El bajo seguimiento de la huelga permite retomar el trabajo en muchos juzgados

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Jueces y fiscales protagonizaron paros de una hora en varios puntos de Galicia para reivindicar mejoras laborales
Jueces y fiscales protagonizaron paros de una hora en varios puntos de Galicia para reivindicar mejoras laborales MARCOS MÍGUEZ

Las centrales que quisieron seguir el paro buscan ahora una excusa para suspenderlo

04 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Lenta pero progresivamente la gran mayoría de los juzgados gallegos están retomando la actividad pese a que la huelga indefinida convocada desde hace ya casi tres meses sigue vigente. Tras semanas de completa paralización, la vuelta al trabajo de muchos funcionarios está permitiendo recuperar cierta normalidad. Ayer volvió a caer el dato de seguimiento del paro, que se quedó en un 14,7 %, 2,23 puntos menos que la jornada anterior, que con un 16,93 % ya había sido la de menor seguimiento desde que comenzó el conflicto.

Por provincias, el apoyo es bajísimo en A Coruña (11,27 %) y Ourense (10,69 %), escaso en Lugo (14,05 %) y solo sigue por encima del 20 % en Pontevedra, donde marcó ayer un 20,39 por ciento. Los juzgados de las villas y pueblos hacía tiempo que ya habían recuperado la normalidad, pero desde esta semana también están retomando el trabajo la mayor parte de las salas en ciudades como Santiago, Ourense, A Coruña, Ferrol y también Pontevedra. La huelga en la Justicia tan solo aguanta en los feudos de dos de los sindicatos que rechazaron el preacuerdo con la Xunta: Vigo, donde es mayoritario Alternativas na Xustiza-CUT, y Lugo, donde tiene peso la CIG.

La evidente desmovilización que ha provocado entre los funcionarios la guerra en la que han entrado los siete sindicatos que convocaron unidos el paro está colocando en una situación muy delicada a las centrales que de forma tan virulenta se opusieron al preacuerdo con la Xunta. Tras una jornada de enorme tensión y repleta de escenas de amenazas, insultos y coacciones a los partidarios de cerrar el conflicto, CUT, STAJ y CIG vencieron por un margen de 90 votos en la consulta a los trabajadores celebrada el viernes pasado.

La victoria en aquella votación contrasta, sin embargo, con el desplome que se ha producido inmediatamente después en el seguimiento de la huelga, lo que ha abierto un horizonte difícil de gestionar a estos tres sindicatos, que en solo una semana ya se han ofrecido dos veces a suspender el paro a cambio tan solo de que la Xunta los vuelva a llamar para negociar. El Gobierno gallego, sin embargo, no parece dispuesto y ya ha adelantado que no mejorará su última oferta económica, que preveía aumentos salariales de 135 euros al mes para el cuerpo de gestores, 127 para el de tramitadores y 122 para el de auxilio.

Tras la ruptura del comité de huelga, SPJ-USO dio un giro de 180 grados y pasó de anunciar denuncias por agresiones y amenazas a CUT, STAJ y CIG a aliarse sorpresivamente con ellos, en contra del sentir de parte de sus delegados y simpatizantes.

Estas cuatro organizaciones buscan ahora un mínimo gesto del Gobierno gallego para poder suspender el paro. «O que están é a buscar e cambiarlle catro comas ao preacordo coa Xunta, ao que se opuxeron, para volver presentalo aos traballadores e que desta volta saia aprobado», explica un sindicalista. CUT, STAJ, CIG y SPJ-USO buscan ahora alcanzar un acuerdo sobre una nueva contraoferta que presentar ante la Xunta. Una que puedan asumir los otros sindicatos y también Xustiza, aclaran. Fundamentalmente, quieren modificar la cláusula de revisión salarial y que aquellos que no hayan seguido la huelga no puedan participar en el plan de recuperación del trabajo acumulado, que permitirá a muchos recuperar parte de las nóminas perdidas.

CUT, STAJ, CIG y SPJ-USO también han hecho un llamamiento a los otros tres sindicatos para recomponer la unidad sindical. Sin embargo, ningún miembro de UGT, CSIF y CC.OO. acudió ayer a la reunión a la que los convocaron. El primero de esos sindicatos exige, antes de sentarse con ellos, su disculpa pública por las amenazas y coacciones de las que han sido objeto, mientras que CSIF señala que está debatiendo internamente qué hacer ante la nueva situación.