Galicia activa el sistema eCall con el que los coches envían una alerta al 112 en caso de accidente

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA /LA VOZ

GALICIA

Atlas TV

Desde el 31 de marzo todos los vehículos comercializados deben incorporarlo de serie

12 abr 2018 . Actualizado a las 17:23 h.

En un accidente de tráfico, diez minutos pueden ser decisivos para la salvación de los ocupantes del vehículo. Por eso desde el día 31 de marzo todos los turismos y furgonetas ligeras de nueva homologación en la UE están obligados a incorporar el sistema de eCall o llamada salvavidas.

Se trata de una centralita que, al detectar mediante acelerómetros un fuerte impacto o al saltar los airbags, genera de forma automática una llamada con datos y voz a la central del 112 más próxima. Si alguno de los ocupantes está consciente, podrá hablar con la central de emergencias sin necesidad de tener un móvil a su alcance. Si nadie puede hablar, el sistema eCall hará llegar de forma automática al 112 los datos esenciales para poder enviar la ayuda adecuada. El propio vehículo remitirá información sobre su localización con las coordenadas exactas, el tipo de combustible utilizado y el número de pasajeros, que puede saberse gracias a los sensores de los cinturones de seguridad. Además, con la intermediación de la Dirección General de Tráfico, el 112 tendrá información sobre las características del vehículo, su matrícula y su número de chasis.

La eCall permite ganar un tiempo de respuesta vital. El sistema incorpora además un botón de alerta para contactar de forma manual con el 112 ante cualquier otra emergencia que no sea el fuerte impacto que genera la llamada automática.

El Centro Integrado de Atención ás Emerxencias de Galicia (CIAE-112), en colaboración con el Centro Tecnolóxico de Automoción de Galicia, ha activado el día 1 el sistema de recepción de avisos eCall. Ayer se estrenó con un simulacro de llamada salvavidas realizado a la central de A Estrada desde un vehículo situado en O Porriño.

La DGT estima que el sistema podría llegar a salvar 2.500 vidas al año en Europa cuando esté introducido en todos los vehículos.