Más de 46.600 personas deciden hoy quiénes serán los rectores de Santiago y de Vigo

T. montero / M.J. fuente SANTIAGO, VIGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Cuatro candidatos se disputan la dirección de las universidades; solo uno opta a la reelección

23 abr 2018 . Actualizado a las 12:39 h.

Ciento cuatro. Es el número de mesas electorales que hoy estarán dispuestas en los cincos campus universitarios de los que se componen las universidades de Santiago y Vigo. Un total de 46.616 personas están llamadas hoy a escoger cuál será el camino que su universidad tome durante los próximo cuatro años. En ambas instituciones se celebran hoy las elecciones a representantes del claustro y a rector.

El mayor despliegue electoral se produce en la USC. Desde las 10.00 y hasta las 18 horas estarán operativas las 81 mesas electorales, distribuidas entre los dos campus, para que en ellas depositen su voto los 27.347 nombres del censo electoral. La mayoría, 23.448, estudiantes, cuya participación ha sido históricamente muy baja en estas elecciones. Su voto cuenta un 28 %, un porcentaje lejano al del profesorado doctor, con una ponderación del 51 %.

Cuatro son los candidatos que se disputan el sillón de rector, dos por cada universidad. En Santiago, la contienda es la misma que en los últimos comicios, con una diferencia. Esta vez el catedrático de Matemática Aplicada Juan Viaño opta a la reelección. La USC apoyará o retirará la confianza en su equipo, que durante los últimos cuatro años ha pilotado la institución para intentar sacarla del atolladero financiero en que se encontraba en el año 2014. Frente a Juan Viaño, Antonio López. Cuestiona cómo se han llevado a cabo las cosas en el complicado camino de volver a cuadrar las cuentas. Hace cuatro años, este catedrático de Dereito Financeiro reincorporado del Consello de Contas se quedó a las puertas del Rectorado por apenas una veintena de votos. Hoy apela a un cambio de rumbo en la institución.

La política económica de la institución y el futuro del cuadro de personal que compone la mayor universidad de Galicia centran el debate universitario compostelano. La crisis económica y la férrea tutela de la Administración autonómica y central mermaron, y mucho, la capacidad de contratación de las universidades, que en los peores momentos tuvieron un margen de maniobra en el que solo podían reponer una de cada diez jubilaciones.

Un problema grave para todas, pero incluso mayor en Compostela, que tiene la plantilla más envejecida de las tres y ha enfrentado el goteo constante de retiros de docentes, hasta el punto de que ha tenido que ponerse en marcha un plan de contratación para la Facultade de Medicina, que veía comprometida su docencia por el número de jubilaciones a los que se ha enfrentado estos últimos años.

Ahora que la tormenta parece suavizarse, el debate está en si centrar los esfuerzos en la estabilización de los contratados temporales; si hay que abrir la mano a la promoción del profesorado, o si hay que centrarse en la captación de talento a través de convocatorias competitivas.

Parece suavizarse, pero sigue orballando en Santiago, que todavía no ha recuperado su capacidad financiera y aún paga los intereses de aquellos tiempos, los más duros de la recesión, en los que funcionaba con un presupuesto prorrogado y recurría al endeudamiento continuo. El debate es cómo afrontar la salida del túnel. ¿Aplazar el pago de la deuda? ¿Refinanciarla?

Y mientras, las tres universidades han aprobado un plan de financiación conjunto que no convence a todo el mundo y un rediseño del mapa de titulaciones. que en el caso compostelano incluye el primer grado interuniversitario de Galicia -Paisaxe, compartido con A Coruña- y la consecución de una reivindicación histórica: la conversión del título propio de Criminoloxía en un grado oficial. A esto se suma Biotecnoloxía, que continúa con la senda abierta por el campus de excelencia internacional centrado en las ciencias de la vida, Campus Vida. A él se han unido otros dos: Campus Terra, que pone en valor la capacidad docente e investigadora del campus de Lugo, y el último en nacer, el Campus da Cidadanía, que quiere ser cabeza tractora del ámbito de las Humanidades y de las Ciencias Sociales y Jurídicas, áreas que aglutinan al grueso de la comunidad universitaria compostelana.

20.269 electores en Vigo

En la Universidade de Vigo, un total de 20.269 miembros de los tres campus (Vigo, Ourense y Pontevedra) están llamados a elegir al sexto rector. Salustiano Mato se ve obligado a dejar el cargo al cumplir el máximo establecido de dos mandatos. Al contrario de lo sucedido en las anteriores elecciones, cuando solo concurrió su candidatura y la participación cayó en picado hasta el 8 %, la contienda promete ahora estar más concurrida. Uno de los alicientes es que los dos grupos que se presentan son nuevos. El equipo de Ideas que Suman está encabezado por el catedrático de Ecología Emilio Fernández y el de Horizonte 2040 por Manuel Reigosa, catedrático de Biología Vegetal y Ciencia del Suelo.

El resultado dependerá en gran medida de la participación de los 17.849 estudiantes, un sector que habitualmente no se caracteriza por acudir a las urnas de forma masiva. Los profesores censados son 1.652, mientras que el personal de administración y servicios supone 768 y suele mostrarse muy participativo.

En juego está mantener la tasa de ocupación más elevada de las tres universidades gallegas. Este curso llegó al 99,7 %. Tampoco puede dormirse en los laureles la Universidad de Vigo si quiere mantener su posición en ránkings como el elaborado por The Times Higher Education, la publicación sobre educación superior más importante del Reino Unido. En esta lista fue seleccionada como una de las 50 mejores de la generación Y, que incluye centros fundados entre los años 1986 y 1999.

Si bien la posición de la institución es fundamental para conservar su prestigio, a la mayoría de la comunidad universitaria le preocupan aspectos más pragmáticos como la eliminación de la burocracia, por la que los docentes se sienten abrumados en los últimos tiempos. Tal es la situación, que hasta la compra de un bolígrafo requiere papeleo. La pérdida de tiempo en estos menesteres redunda en una menor dedicación a otras tareas, como la docente e investigadora. La preocupación del personal de administración y servicios se centra en recuperar los derechos sociales perdidos y en la relación de puestos de trabajo.

Mimar más al personal

Los candidatos parecen haber tomado nota, tanto de este aspecto como de las demandas generales que pasan por mimar más al personal en todos los ámbitos y de los tres campus. Sin duda, mantener la institución sin deudas ha causado efectos secundarios entre la comunidad universitaria. Ahora demanda aflojar el cinturón, dialogar y negociar para reducir las horas de docencia, clarificar los puestos de trabajo y tener más en cuenta al colectivo de estudiantes.

Diálogo y participación son las palabras más repetidas en las campañas de ambos candidatos, desarrollada puerta a puerta por las escuelas y facultades. Los recortes han planeado entre las diferentes audiencias y han obligado a los aspirantes a rector echar el resto para convencer de que se avecinan tiempos mejores. Gane el que gane, la Universidad pasará hoy la primera prueba a través de los datos de participación. Si como mínimo iguala el 23 % del 2010, al menos quedará demostrado que crece el interés por el futuro de la institución.