Medio Rural aprieta a propietarios y concellos para evitar más catástrofes

Juan María Capeáns Garrido
JUAN CAPEÁNS REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

JOSE MANUEL CASAL

La conselleira considera que «xa non hai desculpas, tampouco para a Xunta»

20 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el plan de defensa y prevención de los incendios del 2018 «hai obrigas para todo o mundo», advirtió la conselleira de Medio Rural al término del Consello da Xunta. Y los primeros, señaló Ángeles Vázquez, son los dueños de los montes, ya sean individuales o colectivos. Pero también hay competencias, de la Xunta y los ayuntamientos. Sin esquivar el papel determinante del Gobierno autonómico, la máxima responsable de la política forestal y de extinción desvió la atención de la presentación del Pladiga, que desde que existe como tal, en el 2007, se perdía en la cuantificación de recursos humanos y materiales, y puso el foco en las responsabilidades de todas las partes para concluir que «xa non hai desculpas, tampouco para a Xunta».

Se refería a que las leyes estaban ahí, pero tras la ola de incendios de octubre se han simplificado y difundido «para que non collan a ninguén por sorpresa», incluso en los casos en los que no se conoce la titularidad de una propiedad que incumple alguna medida. El que no se haya dado por enterado y se salte las normas tampoco recibirá ayudas administrativas.

Este año, por primera vez, se cubrirán todas las vacantes de personas, pero la flexibilidad temporal del despliegue será la otra gran baza que se juega la Xunta tras los últimos cambios meteorológicos, que obligan a pensar más allá de julio y agosto como meses de máximo riesgo.  

La dejadez de 36 ayuntamientos

Ángeles Vázquez expresó su preocupación por el hecho de que 36 concellos gallegos no se hayan sumado a ninguno de los tres convenios bilaterales con la Xunta que facilitan la dotación de medios técnicos y humanos, y recordó que este año se pasará de 73 a 77 parroquias que tendrán una especial vigilancia por su alta actividad incendiaria. Con todo, Vázquez quiso rebajar el tono de la regañina a los ayuntamientos, a los que calificó como «aliados imprescindibles na loita contra o lume». Para ello también ha pedido la colaboración expresa de los radioaficionados y de los colectivos de cazadores.

Un plan de 200 millones de euros y el objetivo de bajar de 20.000 hectáreas

El Pladiga 2018 tiene un presupuesto de 180 millones de euros, diez más que el año anterior. La partida se redondea con otras iniciativas, como el programa Aprol de fomento del empleo rural (11 millones) y nuevos talleres duales que pondrán en el centro el sector forestal. La conselleira de Medio Rural garantiza que tres de cada cuatro euros se destinarán a prevención, y el resto a extinción. El dispositivo se mantiene en la época de máximo riesgo en 7.000 personas (5.700 de la Xunta) que tendrán como objetivo que no ardan en todo el año más de 20.000 hectáreas.

Adelantan la fecha límite para tener limpias las fincas el 31 de mayo, bajo aviso de multas

Medio Rural quiere que las franjas de seguridad forestales, fijadas en 50 metros, estén limpias, pero ahora pretende que esos trabajos de desbroce se realicen un mes antes, de forma que a 31 de mayo las autoridades forestales podrán empezar a multar estos incumplimientos, con una vigilancia que se extenderá hasta octubre. Vázquez recordó el compromiso económico de la Xunta para actuar de oficio sobre estas zonas, se conozca o no al propietario, al que se le podrá pasar la factura. La ampliación de la temporada de incendios también ha obligado a la Administración a adelantar las ayudas para silvicultura, que ascenderán a 11 millones de euros, que deberían estar liquidados a 30 de junio.

Como novedad material, en el aire habrá un helicóptero que podrá grabar y tomar fotos durante los siniestros identificando la ubicación del siniestro.