El fiscal pide 16 años para la mujer que plantaba fuegos con velas aromáticas

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

La mujer, de Cerceda, fue detenida «in fraganti» en agosto del 2016

07 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vecina de Pumar (Cerceda), M. G. G., de 59 años, se enfrenta a una petición del fiscal de hasta 16 años por un delito continuado de incendio forestal con peligro para la integridad física de las personas, o de hasta seis en caso de que ese riesgo personal no quede acreditado. Será juzgada la próxima semana en la Audiencia Provincial de A Coruña por unos hechos que ocurrieron en el verano del 2016. Entre julio y agosto se produjeron diversos incendios en las proximidades de su ámbito de actuación, de los que al menos 15 fueron controlados por el personal de la Xunta, que detectó que ocurrían siempre a primera hora de la mañana o de la tarde. Fue entonces cuando la Guardia Civil comenzó un seguimiento de la sospechosa, que habitualmente llevaba a su marido a su trabajo en una gasolinera, unos días en el turno de la mañana y otros en el de la tarde.

Así, el 12 de agosto se pudo constatar su participación directa en varios incendios. El primero, en Portofranco, usando velas (muchas de ellas aromáticas), mecheros (cuando se le incautaron, uno tenía el logo «Amo Galicia») y papel. Fue escaso, apenas 40 centímetros de diámetro en un eucaliptal, porque un vecino lo vio y lo apagó. Mientras, la mujer plantó otro fuego a 140 metros del anterior, y a apenas 20 metros de la casa del vecino que había sofocado el primero, que también lo vio y lo apagó.

La procesada se dirigió después a una nave almacén del Concello con maquinaria, residuos y material de limpieza, rodeada de pinos, y de nuevo dejó una vela encendida, además muy próxima a dos casas. Un empleado que llegaba a trabajar la vio y la apagó, y no se propagó el fuego. En su camino incendiario, según el escrito del fiscal, paró más tarde en la calle Fernando González Laxe y plantó fuego en seis parcelas con el mismo procedimiento de la vela. Ardieron más de 4.700 metros de arbolado diverso, y debieron desplazarse a la zona los bomberos de Ordes para su extinción. No quedó ahí su periplo: hizo fuego en dos lugares más de la vía, uno con resultado escaso, apenas 80 centímetros en un eucaliptal, y otro de 1,30 por 1,20 metros en un pastizal. No se extendieron más (muy cerca había una vivienda habitada) gracias a la intervención de los agentes que la seguían.

La incendiaria fue detenida de inmediato. Llevaba en los bolsillos un mechero, dos velas pequeñas, papel y pañuelos, y en el coche tenía cinco velas más, cinco mecheros, una caja de cerillas y un mechero de cocina.

El fiscal, en su escrito, no solo refleja estas circunstancias, sino que el día anterior, en Cerceda, hubo temperaturas máximas de 28 grados, y el que la detuvieron, de 33, con una humedad de hasta el 30 % y rachas de viento de 30 kilómetros por hora, de ahí que en la localidad había «un riesgo de incendios extremo, circunstancias no solo conocidas por la procesada, sino aprovechadas por ella».

No queda acreditado que la detenida plantase cinco fuegos entre los días 10 y 11 de ese mes.

La mujer estuvo en prisión preventiva siete meses. Además de la petición de cárcel, se incluye multa de 20 meses a 10 euros por día, el comiso de su coche y el pago a la Xunta 828 euros por las extinciones.