La Xunta encarga un informe del estado de As Catedrais complementario al de septiembre, que ratificó «inestabilidad»

lucía rey / Agencias RIBADEO / LA VOZ

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El estudio motivó que se incluyese una advertencia a turistas sobre los riesgos, aunque la Xunta no es «competente» en la protección de personas

02 abr 2018 . Actualizado a las 19:37 h.

 La Consellería de Medio Ambiente ha encargado un nuevo informe sobre la situación de los acantilados de la playa de As Catedrais, que será complementario al último existente, de septiembre del pasado año, que confirmó la «inestabilidad» de estas formaciones geológicas y determinó que se incluyese una advertencia por escrito a los visitantes sobre los riesgos.

Así lo ha confirmado este lunes la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, a raíz del accidente ocurrido este sábado en el arenal de A Mariña lucense, donde falleció una joven turista tras ser golpeada por una roca que se desprendió de una de las furnas de esta playa.

Tras trasladar a familiares y amigos de la joven sus «condolencias» y apoyo a raíz de este «lamentable accidente», Beatriz Mato ha calificado el hecho de «auténtica tragedia». «Nada ni nadie lo hubiese podido evitar», ha dicho la conselleira.

Sobre el arenal, en el que la Xunta coordina un Plan de Gestión para su protección medioambiental, Mato ha recordado que el informe desarrollado en 2015, y que dio lugar al plan de control de accesos, evaluó la situación del monumento y fijó en 4.800 el tope máximo adecuado de visitantes en épocas de gran afluencia para evitar su deterioro.

El propio plan, según el criterio de los técnicos, determinaba que cada cinco años era necesario realizar una evaluación medioambiental del entorno. Sin embargo, la Xunta «no quiso esperar esos cinco años» y, desde la perspectiva «geológica», encargó a la UDC un informe de evaluación en septiembre del pasado año.

Acantilados inestables

Este documento determinó que la situación de los acantilados de As Catedrales es similar al del resto de formaciones de la cornisa cantábrica, que son en sí mismas «inestables». «En ese informe se concluye que tiene que haber una advertencia de esa inestabilidad a los visitantes de las playas o de los acantilados, una advertencia que ya existe», ha indicado la conselleira.

En este sentido, Mato ha cargado contra las voces que apuntan a que se recibieron en la Administración gallega «advertencias» sobre los riesgos de este paraje. «A día de hoy, esta consellería no tiene ningún tipo de advertencia más allá de sus propios informes», ha dicho Mato, que ha recordado que «ha habido distintos momentos para hacer una comunicación» al respecto.

«La Xunta hace, por iniciativa propia, a los dos años y no a los cinco, un nuevo informe técnico donde se recomienda una nueva medida que ya ha sido implementada», ha subrayado Beatriz Mato, quien ha indicado que a quienes solicitan la autorización para acceder al arenal se les apunta «por escrito» la necesidad de «extremar precauciones» a la hora de acercarse a los acantilados.

Del mismo modo, los informes de la Xunta, tanto en el de 2015 como en el de 2017, «en nada apuntan que el número de personas sea excesivo» para la protección del espacio, «y por eso se mantiene».

Nuevo informe

A raíz del suceso de este fin de semana, este mismo lunes la Xunta ha encargado a la Universidad de A Coruña un informe sobre el estado de As Catedrais desde el punto de vista de los ingenieros de caminos.

Tanto la Dirección General de Costas como el Ayuntamiento de Ribadeo están convocados este martes para informarles de que se va a realizar este informe complementario y pedirles que «asuman» sus conclusiones. «En base a este informe, cuando se tenga, se decidirán las medidas a tomar», ha apostillado Mato.

Protección del medio natural

Las medidas de seguridad en las que interviene Medio Ambiente, y que finalizan este martes su primer periodo con la conclusión de la Semana Santa, se refieren a la protección del propio medio natural. «Las medidas de seguridad sobre las personas no son competencia de esta consellería», ha dicho Mato, quien ha remitido a la Dirección General de Costas y al Ayuntamiento de Ribadeo para esta competencia, instituciones que, según su criterio, «tomaron las medidas que tenían que tomar».

De hecho, Mato ha instado a «tener muy presente» que «esto fue una auténtica tragedia». «En este caso, aunque estuviese el Helimer y cinco puestos de socorrismo, no habría nada que hacer. No es cuestión de medidas», ha dicho la conselleira. «Creo, honestamente, que no había nada ni nadie que lo pudiese evitar», ha ratificado.

En contraposición, la responsable de Medio Ambiente apuesta por evaluar ahora «con rigor y seriedad» el nuevo informe encargado, del que saldrán las «medidas pertinentes» a adoptar según la situación del monumento natural, afectado por «los temporales».

La playa permaneció cerrada desde el momento del accidente, en el mediodía del sábado, hasta primera hora de la mañana de este lunes, el tiempo necesario para que la Guardia Civil hiciese un atestado sobre el suceso. Este lunes la playa se mantiene abierta y, de hecho, hay 600 autorizaciones concedidas para visitarla. No obstante, está restringido el acceso a las cuevas.

Llevada en volandas por falta de medios

Lucía Rey

La falta de medios obligó a trasladar en volandas, durante unos 350 metros y gravemente herida, a la joven turista de 24 años, Irene Baladrón Zorita, que finalmente murió por las lesiones por una piedra que le cayó en la cabeza cuando estaba en una de las grutas de la playa de As Catedrais, en Ribadeo. Casi la mitad del tramo se hizo a través de una empinada escalera y de resbaladizas rocas que los últimos temporales han dejado al descubierto tras llevarse la arena. Esa es la distancia aproximada que separa la gruta en la que la joven vallisoletana recibió el impacto del lugar en el que pudo ser atendida por otros visitantes de la playa, entre los que había varios médicos que intentaron reanimarla. Sin embargo, no pudieron hacer nada para salvarle la vida.

Testigos del accidente criticaron ayer que el arenal no disponga de ningún tipo de asistencia sanitaria a pesar de recibir centenares de visitantes cada día. Desde el 23 de marzo hasta hoy, 2 de abril, para visitar la que está considerada como una de las mejores playas del mundo era obligatorio tener uno de los 4.812 pases gratuitos que distribuye la Xunta. «No había ni una camilla, ni siquiera una manta, por no hablar ya de una ambulancia o un desfibrilador. Fue lamentable», apuntaron algunas de las personas que auxiliaron a la joven y a su pareja hasta que llegaron los primeros equipos de emergencias tras recibir la alerta del 112.

Minutos después de las diez y media de la mañana, un equipo integrado por varios guardias civiles, policías judiciales, vigilantes de la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, agentes forestales de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente y el responsable de los trabajadores que controlan el acceso al arenal aprovecharon la bajamar para acceder a la playa, que fue precintada el sábado, y realizar una inspección ocular de la gruta en la que se produjo el trágico suceso.

«Tendrán que venir técnicos de la Xunta y estudiar lo que van a hacer», explicaron los representantes del ministerio en relación con el cierre temporal de la playa a las visitas. «La marea sube y baja, y es como si no hubiera pasado nada», señaló al abandonar la arena uno de los vigilantes de Costas, Pedro Fernández, que achacó a la «mala suerte» lo ocurrido el sábado. «Es un acantilado donde hay muchas piedras, cayó una y cogió a la chica», lamentó el hombre, que reconoció el mal estado en el que se encuentran en este momento distintos tramos de As Catedrais.

«Mucho temporal este año»

«Este año hubo mucho temporal y el mar se lleva la arena, luego la vuelve a meter. Son ciclos en los que pueden influir muchas cosas, aunque el tema meteorológico es muy importante. Cuando hace buen tiempo, por lo general la corriente vuelve a meter arena, pero son cosas bastante impredecibles», añadió.

Mientras se investigan las causa del desprendimiento en la gruta, la Consellería de Medio Ambiente ordenó que el arenal de As Catedrais permanezca precintado y cerrado al público hasta que pueda garantizarse la seguridad de los visitantes.

«Estuvimos dentro de esa cueva el día anterior. Nos pudo haber pasado a cualquiera de nosotros»

Aunque el acceso a la playa de As Catedrais estuvo ayer prohibido tras el dramático suceso en el que perdió la vida Irene Baladrón Zorita, decenas de turistas se desplazaron al arenal desde primera hora de la mañana. Casi todos se mostraban consternados. «Nos enteramos esta mañana [la de ayer], cuando nos avisó la dueña del apartamento en el que nos alojamos, porque en él no teníamos mucha cobertura», indicaron los miembros de la familia Gutiérrez Herráez.

XAIME RAMALLAL

Este matrimonio, natural de Guijuelo, en Salamanca, aprovechó la Semana Santa para conocer con sus dos hijas Galicia y el occidente asturiano. «En las Cíes hemos estado dos veces, pero esto nos ha gustado mucho también», precisaron, antes de contar que el viernes, solo 24 horas antes de la tragedia, ellos estuvieron allí haciéndose fotos. «Lo peor es para la chiquita que se ha muerto», reflexionó la madre mientras observaba a los guardias civiles y vigilantes de Costas inspeccionando la playa. «Nosotros estuvimos dentro de esa cueva el día anterior. Nos pudo haber pasado a nosotros», dijo.