Ferreiro y Colau piden más financiación para las ciudades pese a las acusaciones de parálisis en sus ayuntamientos

Xosé Vázquez Gago
X.g. A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

La alcaldesa de Barcelona visitó ayer A Coruña para participar junto a su homólogo coruñés en un acto organizado por el Eixo Atlántico

16 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, visitó ayer A Coruña para participar junto a su homólogo coruñés, Xulio Ferreiro, en un acto organizado por el Eixo Atlántico.

Junto a los regidores de O Barco de Valdeorras, Plasencia, Braga y la vicepresidenta del municipio de Guimarães, Colau y Ferreiro debían hablar del plan de acción para las ciudades en el futuro. Pero el debate derivó en su mayor parte hacia un análisis de la crisis del 2011 con argumentos conocidos, y planteamientos genéricos como la feminización de la política, descentralizar los servicios públicos o buscar modelos económicos sostenibles.

Ferreiro considera a Colau uno de sus principales referentes. Ayer ambos mostraron su total coincidencia. «As palabras de Ada subscríboas totalmente», afirmó Ferreiro después de que la alcaldesa de Barcelona destacase la necesidad de reforzar la financiación de los ayuntamientos, a los que situó como pieza clave para afrontar las necesidades sociales: «Si las ciudades colapsan por la demanda social, el problema lo tendremos todos», dijo.

Ferreiro también reclamó más fondos, y planteó la necesidad de abrir el debate sobre la renta básica universal, con el fin de crear «o estado de benestar do século XXI» ya que, explicó, no se puede seguir fiando la cohesión social al trabajo remunerado con unos salarios cada vez más bajos.

La petición de más fondos contrasta con las críticas de la oposición en ambos ayuntamientos. En Barcelona se ha reprochado a Colau la paralización de obras como la de la plaza de Glòries y el incremento de las subvenciones municipales a entidades afines a la alcaldesa. En A Coruña, Ferreiro se ha enfrentado a críticas por la baja ejecución de inversiones, que en el 2016 fue la más reducida de la última década. También por los contratos menores otorgados a afines a la Marea, o por la compra de dos pisos a un firmante del partido, un asunto que está pendiente de un pleno monográfico en María Pita.