Un ourensano logra que la DGT valide la luz roja intermitente en los ciclistas

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Miguel VIllar

El hombre, de 78 años, fue multado por la Guardia Civil y ahora Tráfico acepta sus alegaciones

07 mar 2018 . Actualizado a las 13:27 h.

Sanción con final feliz. La plácida ruta en bicicleta por las riberas del río Miño que, desde hace cuarenta años, realiza habitualmente Gonzalo López Casanova se detuvo de forma abrupta el pasado 24 de febrero. Cuando ya estaba a punto de terminar el recorrido, a la altura de la zona termal de Ourense, la Guardia Civil le dio el alto para sancionarle por utilizar una luz roja intermitente en la parte trasera de su bicicleta. La normativa establecía que estos dispositivos debían ser fijos y la sanción era de 200 euros. Al final no tendrá que abonarla. Así se lo trasladó por teléfono el propio jefe provincial de Tráfico de Ourense, David Llorente, ya que su escrito de alegación ha sido tenido en cuenta. No solo eso. Tras una intensa campaña en las redes sociales realizada por diferentes colectivos ciclistas, Tráfico anunció que dará marcha atrás en la aplicación de multas por el uso de luces rojas intermitentes con el objetivo de ser vistos a una mayor distancia.

Fue el propio director general de Tráfico, Gregorio Serrano, quien a través de un mensaje en Twitter lo confirmó: «Hoy he firmado la instrucción para que las luces rojas intermitentes puedan ayudar a proteger a los ciclistas en carretera. Es un colectivo vulnerable que merece toda nuestra atención. En cualquier caso, la prudencia y el cumplimiento de las normas es la mejor protección».

A Gonzalo López no le paró de sonar el teléfono ayer. Asegura que está satisfecho, sobre todo porque su caso servirá para que los ciclistas anden más protegidos. «La multa me han confirmado que se anulará, pero estoy más contento porque ha servido para que la DGT tenga que modificar una norma que no favorece al ciclista», explica.

Satisfecho

Satisfecho por la rectificación, el ciclista ourensano razona el uso cada vez más extendido de estos pequeños dispositivos: «La luz intermitente no molesta a nadie, es algo natural y además de a los ciclistas también ayuda a los conductores a distinguirnos mejor». Este ourensano de 78 años lleva cuatro décadas saliendo en bicicleta a la carretera. Primero lo hizo con la Asociación Cicloturista de Ourense, pero cuando los kilómetros le empezaron a pesar demasiado en las piernas se pasó a un grupo que se hace llamar 9.30. «Cuando empezamos salíamos todos los sábados, independientemente del tiempo», señala Gonzalo López.

Una de sus rutas preferidas es la que realizaron el pasado 24 de febrero entre la ciudad de Ourense y Castrelo de Miño. El recorrido transcurre por la carretera OU-402, que es de uso preferente para los ciclistas y una de las más utilizadas por el colectivo ciclista en Ourense, donde se carece de un carril bici. Son 56 kilómetros con un trazado suave y con un paisaje entre viñedos que ameniza el esfuerzo. Gonzalo asegura que, tanto él como los ciclistas que lo acompañan en su ruta, siempre se esmeran en ser respetuosos con la normativa: «Somos un grupo que siempre procuramos respetar todas las obligaciones: semáforos, glorietas y cruces. Por eso nos quedamos muy sorprendidos cuando me pararon para sancionarme».

A la espera de que le llegue la confirmación por escrito de su pequeña victoria, Gonzalo López Casanova tiene claro que nada le alejará de su gran pasión, la bicicleta.