La alerta por sequía, declarada en enero del 2017, se retirará mañana tras las lluvias de los últimos meses

Susana Acosta
S. Acosta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

Marzo ha sido el mes más lluvioso de los últimos 17 años

05 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Que Galicia siga en prealerta por sequía suena casi a chiste después de lo que ha caído en los últimos tres meses. Pero esta situación llegará a su fin a partir de mañana cuando se reúna la Oficina Técnica da Seca, que será la que decida oficialmente el levantamiento de esta situación. A partir de ese momento ya se puede afirmar que la comunidad recuperó la normalidad en cuanto a la situación de los sistemas fluviales y de los embalses. Aunque un simple vistazo al agua que corre por los ríos o a los embalses gallegos permite ya anunciar el fin de la sequía en Galicia. Además, tanto la Xunta como la Confederación Hidrográfica Miño-Sil dejan entrever que se levantará el estado de prealerta y que por fin se dará carpetazo a 15 meses de sequía: «Podemos decir que con las lluvias tan continuas del último trimestre estamos en condiciones de que toda la demarcación pueda pasar a la normalidad», indican desde Augas de Galicia, entidad dependiente de la Xunta y encargada de gestionar la demarcación Galicia-Costa. Algo más prudente se muestra la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, que, si bien recalca que la decisión de levantar las alertas dependerá de los informes, «todo parece indicar que así será».

Lo cierto es que los embalses gallegos se encuentran en una situación idónea para afrontar los meses de verano. Los de Galicia-Costa superan ya el 90 % de ocupación, cuando la media de los últimos años se encuentra en el 73 %. En el caso de las presas de abastecimiento, están al 85 %, superando el valor medio, que está en el 81 %. Los embalses de la demarcación Miño-Sil también se encuentran por encima de la media, al registrar casi un 81 % de ocupación, frente al 74 % de los últimos años.

Las continuas borrascas y las intensas precipitaciones han sido las responsables en este cambio de tendencia. Desde el paso de Ana, a mediados de diciembre, no ha parado de llover, lo que supuso un punto de inflexión cuando la situación era más crítica. Sobre todo, en la ciudad de Vigo, que ya había iniciado la cuenta atrás para agotar sus reservas de agua potable. A la falta de precipitaciones acumuladas durante casi doce meses se le unieron los problemas para potabilizar la poca agua que quedaba en el embalse de Eiras, que abastece a la urbe más grande de Galicia.

El marzo más lluvioso en 17 años

A partir de ese momento, las precipitaciones fueron constantes y continuas. Justo lo que se necesitaba para poder llegar a la situación de normalidad en la que nos encontramos ahora. Incluso en algunas zonas se puede decir que ha llovido más de lo normal, sobre todo, en el último mes, que fue el marzo más lluvioso de los últimos 17 años, solo superado por el 2001, según informa Aemet. Pero además en Ourense fue el marzo más lluvioso de los últimos 45 años. Es decir, que desde 1973 no se registraba un tercer mes del año con tanta lluvia en la capital de As Burgas.

Este marzo también fue el más frío de los últimos 32 años. Hay que remontarse hasta 1986 para hallar registros de temperaturas tan bajas. En algunas ciudades, como Vigo y Santiago, hay que ir más allá, hasta 1979, para encontrar un mes de marzo tan frío. Las temperaturas más bajas se registraron el día 22, con heladas generalizadas en el interior de Galicia. Y la mínima absoluta se marcó en Beariz, con -5,9 grados.