El AVE a Sanabria se acabará a finales de año, pero no se aclara cuándo funcionará

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

Las puestas en servicio están ahora en manos de la Agencia de Seguridad Ferroviaria

13 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La interpretación semántica de los compromisos políticos y el nuevo sistema para autorizar la puesta en marcha de líneas ferroviarias están detrás de la confusión que generó ayer un comunicado del ADIF en el que, además de anunciar la adjudicación de la estación de Sanabria, se decía lo siguiente sobre el tramo Zamora-Pedralba, en la futura línea de alta velocidad Madrid-Galicia: «Las obras del tramo concluirán, como se ha comprometido, a finales del 2018, fecha en la que comenzará la fase de pruebas». Es decir, se plantea un plazo para este tramo, que ahorrará media hora en el viaje a Madrid, similar al del resto de la línea entre Pedralba y Taboadela, a las puertas de Ourense. En este caso la obra estará terminada en el último trimestre del 2019, cuando se iniciarán las pruebas, sin aclarar cuándo será la puesta en servicio efectiva, pues esta autorización no depende ahora de Fomento, sino de un organismo independiente: la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF). Dicho de otra forma: el ADIF y el ministerio solo se comprometen a finalizar la obra civil, pues con la nueva normativa la puesta en funcionamiento debe ser evaluada por un organismo independiente.

Este nuevo sistema genera confusión, pues el fin de obra se interpreta a menudo como la fecha en la que se puede inaugurar una línea. En cualquier caso, La Voz repasó las declaraciones del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y de otros responsables de su departamento para aclarar cuál es el verdadero compromiso pactado con la Xunta para este tramo. Hay que decir, además, que casi todos los expertos, cargos políticos y diputados consultados asumían que la fecha de finales del 2018 era la de la puesta en servicio y no la del inicio de las pruebas. Se trata de un trazado, además, que acumula muchos retrasos, pues llegó a planificarse su apertura para el 2016.

Para analizar el compromiso hay que remitirse, primero, a las declaraciones del ministro tras la reunión celebrada en Madrid con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, el 31 de enero del 2017, cuando se pactó la reformulación de los plazos ante los retrasos provocados por los diecisiete tramos bloqueados entre Zamora y Ourense. Sobre Zamora-Pedralba, De la Serna aseguró que «estará completamente finalizado» y «en condiciones de ser puesto en servicio a finales del 2018». Si bien es verdad que en las siguientes declaraciones públicas -incluida una reciente para presentar la intermodal de Santiago- aludió en exclusiva al final de las obras y nunca a la entrada en funcionamiento. En cambio, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se refirió claramente a la «inauguración» de cinco tramos de alta velocidad durante el 2018 -entre los que se incluía el zamorano-, en el contexto del balance político anual en el último Consejo de Ministros del año pasado, según se refleja en la transcripción oficial.

El matiz entre el fin de la obra y la puesta efectiva en servicio puede ser cuestión de meses, pero distintas fuentes aseguran que el control por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria «es muy estricto» y lograr la autorización puede ser un trámite prolongado. El propio ministro reconoció en una entrevista en La Voz que solo podía fijar un plazo «en el que la responsabilidad está cien por cien en manos del ministerio».

Por otra parte, la estación de Otero de Sanabria, que dará servicio a toda la comarca sanabresa, se adjudicó a las empresas Copisa y Easa por cuatro millones de euros y un plazo de ejecución de nueve meses. El ADIF desvinculó los plazos del AVE de las obras para construir estaciones intermedias como la zamorana o la de A Gudiña, «pues una línea se puede poner en servicio mientras se continúa trabajando para acabar las obras de la estación».

La línea Ourense-Vigo estará cortada diez días por culpa de un socavón

El tráfico ferroviario entre Ourense y Vigo se encuentra interrumpido desde ayer por la mañana por una incidencia en el tramo entre Arbo y Frieira (Pontevedra) ocasionada por el temporal de lluvias, que causó un socavón en una zona de terraplén que deformó la vía. Los trabajos durarán unos diez días, «ya que es muy complicado el acceso de la maquinaria a la zona de la incidencia», explicó el ADIF en un comunicado. Renfe ha establecido un plan alternativo de transporte para los trenes afectados, a través de transbordos o traslados totales o parciales por carretera, así como desvíos por Santiago. La información se puede consultar en la sección de avisos de su web.