Sito Miñanco, delatado por micros ocultos en coches, casas e, incluso, en una portería de fútbol

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

Emilio Moldes

El cambadés usaba móviles encriptados y las reuniones con otros miembros de la red se celebraban principalmente en lugares públicos

20 abr 2018 . Actualizado a las 12:33 h.

Micros ocultos en coches, viviendas e, incluso, en una portería de fútbol en Vilanova de Arousa . Con estos sofisticados métodos de grabación la policía logró burlar las grandes medidas de seguridad que adoptaba José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñancoantes de ser detenido en el marco de la operación Mito. Así lo revela el sumario del caso, según informa El País

Los agentes lograron ocultar los micrófonos en el coche que utilizaba habitualmente Sito Miñanco, un Saab 93, y en otros dos vehículos. También los escondieron en los salones y las cocinas de tres casas y, lo más llamativo, en una portería en un campo de fútbol de la localidad pontevedresa de Vilanova de Arousa. Allí, al lado de la portería, los integrantes de la red mantenían encuentros secretos.

El informe policial, según dice El País, destaca que en las grabaciones se puede oír incluso el ruido de las máquinas de contar dinero o cómo introducían los fajos en cajas metálicas para ocultarlos en los coches. Y lo más importante para los investigadores, llegaron a grabar las conversaciones de Sito Miñanco en el interior del Saab 93.

 «Si la policía lo tiene, estamos jodidos, Quique. Si la policía te aborda en medio del Atlántico, eso es que saben que va». Es lo que le dijo Sito Miñanco a su socio, el colombiano Luis Enrique García Arango, el pasado 5 de octubre cuando conocieron que la Policía Nacional había interceptado en el Atlántico un barco con 3.600 kilos de cocaína. 

También recoge El País que la investigación contra Sito Miñanco se inició el noviembre del 2015 y que en un primer momento incluyó seguimientos, muchos de los cuales tuvieron que abandonar por las maniobras evasivas que realizaban los miembros de la red. Las reuniones se celebraban en lugares públicos y siempre dejaban los móviles en casa para no dar su ubicación. Miñanco manejaba tres móviles encriptados y llegó a gastar 700.000 euros para instalar en los barcos que utilizaba un sistema de telecomunicaciones vía satélite que cifraba los mensajes. 

Sito Miñanco fue detenido el pasado 5 de febrero en el marco de una macrooperación contra el narcotráfico y el blanqueo de capitales que se desarrolló en varios puntos de la península y que fue dirigida por la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela. En la operación también fue detenida su hija Rosa María y los lugartenientes de la red, entre ellos David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña

Sito Miñanco estaba en semilibertad desde abril del 2015, cuando obtuvo este régimen penitenciario en la cárcel de Algeciras, localidad gaditana donde residió desde entonces, supuestamente con un trabajo como vigilante de un aparcamiento. Levantó las sospechas de la Policía Nacional por no llevar un nivel de vida acorde con su situación personal.

Su detención se produjo precisamente cuando abandonaba el CIS y se dirigía al garaje donde está contratado. Agentes nacionales lo arrestaban como supuesto líder de una organización que, si bien ya no parece disponer de capacidad adquisitiva para adquirir grandes partidas de cocaína, sí puede tener medios y capacidad suficientes para encargarse de su transporte. De hecho, tal y como confirmaron desde la Audiencia Nacional, en este operativo, bautizado como operación Mito, «no se buscaba droga [...], sino descabezar la organización que se encargaba de los traslados» de los alijos.

De hecho, los investigadores consideran que esta organización está detrás de los 3.600 kilos de cocaína colombiana que fueron interceptados a principios del pasado octubre a bordo del remolcador Thoran. El abordaje de esta embarcación se produjo cuando se encontraba a 540 millas de las islas Canarias, lo que, entre otras cosas, puso de manifiesto que los clanes de la droga siguen decantándose por la ruta atlántica a la hora de introducir la coca en territorio nacional.

Cuando fue detenido Sito Miñanco tenía pendiente un juicio por blanqueo en Pontevedra junto a su exmujer, María Rosa Pouso; su hija mayor, Rosa María Prado; su cuñada, Josefa Pouso; y José Alberto Aguin Magdalena. El 1 de marzo la recusación de dos magistrados de la Audiencia obligó a suspender la vista. El fiscal solicitaba seis años de cárcel y diez millones de euros para el cambadés y los otros cuatro encausados.

Tras la suspensión del juicio, Sito Miñanco fue trasladado desde la prisión de A Lama, donde estaba temporalmente, a la de Alcalá Meco