El Parlamento evita sancionar al diputado que rompió la foto del rey, pero ve su acción «digna de reproche»

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

BNG

La viceportavoz del BNG, Olalla Rodil, mostró su «abraio» por lo que interpreta que fue un intento del PP de socavar a quien piensa de manera diferente

14 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Mesa del Parlamento gallego, con su presidente al frente, Miguel Santalices, admitió ayer que «carece de competencias sancionadoras», ya sean de carácter económico o de restricción de derechos, para actuar contra el diputado Luís Bará (BNG), que rompió dos fotografías del rey Felipe VI durante una intervención ante el pleno. Un informe de los servicios jurídicos de la Cámara dejó claro que la acción de Bará, que es miembro del grupo de gobierno del Concello de Pontevedra y ejerció de director xeral de Creación e Difusión Cultural de la Xunta con Touriño, está protegida por la libertad de expresión y, sobre todo, por la inviolabilidad de la que gozan los parlamentarios a la hora de emitir votos u opiniones en el ejercicio de sus funciones.

El informe jurídico fue analizado ayer en las reuniones de la Mesa y la Xunta de Portavoces convocadas de urgencia por Santalices para explorar las posibles consecuencias que podría tener el gesto de Luís Bará. Y lo cierto es que va a tener más bien pocas.

Formalmente, los jurídicos dejan claro que la prerrogativa de la inviolabilidad no deja lugar a una sanción, amonestación o privación temporal de sus derechos parlamentarios. Otra cosa es que durante el debate en el que Bará rompió las fotos del jefe del Estado fuera llamado al orden hasta en tres ocasiones y persistiera en su actitud, pues en ese caso podría ser expulsado e incluso ser suspendido de sueldo, como hizo Santalices hace dos años con Xosé Manuel Beiras cuando se aproximó vociferando y haciendo aspavientos al escaño de un diputado del PP. No obstante, con Bará pasó el día y pasó también la posibilidad de reprobar su acción con mayor contundencia. Así que el máximo órgano de gobierno del Parlamento, la Mesa, tuvo que conformarse con darle al diputado un tirón de orejas simbólico, por entender que la destrucción de la imagen fotográfica del jefe del Estado en una sesión «é unha conduta digna de reproche», aparte de ser «impropia» en un miembro de la Cámara.

Y ni siquiera esta interpretación sobre la conducta que es digna o no de reproche fue compartida de forma unánime por todos los grupos representados en la Mesa. Desde luego que no lo fue por el BNG, que no tiene asiento en este órgano, y tampoco por En Marea.

En todo caso, el informe jurídico sí dejaba claro que Luís Bará pudo haber recibido una llamada al orden porque se vertieron «conceptos ofensivos» para las instituciones del Estado y su máximo representante.

?El gesto de Bará tuvo ayer su réplica en el Concello de Pontevedra, donde el nacionalista es concejal. Se celebraba un pleno y un edil del PP exhibió durante la sesión una foto en la que aparece él mismo con el rey.

El PP habla de «ofensa gratuíta» y el BNG, de intento de «amedrentar»

Los grupos políticos aprovecharon ayer la reunión de la Xunta de Portavoces para hacer lecturas diferentes del incidente protagonizado por Luís Bará. Para Pedro Puy, portavoz del PP, se trata de una «ofensa gratuíta» a la jefatura del Estado, así como «á democracia, ás liberdades e ao autogoberno que simboliza».

En cambio, Olalla Rodil, viceportavoz del BNG, aludió a la «excelente intervención» de Luís Bará en pleno, a la vez que mostró su «abraio» por lo que interpreta que fue un intento del PP de «amedrentar e amordazar a quen pensa diferente e a quen intenta cuestionar o relato único».

Antón Sánchez (En Marea) coincidió con el BNG en acusar al PP de intentar «coartar» la libertad de expresión en la Cámara, mientras el socialista Fernández Leiceaga defendió que la libertad de expresión debe tener «límites» en el decoro y dignidad de las personas e instituciones.