Siete días de sol y calor en Galicia

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

El anticiclón de las Azores se va a situar al norte de la Península y desde ahí desplazará aire cálido procedente del norte de África

04 may 2018 . Actualizado a las 09:06 h.

El anticiclón de las Azores, que ha mantenido un perfil bajo durante los últimos días, regresa con fuerza a Galicia. Su influencia viene además acompañada de una circulación del nordés, vientos que siempre garantizan el tiempo seco en toda la comunidad, con la excepción por supuesto de la nubosidad de estancamiento en la Mariña lucense. El cielo estará despejado y las temperaturas máximas mantendrán una tendencia ascendente durante los próximos días. Este fin de semana, el anticiclón se va a situar al norte de la Península y desde ahí desplazará aire cálido procedente del norte de África. Eso permitirá que el mercurio suba hasta rozar los treinta grados en el sur. El viento soplará suave, provocando que la sensación térmica de calor sea intensa en el interior de la comunidad. Eso sí, las temperaturas mínimas no serán tan elevadas. El cielo nocturno, sin nubes, deja escapar todo el calor que emite la Tierra hacia el espacio, y esto siempre favorece que el termómetro se desplome. La diferencia térmica entre el valor más alto y el más bajo podría alcanzar incluso los veinte grados en algunos casos. Por tanto, el abrigo seguirá siendo necesario por las noches. Las condiciones secas y soleadas llegan para quedarse. Hasta el próximo viernes, los efectos del anticiclón se extenderán desde las Azores hasta el continente europeo. Las altas presiones ejercerán por tanto de bloqueo frente a las borrascas que se desplazan desde Norteamérica.

Tormentas

El único fenómeno que puede empañar algo el buen tiempo del que van a disfrutar los gallegos serán las tormentas. Las nubes de evolución o cumulonimbos se formarán el domingo por la tarde en la provincia de Ourense y en el sur de Lugo, coincidiendo con la entrada del aire africano. Ese aire caliente, menos denso que el frío, ascenderá hasta alcanzar las capas altas de la atmósfera, cuando comenzará a enfriarse, condensar y crear nubes de desarrollo vertical. Este tipo de nubes son las responsables de los chaparrones, que podrían caer de forma aislada, del granizo y del aparato eléctrico.