Dos mil gallegos son grandes infractores por exceso de velocidad

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CÉSAR TOIMIL

Alcohol y drogas, móvil y cinturón completan el mapa de conductores sancionados

06 mar 2018 . Actualizado a las 12:19 h.

En Galicia hay 2.350 conductores que están considerados como grandes infractores por exceso de velocidad. Son los automovilistas que han sido sancionados con la pérdida de 6 puntos durante el año pasado por sobrepasar los límites establecidos. Esa pérdida de créditos del carné de conducir lleva aparejada una multa de entre 500 y 600 euros, en función del exceso detectado. En todo caso, los 6 puntos se pierden cuando se supera la velocidad máxima permitida en más de 40 kilómetros por hora en tramos con velocidad limitada a menos de 60. Y cuando el límite es superior, la infracción es considerada grave o muy grave si el exceso es de más de 60 km/h. Es decir, que en un tramo limitado a 50, el infractor perderá 6 puntos si circula a 91 km/h. Si es en un tramo de 120, Tráfico le retirará 6 puntos cuando conduzca a 181 km/h o más.

Esos grandes infractores forman parte de los 67.195 conductores que durante el 2017 han sido captados por radares fijos y móviles a más velocidad de la permitida. Por esos excesos la Dirección General de Tráfico retiró 169.914 puntos en Galicia. Hay que reconocer que los grandes infractores son una minoría, ya que el mayor número de denuncias por excesos de velocidad detectados en las carreteras gallegas corresponde a los dos primeros tramos de sanción, al que no acarrea pérdida de puntos y está sancionado con 100 euros de multa (cuando se circula a entre 20 y 30 km/h por encima del límite) y el que supone la retirada de 2 créditos y 300 euros de sanción (entre 30 y 50 km/h de más).

Pero no solo se pierden puntos por excesos de velocidad. En el catálogo de infracciones más detectadas en Galicia destacan también otros problemas de especial gravedad y que también suponen la retirada de créditos del carné (327.403 el año pasado). Son, por este orden, el consumo de alcohol y drogas, la manipulación del teléfono móvil mientras se conduce y la no utilización del cinturón de seguridad por parte de conductores o de pasajeros.

Así es el mapa de las grandes infracciones de Galicia. Además de los sancionados por excesos de velocidad, Tráfico sancionó a 14.273 conductores gallegos por dar positivo en alcohol o drogas, a 8.380 por manipular el teléfono móvil al volante y a 7.353 por no utilizar el cinturón de seguridad.

El alcohol y las drogas suponen uno de los problemas más graves en Galicia, donde las patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las policías locales logran apartar de la carretera a centenares de conductores cada semana. También el uso del teléfono móvil se ha disparado y cada vez son más los conductores que se juegan la vida enviando wasaps.

Sobre el cinturón, llama la atención la elevada cifra de infractores, porque se da por hecho que el uso de este dispositivo de retención está ampliamente aceptado como uno de los sistemas de protección más efectivos en caso de accidente. De todas formas, el año pasado murieron 44 conductores y pasajeros que, por viajar en automóviles y furgonetas, debían llevarlo abrochado, y 17 de ellos no lo usaban.

El 40 % de los automovilistas conducen por encima del límite de la carretera

Entre el 40 y el 50 % de los conductores circulan más rápido de lo que establecen los límites de velocidad, y entre el 10 y el 20 % superan el tope legal en más de 10 km/h, advierten fuentes del departamento de Movilidad y Transportes de la Comisión Europea. Destacan que los excesos de velocidad siguen siendo el mayor problema para el tráfico en los países de la Unión Europea y es un factor altamente determinante en aproximadamente un 30 % de los accidentes mortales. «El exceso de velocidad no solo aumenta el riesgo de sufrir un accidente, sino que también aumenta las probabilidades de sufrir lesiones graves o de morir en un accidente de tráfico», señala la Comisión Europea.

La gestión de la velocidad en las carreteras es un quebradero de cabeza para los responsables de la seguridad vial. Por un lado, los conductores reclaman que se eleven los límites porque han aumentado las medidas de seguridad de los vehículos y de las carreteras. Pero por otro, distintos estudios especializados indican que un aumento de velocidad eleva la probabilidad de sufrir un accidente, y de que este tenga consecuencias más graves. Es el ejemplo de lo que sucede en los atropellos. La DGT recuerda que a partir de 50 km/h la probabilidad de muerte del peatón ronda el 50 %, pero esa probabilidad se dispara a partir de 80 km/h.

«No hay una solución única para el problema del exceso de velocidad», señalan las fuentes de la Comisión Europea, que añaden que se requiere de la combinación de un mejor trazado de las carreteras, de la colocación de límites de velocidad creíbles y bien señalizados y adecuados a las condiciones de las carreteras, y sobre todo de la concienciación de los conductores sobre los riesgos de la velocidad.

La velocidad inadecuada

Pero en velocidad no todo son excesos. El concepto de velocidad inadecuada marca muchos accidentes que se producen en las carreteras, en especial en las convencionales, donde la velocidad a la que se toma una curva puede ser decisiva para que ocurra un accidente. No hace falta superar el límite para circular a velocidad inadecuada, por ejemplo cuando llueve.

Cinco radares fijos de Galicia, entre los que más sancionan de España

Galicia tiene cinco radares fijos en la lista de los 50 que más denuncias ponen en España. Los datos de la Dirección General de Tráfico sitúan los radares gallegos entre los más activos. Son los que menos respetan los conductores.

El control fijo que más infracciones detecta de España está situado en la autovía A-44, en Jaén, que el año pasado tramitó 55.304 denuncias por exceso de velocidad. Le siguen un radar de la N-VI en Segovia; dos de la A-7 y uno de la MA-20, los tres en la provincia de Málaga; uno de la N-240 en Huesca; uno de la A-4 en Córdoba; uno de la TF-13, en Santa Cruz de Tenerife; uno de la M-305 en Toledo, y uno de la A-1 en Burgos. Hasta ahí los diez primeros de la lista.

El primer radar gallego que más denuncia se encuentra en el número 25 de la lista. Está situado en Redondela, en el kilómetro 146,9 de la N-550, en un tramo en el que la velocidad está limitada a 50 km/h. Es una carretera convencional que tiene un carril por cada sentido de la circulación. El radar está en las proximidades de una travesía que tiene una elevada intensidad circulatoria.

El segundo radar gallego más activo está en el puesto 31 de la lista. Se encuentra en Fene, al salir del puente de As Pías, en una zona limitada a 50. El tercero está situado en O Pino, en la N-547, donde la velocidad está limitada a 70 km/h.

El radar que hay en la A-6, a la altura de Parga en sentido Lugo, es el cuarto de los gallegos. Controla un tramo de la autovía limitado a 120 y está ubicado en una cabina lateral a la derecha de la calzada. El último radar de Galicia es el 45.º de la lista. Está en la N-120, en Vilamartín de Valdeorras. El límite es de 70.