¿Y si perdiésemos todos estos paisajes?

GALICIA

Gladys Vázquez / Daniel R. Portela

El foco está puesto sobre As Catedrais y su erosión. La naturaleza cambia y eso es imparable, pero muchos escenarios gallegos se destruyen debido a la acción del hombre

09 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Siempre entre los destinos más visitados, la playa de As Catedrais se convertía hace unos días en el escenario de un desgraciado accidente. El desprendimiento que acababa con la vida de una joven vallisoletana pone de manifiesto de la forma más dramática que la naturaleza no para de moverse. ¿Es la consecuencia de la erosión natural o un efecto más de la mano del hombre? Aunque estemos ante procesos de cientos de años, ¿estamos a punto de perder alguna de las joyas de nuestra naturaleza tal y como las conocemos?.

As Catedrais

La erosión creó estas espectaculares estructuras y también va a acabar con ellas
La erosión creó estas espectaculares estructuras y también va a acabar con ellas PEPA LOSADA

El famosísimo arenal de Ribadeo está en el foco de la noticia. El geólogo Juan Ramón Vidal Romaní siempre señala una fecha: «As Catedrais se formaron hace 135.000 años. Que evolucionen es lo natural». Hace solo unos días en La Voz de Galicia, este experto recomendaba la «creación de unos corredores, unos itinerarios seguros. También no acceder a la base del acantilado». Mantiene que el desprendimiento en este monumento natural gallego no tiene que ver con la acción marina. «La gente que camina sobre los acantilados acelera la degradación y hace que aumenten las filtraciones de lluvia que provocan estos desprendimientos».

Su majestuoso aspecto hizo que la BBC la eligiese como una de las protagonistas de su obra maestra de los océanos. El documental pone al arenal lucense como «ejemplo de espectacular erosión».

Cabo Ortegal

En la zona de Ortegal ya se han registrado deslizamientos
En la zona de Ortegal ya se han registrado deslizamientos MANUEL MARRAS

Para Juan Ramón Vidal Romaní, esta zona es una de las más sensibles a día de hoy. Aquí la mano del hombre no ha llegado, pero sus excepcionales acantilados se están moviendo. El área más afectada es la que se encuentra entre San Andrés de Teixido y Cabo Ortegal. En este tramo se encuentra Víxía Herbeira. «Se está cayendo todo el monte. Se ven unas lajas de roca de entre 15 y 20 metros de ancho y 400 metros de largo que se están desplazando. Un poco más al norte de Vixía Herbeira se está cayendo todo el terreno. La zona tiene 600 metros de altura y es lógico que estén afectados los acantilados. En realidad hay poca zona de Cabo Ortegal no afectada. San Andrés de Teixido también se mueve. Lo hemos visto en la vegetación».

A Percebeira

A Percebeira, antes de desplomarse
A Percebeira, antes de desplomarse SANTIAGO GARRIDO

Hace poco más de dos años se «desplomaban As Catedrais de Razo». El litoral de Carballo perdía así uno de sus estampas más simbólicas. Se caía el arco de A Percebeira. «Fue un preludio de lo que puede ocurrir en As Catedrais a lo largo de los próximos siglos o incluso mañana mismo. Es inevitable. Razo es una zona más joven que As Catedrais. El proceso es similar, pero a menor escala».

A Percebeira, tras el derrumbe
A Percebeira, tras el derrumbe SANTIAGO GARRIDO

Playa de As Illas

 

La playa de As Illas, en Ribadeo, están consideradas unas pequeñas «Catedrais»
La playa de As Illas, en Ribadeo, están consideradas unas pequeñas «Catedrais» C.F. SOUSA

La Voz de A Mariña ponía hace días el foco en un paisaje muy cercano a As Catedrais. A menos de dos kilómetros se encuentra el arenal, también ribadense, de As Illas que también cuenta con grandes espectaculares formaciones rocosas. En 2014, Antonio Gregorio Montes, catedrático de Física y Química ya documentaba en su blog la pérdida de alguno de sus arcos.

Túnel de Montefurado

Montefurado no soporta las repentinas crecidas del Sil
Montefurado no soporta las repentinas crecidas del Sil CARLOS RUEDA

Las fuertes crecidas del río Sil están muy cerca de provocar el derrumbe del túnel romano de Montefurado. «Es este caso se trata de una destrucción causada por la mano del hombre. Cuando se abren las compuertas de los embalses y se suelta el agua, el caudal del río toma una gran altura. El agua baja con tal fuerza que acaba con todo lo que hay», explica Vidal Romaní. Y es que el túnel de Montefurado pasa así a soportar el volumen de agua el Sil multiplicado por cuatro o cinco. La constante acción de apertura de las compuertas de los embalses está anunciando ya el final de esta cavidad del siglo II, ideada para extraer oro del lecho del río. Lo que se ve a día de hoy es menos de la mitad de lo que era antes de 1934, cuando ya sufrió un derrumbe.

Las playas

La mayoría de los arenales se encuentran en alerta roja
La mayoría de los arenales se encuentran en alerta roja CARLOS FERNANDEZ SOUSA

Para los expertos, casi el conjunto de los arenales de Galicia está «en riesgo». El movimiento de las playas forma parte de la naturaleza, pero otra cosa es que el efecto de la población y el urbanismo estén acelerando su desaparición. «Están en regresión total», explica Vidal Romaní. «Corrubedo, Carnota, Caldebarcos, Traba, son muchas. La transformación tiene que ver con la subida del nivel del mar. Ese ascenso va empujando la arena hacia dentro. Lo verdaderamente dramático es que después esa arena no tiene hacia donde moverse. No puede retroceder porque hay carreteras o urbanizaciones. Las playas están muertas», sentencia el geólogo.

A Frouxeira

Máquinas trabajando en la apertura de A Frouxeira
Máquinas trabajando en la apertura de A Frouxeira ANGEL MANSO

En el caso de las lagunas, el proceso es parecido al de los arenales. Según Vidal Romaní, «todas están en riesgo de desaparecer: Baldaio, Barrañán o Louro». El caso de A Frouxeira, en Valdoviño, es especialmente llamativo: los problemas de inundaciones que sufren los vecinos han llevado a su apertura y cierre artificial de forma constante. La última vez el pasado mes de enero. El alcalde de Valdoviño, Alberto González, pedía una reunión urgente con Conservación da Natureza.

Las dunas

Durante años, se caminó por encima de las dunas de Corrubedo
Durante años, se caminó por encima de las dunas de Corrubedo

Sabemos que estas enormes acumulaciones de arena son efímeras. El viento va a acabar desplazando sí o sí su arena, pero el problema es hacia dónde. Corrubedo o Monte Branco, en Camariñas, son dos de los grandes ejemplos gallegos. Construcciones naturales de enorme valor geológico, pero también refugio de valiosa fauna y flora. «En el caso de Monte Branco la duna está intentando hacer su movimiento natural, pero no puede migrar hacia dentro: hay un bosque de pinos que impide que avance. En otros casos, el problema son de nuevo las carreteras o los edificios», insiste este experto.

Las rías

Los dragados de las rías pueden acelerar la erosión de las playas
Los dragados de las rías pueden acelerar la erosión de las playas PACO RODRÍGUEZ

Rías gallegas y contaminación son a día de hoy una inseparable pareja. Es la repetida solución para el caso coruñés de O Burgo. La aprobación de la declaración de impacto ambiental ya está sobre la mesa, pero esta acción no deja de preocupar a los geólogos. «El problema de dragar las rías es que van a hacer hueco para que el agua entre. Cuando sube y baja la marea, el agua se acelera y provoca mayor erosión. En el caso de O Burgo, esta acción podría provocar daños importantes en el arenal de Santa Cristina».

Los «coídos» de la Costa da Morte

Los visitantes apilan los «coídos» en la Costa da Morte
Los visitantes apilan los «coídos» en la Costa da Morte Vidal Romaní

Los recordamos teñidos de negro tras la catástrofe del Prestige, pero ahora son las manos de los visitantes los que están terminando con estos cantos rodados que reinan en la Costa da Morte. Estos espacios abundan entre Cabo Vilán y Camelle, pero sus piedras no se están moviendo precisamente de forma natural. Los paseantes han decidido apilarlos en forma de torres. «La gente debería saber que están destruyendo playas con más de 8.000 años. Se ha puesto de moda y el daño es enorme», comenta Vidal Romaní.

Algo similar sucede en el entorno del Castro de Baroña, en Barbanza. Las advertencias del concello no son suficientes: es habitual ver construcciones formadas por piedras en las cercanías del yacimiento. Cuando los visitantes ven las repeticiones de esas peculiares torres, deciden unirse con una propia. La vigilancia se reforzó, pero no es suficiente. Y eso que el castro de Baroña es un Bien de Interés Cultural.