El Sergas incentivará a los médicos que vayan a donde nadie quiere ir

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Propone compensarlos en la carrera profesional, los concursos de traslados o las OPE

17 abr 2018 . Actualizado a las 10:23 h.

Galicia tiene déficit de médicos en las especialidades de alergología, análisis clínicos, cirugía pediátrica, reumatología, medicina de familia y pediatría de atención primaria. No solo Galicia. Todas las comunidades tienen necesidades de facultativos, por lo que comunidades y Ministerio de Sanidad han creado un grupo de trabajo para buscar posibles soluciones a esta situación.

Una de las propuestas del ministerio es atraer a los médicos a zonas a las que nadie quiere ir. Para ello hay que modificar el Real Decreto 1146/2006, y el Gobierno central ya ha trasladado a las comunidades su iniciativa. El cambio va dirigido a los médicos que acaben su período de residencia y que vayan a aquellos puestos que las autonomías han catalogado como de difícil cobertura. Deberán estar un plazo mínimo de un año y un máximo de dos. Y tendrán incentivos para hacerlo, que debe determinar cada servicio de salud: bonificaciones para la carrera profesional, cómputo bonificado del tiempo de servicio prestado, para acceso a becas o a proyectos de investigación o para las bolsas de empleo temporal.

El Sergas ve con muy buenos ojos esta propuesta. «No creemos que deba obligarse a los profesionales mir, pero sí incentivarlos», explica el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa. Se trataría de primarlos al participar en futuros concursos de traslados o convocatorias de oposiciones, e incluso en la adquisición de grados de la carrera profesional. «Estamos negociando que uno de los aspectos a valorar sea el compromiso con la organización, y las personas que se están desplazando para trabajar en un hospital comarcal o en un centro de salud que consideramos de difícil cobertura se están comprometiendo, por lo que deberíamos primarlo de alguna forma», añade. La propuesta no solo incluye a los médicos que acaban de terminar el mir, sino a todos aquellos que opten por incorporarse a estas plazas.

El documento de propuestas para paliar el déficit de médicos no solo propone incentivar a los facultativos que vayan a zonas de difícil cobertura, sino otras como las prórrogas de jubilación, que ya hace Galicia; agilizar la creación de unidades docentes para poder formar a más mir, o facilitar el reconocimiento de los títulos de especialistas extracomunitarios, una medida que acaba de incorporar el Sergas en su reforma de la Lei de Saúde, no sin críticas por parte de los profesionales, que no lo ven la solución.

Algunas autonomías son partidarias de obligar a los profesionales

Galicia no es partidaria de obligar a los médicos que acaban el mir a irse a plazas de difícil cobertura. Pero no hay consenso entre las comunidades. Algunas sí creen que debe establecerse una obligatoriedad siguiendo el modelo del Ministerio de Defensa, que, tras formar a su personal, lo obliga a permanecer un tiempo antes de poder irse a otra empresa. En cuanto a las bonificaciones que proponen para los facultativos, coinciden con el Sergas en que pueden ser de tipo económico, con algún plus; en la carrera profesional; en concursos, o con preferencia para algunos trabajos.

«El residente debe tener un contrato al finalizar», dicen los colegios

«Todo lo que se dice en el documento lo hemos propuesto los colegios médicos y las sociedades científicas hace año y medio». José Luis Jiménez, presidente del Consello Galego de Colexios Médicos, asegura que las comunidades llegan tarde, «y Galicia, más». Por supuesto que son partidarios de incentivar a los médicos que se vayan a zonas de difícil cobertura, no solo con estabilidad e incentivos económicos, sino con un itinerario, asegurando a los facultativos que después tendrán facilidades para ir a un puesto más atractivo.

«Hay que buscar que el residente tenga un contrato encima de la mesa y que facilite que se cubran zonas de difícil cobertura», indicó Jiménez, quien recuerda que comunidades como Cantabria ya tienen contratos para retener a los mir con opciones estables. Pero hay muchas más lagunas, apunta, como la necesidad de ampliar las plazas de residencia, agilizar la creación de unidades docentes o incentivar la figura de los tutores.