Las fricciones entre los distintos grupos agrietan el plenario de En Marea

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

Podemos no acudirá a la cita y las mareas críticas se resisten al amparo del partido

14 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los inscritos de En Marea volverán a verse las caras este sábado, 17 de marzo, en un plenario en el que, entre otras cuestiones, se presentará un documento que permita marcar una línea política común con la vista puesta en las elecciones municipales del 2019. Con ese fin, se invita a participar en el máximo órgano de representación del partido a todas aquellas personas interesadas en formar parte de las mareas locales que tengan intención de presentarse a las elecciones. El objetivo es aumentar la representatividad conseguida en el 2015 y alcanzar un peso mayor en las diputaciones provinciales, pero la hoja de ruta diseñada por la coordinadora que encabeza Luís Villares podría tropezarse el sábado con un escollo importante: el rechazo de las mareas más representativas a cualquier intromisión de los partidos en su camino hacia las urnas. Marea Atlántica, Ourense en Común y, en menor medida pero aliadas bajo la misma tesis, Compostela Aberta y Ferrol en Común descartan cualquier tipo de injerencia y está por ver si acuden a dar la batalla en el plenario o, simplemente, lo ignoran.

Podemos Galicia adelantó que no acudirá al plenario. Ya estuvo ausente en el anterior, celebrado en el mes de julio. Como entonces, la secretaria xeral del partido morado en Galicia, Carmen Santos, reiteró que la alianza con En Marea se circunscribe al trabajo parlamentario y no a cuestiones orgánicas de partido. Santos reiteró esos mismos argumentos esta semana: «Podemos como organización política non se integrou en En Marea». Como en todo caso el partido instrumental funciona por adscripciones individuales, la representante de Podemos en Galicia no entra a valorar que cualquier inscrito pueda participar a nivel individual, «pero non a xente que ten unha vinculación orgánica».

Las diferencias más reseñables con sus socios en las llamadas confluencias no las tiene Podemos con la línea oficial de En Marea, sino con las mareas municipales que encabezan los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol y con la dirección de Anova. Al margen de cuestiones personales y de fricciones en el trabajo parlamentario, el principal caballo de batalla lo sirvió en caliente el conflicto territorial que sacó a la luz el proceso catalán, con los alcaldes y la dirección de Anova posicionados a favor del independentismo frente a la postura de los dirigentes gallegos de Podemos, que respetan el derecho a decidir, pero no se reconocen como nacionalistas. Sin embargo, unos y otros, por diferentes motivos, podrían ausentarse del plenario, como ya hicieron en el anterior el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, y el de A Coruña, Xulio Ferreiro, en desacuerdo con la deriva de En Marea tras el nombramiento de una coordinadora con la que no se sienten cómodos.

A todo ello se suma el debate de las marcas que lleva semanas enfrentando a los distintos grupos de En Marea. La intención de Podemos de mantener su nombre en las candidaturas -con la excepción de aquellas ya consolidadas- no gusta ni a Martiño Noriega ni a Xulio Ferreiro ni a Jorge Suárez, pero tampoco a Antón Sánchez, portavoz de Anova, ni a Luís Villares, portavoz de En Marea. El caso es que Podemos se queja del escaso protagonismo que tiene en el grupo parlamentario gallego, pero también en las mareas municipales con representación en los concellos en los que se gestaron.

Escasa asistencia

Todas estas fricciones van camino de agrietar un plenario para el que había ayer 2.366 personas inscritas, una cifra similar a la del mes de julio, pero que entonces no logró reunir a más de medio millar de personas en el Palacio de Congresos de Santiago. En esa asamblea, Villares logró imponer sus tesis, pero con una victoria pírrica frente al sector crítico. La cita del sábado será en la Facultade de Ciencias Económicas de Santiago. Luís Villares repitió en varias ocasiones que En Marea no pretende tutelar las mareas municipales, pero les prestará apoyo e infraestructuras. En todo caso, se persigue elaborar un programa-marco que proyecte «unha imaxe conxunta de país ao tempo que recolla aquelas cuestións esencias para a cidadanía no ámbito local». Está por ver si los críticos aceptan esa mano tendida o la interpretan como una injerencia.