Cae el respaldo a la huelga en la Justicia tras la nueva ruptura de negociaciones

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El seguimiento fue este jueves del 26,4 %, según la Xunta, la cifra más baja desde febrero

20 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La huelga indefinida que desde hace ya 73 días paraliza por completo la Justicia gallega se inició con mucha fuerza, con seguimientos de en torno al 40 % de los trabajadores, pero dos meses y medio después el desgaste es evidente entre los funcionarios. Este jueves el apoyo al paro marcó su cifra más baja al situarse en el 26,46 %, casi 16 puntos menos que el día en el que alcanzó su punto más alto, el 8 de febrero, cuando llegó al 42,11 %.

El único dato oficial de seguimiento de la huelga es el que ofrece la Xunta cada día. En él se detallan el número de funcionarios que secundan el paro, los que no acuden a su puesto por causa justificada como vacaciones, libranzas o asuntos particulares y los que forman parte de los servicios mínimos, que el Gobierno gallego ha estipulado en 775 personas.

Los sindicatos discuten este dato, ya que reclaman que los trabajadores asignados en los servicios mínimos sean incluidos como huelguistas, ya que tienen que ir a trabajar obligatoriamente. Según sus propios cálculos (no oficiales), el paro se situó en un inicio en torno al 90 % de media en las siete ciudades gallegas, aunque admiten que esa cifra ha caído en las últimas semanas por debajo del 80 %.

De un modo u otro, lo cierto es que cuando la huelga empezó más de mil trabajadores estaban entre los que la Xunta incluía como huelguistas y que esa cifra oficial reflejaba este jueves que eran solo 726.

Los motivos de esta paulatina desmovilización son varios. En buena parte se debe a que muchos trabajadores no se pueden permitir los importantes recortes en sus nóminas que les supone secundar la huelga y se ven forzados a reincorporarse a sus puestos. Los que están afiliados a algún sindicato perciben compensaciones de las cajas de resistencia, pero los demás no, por lo que la situación económica y familiar de muchos funcionarios les ha hecho desistir de seguir el paro.

La otra razón es más difícil de medir, pero entre los sindicalistas se reconoce que el conflicto está prolongándose demasiado en el tiempo y que muchos trabajadores quieren firmar un acuerdo porque están satisfechos con la oferta que ha presentado la Xunta. La última que rechazaron los representantes de los trabajadores era de 135 euros más al mes para los gestores, 127 para los tramitadores y 122 para el cuerpo de auxilio. Además, incluía una cláusula de revisión automática para que los funcionarios gallegos de Justicia estuviesen siempre por encima de la media estatal. Y también el acceso a la carrera profesional y un plan de recuperación del trabajo para desatascar los juzgados tras dos meses y medio de paralización, lo que iba a permitir a muchos trabajadores recuperar buena parte del dinero perdido.

Para seguir aguantando, los funcionarios, que ayer celebraron asambleas informativas, plantean soluciones alternativas para seguir paralizando los servicios. En Ourense, por ejemplo, hablaron de organizarse en cada juzgado para que sean los compañeros de atención al público los que hagan huelga o para secundarla solo los días de juicios para bloquearlos, pero incorporarse otros días, informa Maite Rodríguez. «Se iso é o que quere Rueda, é o que vai ter», advierte Manuel González Carvajal, miembro de UGT.Pero eso solo aumentará el caos que ya sufre la Justicia en Galicia, donde se han bloqueado miles de juicios y otros trámites, con grave perjuicio para los ciudadanos y para profesionales como abogados y procuradores.

Rueda lamenta que tres sindicatos forzasen la postura de los otros cuatro, a los que vio «cómodos» negociando

Alfonso Rueda, que aseguró que la Xunta no entrará en una subasta con los sindicatos, se sacudió una parte de su indignación por la forma en la que fracasaron las negociaciones del miércoles, pero ayer admitió que seguía «perplejo» y «arrepentido» por haber pensado que los cuatro sindicatos con los que fijó las bases de un acuerdo (SPJ USO, FeSP UGT, CSIF y CC.OO.) iban a mantener su opinión. Y también admite el vicepresidente de la Xunta que no fue capaz de «calibrar» la influencia de los otros tres (Alternativas na Xustiza CUT, STAJ y CIG), en los que ve intención de que siga la huelga por motivos que no quiso repetir, pero que en las últimas semanas identificó con la intención de hacerle daño político y de posicionarse para las elecciones sindicales del próximo año. Preguntado al término del Consello da Xunta sobre el motivo por el que el Gobierno negoció solo con cuatro centrales, Rueda consideró que es una duda que tienen que despejar los propios portavoces, a los que vio «cómodos» y satisfechos con el preacuerdo

La última propuesta se difundió ayer internamente para que los funcionarios conozcan «o esforzo» realizado, y Rueda se mostró especialmente crítico con la propuesta de que solo aquellos trabajadores que hayan participado en la huelga puedan acceder al plan para recuperar el trabajo, que supondría el cobro de horas extras. «A sociedade non o entendería», dijo antes de pedir disculpas a la ciudadanía por los efectos de la huelga y de referirse a los funcionarios que no están de acuerdo con el paro, «aos que non lles consultan nada».  

Asambleas de los sindicatos

Tras el fallido intento de acuerdo del miércoles y la ruptura total de las negociaciones con la Xunta, los sindicatos celebraron este jueves asambleas informativas en las ciudades. En esas reuniones pulsaron la opinión de los trabajadores y la conclusión que han extraído las centrales es que cuentan con su respaldo para continuar con la huelga. «Esta huelga tiene que servir para que esto no vuelva a ocurrir, para que no nos vuelvan a discriminar», señaló en Vigo la sindicalista Mercedes Vázquez. «La gente no está quemada, está indignada con la Xunta, culpan al vicepresidente Rueda. La Justicia no les interesa nada», añadió.

Como en Ourense, en Vigo también se plantearon ayer distintas medidas que alivien la situación económica de los trabajadores, como que los huelguistas pasen a trabajar dos días a la semana, aunque la opinión mayoritaria en la asamblea fue la de optar por mantenerse firmes y continuar el paro, informa Enrique Vázquez Pita.