La limitación a 90 que estudia Tráfico afectaría en Galicia a 2.000 kilómetros

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

25 países europeos ya tienen límites inferiores a 100 en sus carreteras convencionales

04 sep 2018 . Actualizado a las 13:04 h.

Reducir en 10 km/h el límite de velocidad supondría una disminución de la mortalidad cercana al 10 %. El dato, procedente de estudios de expertos en seguridad vial, es uno de los que expone la Dirección General de Tráfico para avalar la reducción de 100 a 90 km/h el límite máximo de velocidad genérica en las carreteras convencionales de España, decisión que el Gobierno incorporará en la anunciada reforma de la Ley de Tráfico, que está en fase de redacción. El plan afectaría a las vías que tienen doble sentido de circulación y que carecen de mediana física de separación, las más numerosas en España, y que cuentan con arcén de al menos 1,5 metros de ancho. Ese tipo de carreteras son el escenario de alrededor del 80 % de los accidentes mortales. En Galicia hay alrededor de 2.000 kilómetros de carreteras con esas características y que dependen del Ministerio de Fomento y de la Xunta.

La red viaria del Estado en Galicia tiene una extensión de 2.362 kilómetros y algo más de 1.400 corresponden a carreteras convencionales de doble sentido, vías nacionales que tienen un límite máximo genérico de 100 km/h, como es el caso, por ejemplo, de la N-VI.

En el caso de las carreteras autonómicas, dependientes de la Consellería de Infraestruturas, se calcula que en Galicia hay aproximadamente 400 kilómetros que tienen limitada la velocidad a 100 km/h por ser de doble sentido y tener arcén de 1,5 metros. Son vías en las que Tráfico también establecería la nueva limitación.

De todas formas, el plan que estudia la DGT permitiría que algunas de esas carreteras mantuviesen el límite de 100. «La reducción de la velocidad en carretera convencional sería a nivel genérico, pero con la posibilidad de que los titulares de las vías puedan aumentarla si el trazado es seguro y la vía está bien conservada», como explicó el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, al ofrecer los primeros datos sobre la propuesta.

«Reducir la velocidad genérica máxima a 90 km/h en algunos tramos y mantener otros a 100 en función de la calidad y seguridad del trazado nos sitúa con la mayoría de los países de la Unión Europea», explica Serrano, quien añade que esa reducción de velocidad «ahorrará mucho dolor, porque el 80 % de los muertos ocurren en carreteras convencionales».

Tiene razón el director de Tráfico cuando afirma que la propuesta situaría a España en la línea de la mayoría de la Unión Europea, porque son 25 los países que ya tienen en sus carreteras interurbanas limitaciones máximas de 90 e incluso menores. Llama la atención el caso de Francia, que ante el aumento del número de muertos en sus carreteras (3.477 fallecidos en el 2017) reducirá a 80 el límite máximo de velocidad en sus carreteras convencionales. El Gobierno galo espera que esa medida reduzca en más de 300 la cifra de víctimas mortales. En España, los excesos de velocidad causan alrededor de 300 muertos cada año.

Suecia, uno de los países con mayores y más activas políticas de seguridad vial, destaca en cuanto a la limitación en sus carreteras interurbanas. El máximo permitido en esas vías es 70.

Semana de controles intensivos de velocidad con radar

Tráfico ha puesto en marcha una nueva campaña de vigilancia intensiva de la velocidad. Los controles se centrarán en las carreteras convencionales, de doble sentido y sin mediana física de separación, en las que se producen la mayoría de los accidentes mortales. En esas vías los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán la vigilancia con radares móviles y estáticos, entre los que no están por ahora los equipos de la marca Velolaser, unos sistemas de última generación que la Guardia Civil ya utiliza en otras zonas de España y que por su pequeño tamaño pueden ser transportados en las motocicletas de Tráfico.

Mientras la Guardia Civil de Galicia espera por esos nuevos radares, la Policía Local de Pontevedra ya trabaja con al menos uno de la misma marca y características, como se puede comprobar en la fotografía que ilustra esta información. Las policías locales también colaboran en esta campaña, que «tiene como objetivo reducir la velocidad media a la que se circula por las carreteras gallegas», según fuentes de la Delegación del Gobierno en Galicia. La campaña intensiva de controles de velocidad en las carreteras convencionales se extenderá hasta el próximo domingo.

La Policía Local de Pontevedra controlaba este lunes la velocidad con un radar portátil como los que incorporará la Guardia Civil en breve
La Policía Local de Pontevedra controlaba este lunes la velocidad con un radar portátil como los que incorporará la Guardia Civil en breve EMILIO MOLDES

Las mismas fuentes aseguran que la consideración de la velocidad como uno de los factores de riesgo de accidente grave no está suficientemente asumida por la sociedad en general y por los conductores en particular. Y eso a pesar de que en alrededor de un 20 % de los siniestros mortales registrados en las carreteras interurbanas se pudo determinar que la velocidad excesiva fue un factor concurrente.