Pedro Sánchez: «No descarto presentar una moción de censura, pero los números son difíciles»

Domingos Sampedro
domingos sampedro REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Álex López-Benito

El líder del PSOE sostiene que el PP está ante el fin de su ciclo político y confía en una remontada de su partido

25 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Se acaban de cumplir dos años de aquella sesión de investidura en la que Podemos sepultó con cal viva las posibilidades de Pedro Sánchez (Madrid, 1972) de convertirse en presidente del Gobierno. Desde entonces, el revivido líder del PSOE se movió en un ascensor entre el cielo y el infierno del socialismo, jugando a veces al límite, para disponer de una nueva oportunidad para llamar a las puertas de la Moncloa.

-Visto en perspectiva, ¿se arrepiente de haber intentando aquella investidura?

-Fue una oportunidad perdida. Asumí la responsabilidad con el jefe del Estado para desbloquear la situación tras la renuncia de Rajoy porque había una oportunidad para materializar el cambio. Los presupuestos en torno a los cuales presenté la investidura siguen vigentes: existe desigualdad, precariedad y hay una demanda de regeneración democrática para tener unas instituciones al servicio del bien común y no del bien partidario del PP. La pena es que las tres fuerzas políticas que estábamos llamadas a liderar ese cambio, dos de ellas se declararon antagónicas.

-Si el contexto no ha cambiado, ¿por qué ha renunciado a presentar una moción de censura?

­­-No descarto presentar una moción de censura, pero los números son difíciles y es evidente que Ciudadanos está apoyando de manera decidida al Gobierno del Partido Popular. Lo hizo cuando presentó los 150 acuerdos para la investidura de Rajoy, que, por cierto, más del 80 % no han sido cumplidos.

­­-¿Entonces aprecia o no una mayoría alternativa a la que representa el PP?

-Ahora mismo existe un Gobierno y un socio de Gobierno que de palabra parecen no coincidir, pero que en los hechos coinciden. Estamos asistiendo al fin del ciclo político del conservadurismo en el país, y el sucesor será la izquierda. Y eso ocurrirá cuando Mariano Rajoy convoque las elecciones. A mí, como líder de la oposición, lo que me toca hacer es exigirle a Rajoy que salga de su parálisis, que gobernar no consiste solo en vivir en el palacio de la Moncloa sino ocuparse de los problemas reales de la ciudadanía.

-Con el PP y Podemos en retroceso, ¿por qué el PSOE no remonta en los sondeos publicados?

-Mire, los sondeos publicados hay que tomarlos con cierta precaución, porque las elecciones generales no están convocadas, y lo que sí que creo que indican es una hipermovilización del electorado conservador, porque hay dos fuerzas en el conservadurismo que compiten por ver quien representa mejor a ese electorado, pero la izquierda no está movilizada, no porque no tenga motivos, sino porque no están convocadas las elecciones, y estoy convencido de que cuando estén convocadas, se movilizará en torno al único partido que es capaz de liderar el cambio político que exige España.

-¿Qué tiene que hacer el PSOE para acercarse a aquel partido que cautivó a once millones de españoles con Zapatero?

-El contexto político ha cambiado y lo fundamental es que, a diferencia de otros países europeos, la socialdemocracia en España permanece fuerte en relación a otras fuerzas. El PSOE renovó su dirección, se resituó en la izquierda, está haciendo una oposición de Estado y cuando llegue el momento lo que hará es presentar un proyecto de país que responda a las tres principales preguntas de la ciudadanía, que son cómo se crece, cómo se redistribuye el crecimiento y cómo regeneramos la democracia.

-Si fracasa al tercer intento de convertirse en presidente del Gobierno, ¿qué hará?

-No me lo planteo, es como si le dice a un jugador de fútbol qué pasará cuando llegue a la final. Primero vamos a jugar la final y mi trabajo es hacerlo con humildad, ganándome la confianza de los ciudadanos y hacerle ver que estamos en un fin de ciclo político, que el gobierno está dividido, a la espera de la sucesión, e instalado en la mentira y en el engaño.

-¿Qué tiene que hacer el gobierno del PP para que el PSOE pueda llegar a un entendimiento en el marco de los presupuestos?

-Hemos definido nuestra oposición como una oposición de Estado, y eso significa que en elementos de convivencia o ante ataques al orden constitucional, vamos a apoyar al Gobierno, a pesar de la crítica respecto a la inacción de Rajoy en Cataluña. Pero hay que diferenciar entre Estado y Gobierno, y el PP lo que tiene que hacer es resolver los presupuestos con sus socios de Gobierno, Ciudadanos y el PNV.

-¿Se ha perdido la oportunidad del pacto por la educación, una vez que se levantaron de la mesa?

-Estamos dispuestos a sentarnos de nuevo, pero es importante que el Gobierno se tome en serio la política educativa y revierta esos recortes. Este Gobierno hizo una reforma fiscal que benefició al 10 % de las capas más pudientes y supuso una merma en la recaudación de 13.000 millones de euros. ¿Y cuánto se recortó en estos años en política por parte del PP? Pues 9.000 millones, es todo cuestión de prioridades.

«La reforma de la Constitución no se plantea para atraer a nadie que se quiera ir»

Sánchez considera que España es ya un país federal, pero que necesita ser perfeccionado.

-¿Qué hay que reformar en la Constitución a nivel territorial para mejorarla?

-Una cosa sería la financiación autonómica, porque el Gobierno lleva tiempo incumpliendo los compromisos de la conferencia de presidentes y la propia ley. El informe de los expertos fue muy claro en la necesidad de reformar la financiación de los tres pilares del Estado del bienestar que están en manos de las comunidades, como son la educación, la sanidad y la dependencia.

-¿Habla de financiación, pero qué reforma haría para un mejor encaje territorial del Estado?

-Hay que reformar el Senado para que se convierta en una Cámara territorial y cerrar el modelo federal. Nosotros hemos impulsado una comisión de política territorial, pero Podemos y Ciudadanos no participan en ella, probablemente porque no tienen un proyecto de país, y esperamos que pronto podamos abrir la subcomisión de reforma constitucional para recomponer los platos rotos.

-¿Y a esa permitirá que vaya Alfonso Guerra y Rodríguez Ibarra o seguirán vetándolos?

-Nosotros pactamos todos los nombres, dijimos que era necesario que vinieran responsables de distintos gobiernos, los padres de la Constitución, porque lo importante es hacer un estudio sereno y riguroso. Y Ciudadanos, que fue arrastras a esta comisión, ha buscado cualquier excusa para no participar en ella.

-¿Cómo se plasma en la Constitución esa España plurinacional de la que habla?

-Es que ya está plasmada. Yo recuerdo a Gregorio Peces-Barba decir que el concepto nacionalidad lo que representaba era el reconocimiento de esa realidad plurinacional, lo importante es no negar la diversidad territorial en nuestro país.

-¿Y cree que así se daría satisfacción al nacionalismo y se resolvería el problema catalán?

­-No se plantea una reforma del pacto constitucional para atraer a nadie que se quiera ir, pero sí para quitarle argumentos al que quiera romper, porque estaremos demostrando a la ciudadanía que España es capaz de reformarse y refundarse. La derecha dice los partidos constitucionales versus partidos independentistas, y todos somos constitucionales, también los que quieren romper con esta Constitución, porque son partidos que se someten a las reglas de la Constitución.