El PSOE recupera Sobrado dos Monxes en una moción de censura con intervención de la Guardia Civil

Dolores Vázquez SOBRADO DOS MONXES / LA VOZ

GALICIA

CESAR DELGADO

Todos por Sobrado pide que la sesión se declare nula y amenaza con acciones judiciales

13 abr 2018 . Actualizado a las 10:57 h.

El socialista Lisardo Santos volvió a asumir la alcaldía de Sobrado dos Monxes en un bronco pleno de moción de censura, en el que intervino la Guardia Civil y que fue interrumpido en varias ocasiones por los vecinos y también por la hasta ayer regidora, María Jesús García Souto (Todos por Sobrado), que entiende que la sesión es nula y llevará las actuaciones ante el Contencioso-Administrativo.

La jornada arrancó con la alcaldesa anunciando un aplazamiento del pleno porque no contaba con secretaria municipal, a la que obligó mediante decreto a disfrutar de sus vacaciones, ya que el día 19 se jubila. La funcionaria rechazó coger los días libres y fue quien presidió una sesión después de que los guardias civiles obligasen a miembros de la Plataforma Vecinal, recién creada y que apoya a García Souto, a dejar de bloquear la entrada del salón de plenos. Intervinieron porque los socialistas habían solicitado a la Subdelegación del Gobierno que se garantizase la celebración.

Santos había sido alcalde desde las últimas elecciones y hasta que hace un año otra moción de censura lo envió a la oposición. La llave en ambas operaciones la han tenido los concejales del PP. Si en su día dieron su apoyo a la formación de la alcaldesa saliente, que cuenta con dos representantes en una corporación de nueve, ayer los dos ediles del PP, junto al concejal no adscrito que salió de la candidatura popular y los cuatro socialistas, votaron a favor del cambio de gobierno. Solo lo hicieron en contra García Souto y su compañero de partido.

«Desautorización» del PP

La dirección del PP emitió ayer un comunicado en el que asegura que había «desautorizado expresamente» la moción, pero sus representantes en Sobrado la respaldaron desde el primer día. La marcha de su anterior portavoz, Jacobo Fernández, y su sustitución por Juan Vicente Aller, como no adscrito, fue lo que permitió celebrar la segunda moción de censura en el municipio en este mandato.

En el transcurso de la sesión fue desalojado un vecino que intentó impedir, con empujones a varios concejales, que se constituyera la mesa de edad que presidió el pleno, mientras numerosos vecinos acusaban a los firmantes de la moción de «corruptos».

García Souto, que interpeló en reiteradas ocasiones a la secretaria, cuestionando su actuación, y advirtió a los participantes de que podrían estar cometiendo un delito, aprovechó su turno de palabra para asegurar que la operación es «manifiestamente ilegal, profundamente inmoral y absolutamente irrespetuosa», además de vincularla a intereses particulares. Asimismo, cuestionó que el concejal no adscrito hubiese suscrito la moción de censura a los cinco minutos de coger el acta como edil y sin atender a su ofrecimiento de colaboración.

Santos, por su parte, volvió a incidir en el argumentario utilizado para el cambio del gobierno: la falta de gestión del ejecutivo local de Todos por Sobrado y la parálisis en la que tenía sumido al municipio. Tras defender la legalidad de la sesión, anunció que trabajará «como fixemos sempre e desde o principio» a favor de los vecinos. Del nuevo gobierno local de Sobrado solo avanzó que contará con Juan Vicente Aller, pero no desveló si incluirá también a los dos concejales del PP tras recibir ayer su apoyo.

A pesar del ambiente enrarecido y después de hora y media de pleno, los dos integrantes de Todos por Sobrado estrecharon la mano de Santos al finalizar la sesión.