Sale de la cárcel con fianza de 30.000 euros el hostelero de Vigo investigado por abusar de dieciocho menores

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

óscar vázquez / Policía nacional

La Fiscalía pide para el supuesto pederasta 54 años de prisión

19 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Audiencia Provincial de Pontevedra dictó este miércoles un auto de libertad provisional que ordena la salida de prisión de Carlos V. I., un hostelero de 42 años de Vigo apodado el Papi o Papuchi. La Fiscalía pide para el supuesto pederasta 54 años de prisión por abusos sexuales a 18 menores con exhibicionismo y provocación sexual. Cinco tenían menos de 16 años. La acusación particular eleva a 21 el número de víctimas.

El auto judicial da por válido el cheque de 30.000 euros que el acusado pagó como fianza el pasado viernes. Debían transcurrir 72 horas para que el tribunal comprobase el ingreso en el banco. Tras dictar el auto de libertad, envió un fax a la cárcel de A Lama para que liberase al recluso preventivo. La única salvedad es que debe estar alejado de Vigo hasta el juicio.

Papuchi llevaba en prisión provisional casi un año, desde su arresto en abril del 2017, y espera por la celebración del juicio en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. La vista podría tener lugar a finales de año o comienzos del 2019 y la Fiscalía propone que sea a puerta cerrada y con biombo, ya que cree que el proceso puede afectar a la intimidad y la indemnidad de los menores. Por ello, pide que se impida el contacto visual entre los perjudicados y el acusado, que no se identifique a los afectados ni se difundan los hechos que sufrieron.

La reconstrucción de los hechos realizada por el ministerio público describe el modus operandi del sospechoso para, presuntamente, abusar de sus víctimas. La investigación, según los datos recogidos por la Fiscalía, se centran en episodios del 2015 al 2017, cuando el hostelero regentaba una pizzería de Vigo que estaba de moda entre los menores.

La Fiscalía concluye en su escrito que el plan del encausado consistía en obtener el número de móvil de los adolescentes y luego les enviaba selfis a través de la aplicación Snapchat, que borra los archivos ya leídos. Les retaba a que le devolviesen fotos similares de ellos, pero la mayoría se negaron. También dice el escrito de acusación que para ganarse su confianza, Papuchi aparentaba opulencia. Los iba a recoger al colegio en su Maserati o su Mercedes, los invitaba a comer o cenar en su restaurante o los paseaba por la ría en su yate.

Hacía pandilla con los adolescentes y, según la tesis que sostiene el fiscal, camuflaba sus abusos como bromas, juegos eróticos o apuestas en grupo.

Le acusan de llevar a tres adolescentes a un club y pagarles una prostituta

La Fiscalía sospecha que el implicado se valía de la curiosidad que tenían los adolescentes por el mundo del sexo. Presuntamente, y siempre según el escrito acusatorio, Papuchi simulaba ser masajista terapéutico. Los fiscales le acusan de llevar a tres menores a un club de alterne y contratar a una prostituta para que les prestase un servicio sexual.

La Fiscalía pide para el acusado 54 años y nueve meses de cárcel por abusos sexuales continuados, mientras que la acusación particular ha elevado a más de 60 años de prisión su petición de condena. El encausado se considera totalmente inocente.