¿Qué sabes de los antibióticos?

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

GALICIA

CEDIDAS

Alumnos de un colegio ourensano se enfrentaron ayer a las pruebas PISA para conocer su destreza académica

18 abr 2018 . Actualizado a las 17:25 h.

Un grupo de escolares de cuarto curso de la ESO del colegio Luis Vives de la capital ourensana se enfrentó este martes a las pruebas PISA, el programa trienal para la evaluación internacional de alumnos de la OCDE con el que se pretende conocer si los jóvenes de entre 15 y 16 años (los nacidos en el 2002), a punto de terminar sus estudios obligatorios, están preparados para enfrentarse a la edad adulta. No serán los únicos. Sesenta centros educativos gallegos, elegidos al azar, acogerán estas pruebas hasta finales de mayo.

La convocatoria presenta varias novedades que sorprendieron a los escolares ourensanos, como fueron las cuestiones más personales, sobre sus hábitos sociales o sobre sus familias. «Nos preguntaron por la profesión de nuestros padres y sus estudios. También por nuestros profesores, si mostraban interés, y cómo eran las aulas del colegio. Si teníamos Internet en casa y qué hacemos en nuestro tiempo de ocio...», decía un escolar sorprendido. Y es que conocer el contexto social y cultural en el que se desarrolla cada alumno es otro de los objetivos que tiene la OCDE para entender mejor los resultados académicos. También, por primera vez, todos las pruebas fueron diferentes. No todos los alumnos tuvieron que responder a las mismas preguntas, aunque estas están preparadas para ser evaluadas de la misma manera.

Después de unas dos horas de exámenes, los alumnos ourensanos salieron, en líneas generales, contentos tras enfrentarse a cuestiones relacionadas con ciencias, matemáticas, compresión lectora y, por primera vez, con competencias globales. Estas últimas, para comprobar cómo con instrucciones básicas harían frente a situaciones habituales que se les pueden presentar en la vida.  

Presupuestos e impuestos

«Yo tuve una prueba de ciencias de una hora y otra de comprensión lectora con el mismo tiempo. En la primera me pidieron que razonara diferentes experimentos y explicara unas tablas y dibujos. Otros compañeros tuvieron problemas de matemáticas», explicaba ayer una de las alumnas. En la parte de compresión tuvo que leer tres textos «bastante largos» sobre diferentes temas. «Uno de ellos iba sobre el inventor de la luz, otro sobre el Machu Picchu y el último sobre una obra de teatro», dice. A partir de los textos le formularon varias preguntas «con trampa, para confundirte», afirma. Repitió uno de sus compañeros con Machu Picchu, aunque también tuvo que analizar un texto que versaba sobre la historia de un niño que tenía que cuidar a sus primos. A su lado, otro joven explica: «A mí me tocó de economía y matemáticas. Había cosas que dimos en la evaluación y otras que ni me sonaban». Tuvo que demostrar sus conocimientos sobre presupuestos, impuestos e inflación. «Estas eran complicadas», sentencia. Las competencias financieras, que este año se presentan por primera vez, no se analizarán en todos los centros educativos que participan en el programa, ya que este año están en fase experimental.

También hubo diferentes cuestiones relacionadas con geología y biología. «Me preguntaron para qué servían los antibióticos y nos pusieron unas pruebas de antibióticos contra bacterias. En geología nos enseñaron el dibujo de un tsunami que se iba moviendo. Nos ponían la profundidad y la distancia a la que estaba de la bahía. Con unas estadísticas tuvimos que completar todo su recorrido. Este era fácil», subraya un joven. Su amigo añade: «Yo tuve que leer un texto sobre un viaje a la isla de Pascua y otro sobre los hornos eléctricos en el que se hablaba sobre si eran peligrosos o no para el humano. Después te ponen unas preguntas tipo test que no son complicadas, pero que hay que leer atentamente para no confundirte. Esto todo con el texto delante». Las vacunas estuvieron presentes en el apartado de ciencias. En las pruebas preguntaron a los jóvenes sobre cómo se propaga una enfermedad entre el porcentaje de la población que está vacunada y el que no; y tuvieron que enfrentarse a un ejercicio sobre antibióticos en la leche y explicar por qué, si los hay, no se pueden hacer quesos.