionales. Pese a todo, en Galicia se ha hecho un gran esfuerzo para reducir el numero de accidentes mortales. Y eso tiene un doble mérito, porque bajar esas cifras en una comunidad con esa configuración poblacional es muy difícil.

-¿Cuál puede ser la clave de ese descenso en la accidentalidad?

-Ya lo he dicho más veces, creo que la clave es la unión entre las Administraciones. Eso demuestra que la seguridad vial es una responsabilidad de todos. Y en Galicia hay una Agrupación de Tráfico que funciona muy bien, un Centro de Gestión de Tráfico con ideas y ganas de innovar y cuatro jefes provinciales, coordinados por María Victoria Gómez Dobarro, que están muy implicados en la seguridad vial. Y hay una colaboración espectacular por parte de la Xunta, y con una Fiscalía de Seguridad Vial muy implicada, sin olvidar la dedicación de los medios de comunicación como La Voz. Y, claro, todo eso lo metes en una coctelera y te sale seguridad vial.

-¿No existe esa colaboración en otras comunidades?

-Lo de Galicia no tiene nada que ver con lo que hay en otras comunidades, donde muchos de los actores piensan que las cuestiones de tráfico son un asunto exclusivo de la DGT. Cuando hay una conciencia común de responsabilidad, como sucede en Galicia, las cosas funcionan de manera diferente.

-Dice que hay más riesgos en Galicia. ¿Por qué?

-Porque hay mucha carretera convencional y se realizan muchos desplazamientos. El ciudadano hace muchos trayectos cortos y no tiene percepción del peligro. Si haces un viaje de 500 kilómetros te preparas, te pones el cinturón y adoptas todas las medidas de seguridad. Sin embargo, en los desplazamientos cortos no te pones el cinturón porque vas ahí al lado. Ese exceso de confianza es muy perjudicial y hace que el conductor no tenga la alerta necesaria ante los riesgos de la conducción.

-Los datos de uso del cinturón de seguridad no han sido buenos.

-El del cinturón de seguridad es un punto negativo de Galicia. Un elevado número de fallecidos el año pasado no lo usaban en el momento del accidente. Este lunes ponemos en marcha en Galicia una campaña específica para concienciar sobre el uso del cinturón de seguridad que ha sido solicitada desde Galicia.

-¿Seguirán también los controles masivos de alcohol y drogas por parte de la Guardia Civil?

-La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil trabaja de acuerdo con las instrucciones anuales que se aprueban en la comisión de seguridad vial de la DGT, donde están el comité de dirección y el mando de la Guardia Civil. Después, cada sector complementa esas instrucciones según las características de cada zona. Y en Galicia empieza a detectarse menos incidencia del alcohol y las drogas por el aumento de controles. Y eso tiene mucho que ver con el mando del teniente coronel Molano, que está especialmente sensibilizado.

-En Galicia, donde hay un elevado número de carreteras convencionales, va a tener una especial incidencia el cambio del límite de velocidad máxima.

-Ahora, la velocidad máxima es de 100 si la carretera tiene arcén de 1,50, y de 90 si no lo tiene. Eso es absurdo, porque puede haber carreteras sin arcén que estén bien y otras que sí lo tienen y que estén mal. Lo que haremos es bajar la genérica máxima a 90, pero si el titular de la vía mantiene bien la carretera, con los arcenes limpios, los guardarraíles protegidos, y considera que es apta para ir a 100, pues la podrá poner. Pero, en principio, todos a 90. Eso hará que los titulares de las carreteras hagan todo lo posible para que sus vías tengan límite de 100, y para eso tendrán que tenerlas en buenas condiciones. El arcén no tendrá nada que ver, lo importante será el estado de conservación y que la vía tenga las máximas medidas de seguridad, que se haya eliminado una curva peligrosa, que tenga bien pintado el pavimento... En la mayoría de los países europeos el límite es de 90.

-¿Se refiere al concepto de carreteras que perdonan?

-En eso estamos trabajando con las comunidades autónomas, para que tengan sus carreteras más seguras. No solo se trata de que tengan un buen asfalto y que no tengan baches, sino de que tengan elementos activos de seguridad adecuados a las nuevas tecnologías y a las ideas de los técnicos, como tramos dos más uno, estrechamientos de carriles en zonas de riesgo o bandas sonoras para evitar cambios de carril.

-Además de vigilancia, a la DGT se le piden mejores carreteras.

-Es que la DGT no hace ni conserva carreteras. Lo que hacemos es establecer convenios con los titulares de las vías, comunidades, diputaciones y ayuntamientos para mejorar sus carreteras. En España hay más de 167.000 kilómetros de carreteras, y solo 26.000 dependen del Estado, y la mayoría son autovías.

«En ciudad, la velocidad media es 27 km/h»

Uno de los puntos flacos de la seguridad vial se encuentra en las ciudades, donde el tráfico es gestionado por cada ayuntamiento.

-Las ciudades son el reto. ¿Qué hace ahí la DGT?

-Tenemos que actuar ya. El año pasado aumentó un 3 % el número de muertes en carreteras interurbanas, pero en los municipios ese aumento fue del 18 %. Las ciudades tienen una responsabilidad muy importante en la protección de los colectivos vulnerables: peatones, ciclistas, motoristas... La DGT establece convenios de colaboración con los ayuntamientos a cambio de exigirles compromisos, de que tengan planes de seguridad vial.

-Como el caso de Pontevedra.

-Es el mejor ejemplo. Pontevedra no tiene cero fallecidos en la ciudad por casualidad. Es porque se preocupa por la seguridad vial. Esto es muy fácil, si te preocupas y pones los medios, tendrás buenos resultados.

-Como reducir la velocidad a 30 km/h, algo que ya aplican más ciudades, como por ejemplo Lugo en el entorno de la muralla.

-Eso se nota mucho. ¿Sabe cuál es la velocidad media en una ciudad? Uno se pega una hora circulando por ciudad, y la velocidad media es 27 km/h. Salvo en grandes avenidas, es difícil ir a más de 40 o 50.

«No hay ningún afán recaudatorio en la DGT con los nuevos radares láser»

Tráfico está ultimando la reforma de la Ley de Seguridad Vial y la elaboración de un nuevo carné por puntos, adaptado a las necesidades actuales. En ella se endurecerá el castigo a los reincidentes, en especial a los infractores en alcohol y drogas.

-¿Qué es lo que va a cambiar?

-Los cambios se verán sobre todo en alcohol y drogas, velocidad, cinturón y en las distracciones, que son las cuatro grandes causas de accidentes. Tendrán tratamiento especial en la nueva ley que estamos preparando. Las sanciones serán mayores para los reincidentes. No puede ser lo mismo cometer una infracción por alcohol o drogas que dos o tres. Y no será la misma sanción por usar el móvil una vez que por hacerlo dos o más veces. El tratamiento de las sanciones a los reincidentes va a ser más severo.

-¿Cómo de severo?

-En el caso del alcohol o las drogas se va a llegar incluso a la suspensión del permiso de conducir si has cometido dos o más infracciones en un mismo año. Eso se está haciendo ya, pero lo que va a cambiar es que cuando se detecte que un conductor tiene dos o más sanciones de alcohol o drogas en un año, la DGT lo llamará y lo enviará a los servicios de salud para que le hagan una revisión y determinar así si puede volver a conducir haciendo un curso de recuperación de puntos o si tiene un problema de dependencia del alcohol o de las drogas. En ese caso, se le suspenderá el permiso de conducir y el infractor tendrá que someterse a un tratamiento de rehabilitación. Y hasta que no esté rehabilitado no podrá volver a conducir.

-¿Se incluirán más infracciones en el sistema de sanciones del carné por puntos?

-En lo que afecta a los puntos no va a haber infracciones nuevas. Se mantendrá la pérdida de puntos en lo que afecta a la seguridad vial, como en el caso de las infracciones de alcohol y drogas o velocidad. Se había hablado de incluir en la retirada de puntos las infracciones por motivos medioambientales, pero eso no lo haremos. Lo que se pretende es que los puntos solo se pierdan al cometer infracciones contra la seguridad vial.

-La vigilancia del tráfico incluye el uso de drones, que ya han empezado a utilizarse. ¿A qué los van a destinar?

-En principio los vamos a centrar en el control de ciclistas y de motoristas en las carreteras convencionales. Se trata de que podamos controlar determinados tramos de riesgo y comportamientos peligrosos. Si el operador del dron observa irregularidades, avisa a una patrulla situada más adelante para que intercepte al infractor. Eso nos ayudará a vigilar los comportamientos de algunos motoristas, en los que hemos detectado falta de concienciación y exceso de confianza al manejar una moto.

-Dos de los cuatro muertos en mayo en Galicia eran motoristas. La moto siempre está entre las primeras preocupaciones de la DGT.

-El perfil del motociclista fallecido en fin de semana es el de un varón de entre 35 y 55 años que conduce una moto con una cilindrada superior a 500 centímetros cúbicos, y que la coge ocasionalmente. Además, hemos detectado casos en los que conducen bajo los efectos del alcohol. Es el peor ejemplo, el de un motorista que coge la moto el fin de semana y se toma unas copitas con los amigos. Si se le añade que va por una carretera en malas condiciones, la situación se agrava.

-Todos hablan de los nuevos radares láser indetectables, invisibles. ¿Se trata de evitar que el conductor los vea?

-Es un radar que no pretende ser indetectable, lo que sí pretende ser es transportable. Se escribe mucho sobre esto, pero es que los anteriores también son indetectables si los pones detrás de un arbusto. No se trata de eso, lo que nos importa es que pueda ser transportable para situarlo en los tramos necesarios en el momento que haga falta. Se trata de establecer el concepto de patrulla integral para que un motorista de Tráfico pueda llevar en la moto el radar y sus sistemas de control de alcohol y drogas. Los nuevos radares no son pequeños porque no queremos que se vean, sino para que sean transportados con facilidad. El objetivo es que esas patrullas integrales puedan atajar graves problemas del tráfico, como el alcohol y la velocidad, sin necesidad de desplazar más equipos a la carretera.

-Sabe que los radares se identifican con afán recaudatorio.

-España tiene una media de radares muy por debajo de la media europea. Tenemos un radar por cada 36.000 ciudadanos. En Europa, la tasa es de un radar por cada 6.000. No hay ningún afán recaudatorio. Si nos guiara ese afán no publicaríamos la lista con la ubicación de los radares ni tampoco los señalizaríamos en las carreteras. Ese no es el objetivo. Y le doy otro dato: la DGT pone el 14 % de las sanciones de tráfico de España. El resto de las sanciones las ponen los ayuntamientos. Lo que pasa es que todo el mundo se dirige contra la DGT.

El primer director general de Tráfico con perfil tuitero

Tiene más de ocho mil seguidores en Twitter. No tiene quien le escriba, «ni se le espera», dice en su perfil, en el que se expresa a diario y en el que retuitea decenas de mensajes, la mayoría sobre tráfico y seguridad vial. Tanto hace recomendaciones como cuelga vídeos de infracciones. A veces se le va la mano en las contestaciones, como tras la nevada del día de Reyes, lo que le costó duras críticas. Es el primer director general de Tráfico tuitero: «Intento transmitir cosas a los ciudadanos». Ocupa un despacho caliente, en permanente polémica: el afán recaudatorio, el aumento de accidentes, los examinadores en huelga. Pero parece acostumbrado a la pelea.

De verbo fácil, impulsivo, simpático, el director general de Tráfico es sevillano sobre todas las cosas. «Aquí tengo mi prensa de Sevilla», responde al señalar la mesa en la que se acumula el dosier diario que le preparan con informaciones de tráfico de todos los rincones de España. Sus antecesores en el cargo («tuve la suerte de hablar con todos ellos», asegura) le recomendaron que no hiciese del puesto «una cuestión personal. Todos coincidieron en lo mismo».

¿Qué piensa el director general de Tráfico cuando recibe en el móvil el aviso de una muerte en una carretera? «Siempre pienso lo mismo, lo que esa persona se pierde de la vida. No sabrá si su hijo se casó o no. Cuántas cosas se habrá perdido por ese accidente. Qué pasará con su familia cuando le comuniquen la tragedia. En eso pienso. Hay que transmitir que no merece la pena correr por llegar un poco antes, porque en un accidente te pierdes demasiado».

Serrano está convencido de que mientras sea el ser humano el que tome las decisiones en la carretera habrá accidentes. «El factor humano es determinante en el 90 % de los casos», advierte.