Un diputado del BNG rompe la foto del rey para cuestionar la ley mordaza

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Voz

El PP pidió que se tomen medidas «legais» contra Luís Bará al comprobar que el Parlamento no reprobó su actitud

12 abr 2018 . Actualizado a las 00:16 h.

En un gesto sin precedentes, y que está por ver si tiene algún tipo de implicación legal, el diputado del BNG Luís Bará subió ayer a la tribuna del Parlamento gallego desplegando la bandera de su formación política y exhibiendo dos retratos del rey Felipe VI, que rompió de inmediato ante la mirada atónita de una parte del hemiciclo. «Romper este retrato é abecé de democracia», proclamó Bará desafiante, mientras el diputado popular Miguel Tellado reprobaba su actitud fuera de micro, retándolo a hacer lo mismo en la calle sin contar con la protección de la inmunidad parlamentaria.

El incidente tuvo lugar hacia el mediodía, justo cuando Diego Calvo, vicepresidente primero de la Cámara, se encargaba de dirigir la sesión plenaria en ausencia de Miguel Santalices. «Vou poñer aquí a bandeira, que ten que ver coa miña intervención», previno Bará antes de iniciar su intervención, en la que acabó rompiendo las fotos del jefe del Estado para reclamar la derogación de la llamada ley mordaza.

El gesto de Luís Bará, que desconocían de antemano tanto el BNG como los demás grupos, desató una tensa polémica en el Parlamento por sus posibles implicaciones, que mantuvo paralizados a los máximos responsables en la respuesta. De hecho, el diputado nacionalista no fue amonestado ni llamado al orden en ningún momento, ni tampoco suscitó comentario alguno entre las diputadas del PSOE y En Marea que lo sucedieron en el uso de la palabra.

La foto con Otegi

En cambio, el popular Alberto Pazos sí aludió al incidente, tildando a Bará de ser el «James Dean do nacionalismo, un rebelde sen causa», antes de exhibir él mismo una fotografía que se sacaron varios dirigentes del BNG con Arnaldo Otegi. «Mentres non a rompa, non lle admitiremos unha soa lección», dijo Pazos, antes de hacer añicos la imagen también desde la tribuna.

Luís Bará no se arredró en la réplica y aprovechó el debate contra la ley mordaza para hacer constantes referencias a la situación política de Cataluña y para hablar de España como un «Estado de excepción», claramente «autoritario» y en el que «non hai separación de poderes nin garantías democráticas».

Tras la intervención, en el PP se abrió un debate sobre si deberían haber actuado con mayor contundencia tanto desde la Mesa como desde el grupo contra el gesto de Bará. Y la conclusión pareció ser afirmativa, pues el portavoz, Pedro Puy, solicitó una cuestión al término de la sesión matinal para pedir que «se saquen as consecuencias legais oportunas» del gesto contra el rey.

Casi en paralelo, la portavoz de Ciudadanos en Galicia, Olga Louzao, vio un resquicio para irrumpir en la discusión y cargar contra la «radicalidad» y la «irracionalidad» del BNG, al tiempo que afeó que el PP empleara «el mismo método de confrontación» rompiendo la foto de Otegi.

Nota del presidente

Al final de la jornada, el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, intentó reconducir la situación difundiendo una nota en la que avanzó que trasladará los hechos a la próxima reunión de la Mesa y la Xunta de Portavoces, al tiempo que recordó la obligación de los diputados de respetar «a orde, a cortesía e a disciplina parlamentarias», pero sin ninguna consecuencia concreta.

Feijoo se encara con Villares por «manchar» con el contrabando al expresidente Albor

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, mantuvo ayer en un Parlamento un tenso careo con el portavoz de En Marea, Luís Villares, después de que este sacara a colación el nombre del primer presidente electo de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, para evocar un encuentro que tuvo con contrabandistas gallegos en Portugal en 1984, por el que Albor dio en su día explicaciones en el Parlamento, y para reprochar que la Administración de Rajoy le concediera una medalla al mérito en el trabajo en su centenario «cando levaba tres anos sen traballar», dijo, como miembro del Consello Consultivo de Galicia.

Villares reconvirtió su pregunta a Feijoo, que inicialmente giraba en torno al proyecto de construcción de la autovía A-57, que rechaza En Marea, pese a que pretende ser una alternativa libre de peajes a la AP-9, para poner al expresidente Albor en el punto de mira, entre pataleos y abucheos de la bancada del PP.

Feijoo le dijo abiertamente que se había equivocado y que, como magistrado en excedencia, no ofrecía garantías de que fuese a respetar en el futuro la presunción de inocencia de nadie. También invitó a Villares a revisar las intervenciones en el pleno de dirigentes nacionalistas o comunistas coetáneos de Albor, como Camilo Nogueira o Anxo Guerreiro, pues aseguró que trataron siempre «con respecto» al presidente de la Xunta, mientras que Villares optó por «manchar» su figura. Y acto seguido soltó: «Aínda que vivise dúas vidas, non lle chegaría á altura en dignidade ao presidente Albor», le espetó a Villares entre aplausos del PP. Y concluyó la intervención el mandatario gallego pidiendo a Villares que no intente arreglar por su cuenta sus problemas internos en En Marea.