«No se puede entrar sin casco a las cuevas de As Catedrais ni tampoco olvidar que Riazor ya no es una playa»

Mila Méndez Otero
Mila Méndez A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

ANGEL MANSO

«Era predecible», dice del accidente que le costó la vida a una joven vallisoletana Juan Ramón Vidal Romaní, uno de los autores del estudio sobre el arenal

03 abr 2018 . Actualizado a las 12:19 h.

Asegura el geólogo que la mayor amenaza del ser humano es muchas veces él mismo. «Vivimos en una naturaleza que puede ser cruel», apunta Vidal Romaní. Fue uno de los principales autores del informe de la Universidade da Coruña sobre el estado de las formaciones rocosas en As Catedrais.

-La Xunta va a encargar otro estudio. ¿Quedó algo pendiente?

-Poco más se puede hacer que regular el acceso a los acantilados. Ya pedimos que se impidiera caminar sobre ellos. Ahora hay carteles que lo advierten, pero hay una invasión de gente que no atiende a ninguna regla.

-¿Se debería prohibir el acceso?

-El espacio es muy amplio. Recomendamos crear unos corredores, unos itinerarios seguros. También no acceder a la base del acantilado o, al menos, guardar una distancia de seguridad de tres metros. No se hizo nada de esto.

-¿Y entrar a las cuevas?

-Soy espeleólogo federado. No puedo entrar en una cueva sin casco, en As Catedrais debería ser igual. Continuamente se producen caídas de roca como la que mató a esta chica. Muchas veces caen de noche, o cuando la marea está alta, y por eso parece que no pasa nada. Era un hecho predecible del que ya avisamos.

-¿Por qué rompen las rocas?

-No se debe a la acción marina. Los arcos de As Catedrais tienen 135.000 años de antigüedad. La gente que camina sobre los acantilados acelera la degradación y hace que aumenten las filtraciones de agua de lluvia que provocan estos desprendimientos.

-¿Achaca a la imprudencia lo sucedido en Riazor?

-La gente se cree que el borde del mar no tiene energía. Con tantos adelantos, no se toma en serio que el mundo tiene una forma de responder.

-¿Por qué es tan peligrosa?

-A diferencia de La Concha, en San Sebastián, esta bahía es más abierta y no está tan bien orientada. Con mar de fondo, las olas arrastran la arena a tierra y se crean esos desniveles en la orilla.

-¿Nos confiamos al ser una playa urbana?

-Riazor ya no es una playa, ha sido ocupada por un garaje submarino y por un paseo. Tener una playa urbana tiene un coste. O se rellena con más arena o se opta por extender la muralla del Matadero a las Esclavas. Con el aumento del nivel del mar esto va a ir a peor. Uno está a 20 metros de su portal y se está muriendo. El error es pensar que porque estamos rodeados de miles de personas estamos protegidos. Nadie se metería en una solitaria playa de O Trece un día de temporal.