Vigo estrena su depuradora de 200 millones para sanear el Lagares y la ría

manu otero VIGO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

La ministra Tejerina, Feijoo y Caballero la sitúan en la élite de las plantas europeas, pero los ecologistas dudan de su capacidad

04 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«La obra hidráulica más importante de los últimos 30 años», «un proyecto puntero», «la mejor de España y de las mejores de Europa», «garantiza medio siglo de respeto al medio ambiente». Son solo algunas de las afirmaciones realizadas por la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero; para ilustrar la importancia de la recién inaugurada depuradora del Lagares. Las expectativas generadas por esta bestia de la ingeniería solo son comprables con los 208 millones de euros que costó hacerla realidad. Una inversión cuyo principal objetivo es poner fin a los vertidos de aguas residuales a las marismas del Lagares, a las playas de su desembocadura y a la ría de Vigo.

Para hacer realidad este viejo anhelo que se convirtió en obligación por orden de la Unión Europea bajo amenaza de multa ejemplar si se seguía contaminando, ya está en funcionamiento una planta que ocupa más de 60.000 metros cuadrados de superficie completamente integrada con el paisaje y respetuosa con el medio ambiente. Para depurar las aguas residuales incorpora un sistema de desinfección por luz ultravioleta, que se complementa con la acción bacteriana para eliminar el nitrógeno y la materia orgánica del fluido. Además tiene capacidad para generar, a partir de biogás, parte de la energía eléctrica que precisa para su funcionamiento. Y el tener todos los equipos bajo techo, además de los últimos avances tecnológicos, contribuye a eliminar olores, otro de los lastres que arrastraba la vieja estación.

Todas las virtudes exaltadas ayer por los tres mandatarios políticos durante su visita a la planta generan escepticismo en grupos ecologistas como Amigos da Terra, cuyo coordinador en la ciudad, Antón Lois, recuerda que en el estreno de la vieja depuradora ya prometían que «se iban a terminar los vertidos, pero era mentira». Por ello, exigen transparencia a los gestores de la nueva infraestructura «para saber si la depuradora depura». Haber construido una planta de tales dimensiones es un error según este colectivo. «Sería más sensato una red de depuradoras más pequeñas y mejor dimensionadas; así, si hay una avería saldrá toda el agua sin depurar», alerta.

Tanto Tejerina como Feijoo dejaron claro el compromiso de sus instituciones con la defensa de la naturaleza. En este sentido, el presidente autonómico prometió el pleno saneamiento de la ría empezando por la ensenada de San Simón y contando también con la remodelación de la estación de Teis.