El presidente de la Diputación de Lugo expulsa del gobierno al diputado rebelde

suso varela / e.g.souto LUGO / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

El PSOE intentará gobernar con diez diputados frente a los 15 de la oposición

12 abr 2018 . Actualizado a las 09:47 h.

El presidente de la Diputación de Lugo, el socialista Darío Campos, no esperó ni 24 horas para echar a Manuel Martínez de su gobierno tras la celebración del pleno en el que se constataron las diferencias de criterio del hasta ayer vicepresidente provincial con sus compañeros del PSOE sobre la gestión de las residencias geriátricas.

Campos firmó a mediodía el decreto de cese de Martínez, que además tenía las competencias de vías y obras y formaba parte de la comisión de gobierno. Ponía fin así a un mes de desavenencias públicas entre el alcalde de Becerreá y el presidente provincial, gran valedor hace 14 meses de que Martínez regresase a las filas socialistas. Para los mandatarios de la Diputación, no solo las votaciones de Martínez en contra del criterio de su grupo y junto al PP, sino algunas de sus declaraciones, con acusaciones veladas de que alguien se iba a beneficiar de la gestión de las residencias, sentaron muy mal entre los socialistas, que las calificaron de deslealtad.

Si hasta ahora el gobierno de Campos estaba en minoría (11 diputados) pero conseguía sacar adelante acuerdos importantes, como los presupuestos, con abstenciones o síes puntuales de PP (12 diputados) y BNG (2), el grupo socialista tendrá que gestionar un plenario con solo diez votos de 25. De esta manera, y hasta las elecciones de mayo del 2019, es casi previsible que Campos y su equipo sigan usando la comisión de gobierno para la gestión del presupuesto y los plenos queden prácticamente para el debate de mociones. «Continuamos a traballar con absoluta normalidade e con maior intensidade, somos un equipo de goberno no que prima a humildade, a responsabilidade e o compromiso cos veciños da provincia», explicaba ayer el presidente Campos en la presentación de los cambios en su gobierno.

Reestructuración del gobierno

Las atribuciones que tenía Martínez hasta ayer serán asumidas por una persona de total confianza de Campos, el alcalde de A Fonsagrada, Argelio Fernández Queipo, que ya había gestionado el área de vías y obras en otros mandatos y que además llevará las funciones de vicepresidente. La diputada Pilar García Porto ocupará el puesto en la comisión de gobierno que tuvo Martínez. El cargo de vicepresidente se lo ofreció Campos en un primer momento a Álvaro Santos, que ya ocupó ese puesto, pero declinó porque desde diciembre pasado fue elegido secretario general del PSdeG en Lugo y manifestó que prefería encargarse de primera mano de la gestión del partido en la provincia.

Anoche se reunió de manera urgente la ejecutiva provincial del PSOE con la intención de estudiar la situación en la que queda el grupo en la Diputación y las medidas que tomarán contra Manuel Martínez, que presumiblemente serán las de iniciar el proceso de expulsión del partido. Aun así, varias fuentes señalan que los trámites no serán tan rápidos como hace tres años, cuando Martínez permitió que la popular Elena Candia fuese presidenta de la Diputación durante cuatro meses.

Otro aspecto al que tendrá que enfrentarse el responsable del PSOE en Lugo serán las consecuencias que se derivarán de la expulsión de Martínez, ya que el alcalde de Becerreá tiene intención de presentarse otra vez a la alcaldía, pero como independiente, y podrían acompañarle en una plataforma provincial otros militantes del PSOE o que estuvieron vinculados al partido. Con ello, el equilibrio de fuerzas en la próxima corporación de la Diputación podría poner en peligro la presencia de los socialistas en el gobierno provincial, al que accedieron en el 2007 con Besteiro. Los movimientos de grupos independientes en el partido judicial de Chantada-A Ulloa y en el de Lugo tendrían consecuencias en el reparto de diputados provinciales.

En los movimientos para la creación de dicha plataforma independiente, voces solventes indican que ahora es preciso dejar pasar unos días para que se enfríe el asunto de la Diputación. En el plazo de una semana abordarán de nuevo la puesta en marcha de este proyecto, sobre el que ayer se habló en un almuerzo en A Ulloa.