«Aprendemos a ser empáticas -dice Iria- e a recoñecer como intervir nun caso». «Non podemos preguntar directamente en plan “que che pasou”, senón que hai que dar pé a que falen, tipo “cóntame o que che pasou”», explica Ana. Iria reconoce que el Laxeiro es un instituto tranquilo, aunque han detectado algunas burlas. Otra cosa es el machismo, muy común entre los estudiantes, incluso en ellas mismas: «Encantábame a serie El barco, víaa moi romántica -reconoce Iria, y Rebeca asiente-, pero dende que a vin dende unha perspectiva de igualdade, decateime de que é supermachista». El machismo es algo que preocupa mucho en el colegio, especialmente a Gracia Santorum, por eso tiene cuatro clubes de lectura de igualdad, y el feminismo se extiende por todas las actividades del centro: desde la performance que organizan el 25 de noviembre hasta la actividad poético-musical del 8 de marzo pasando por un hall dedicado a la igualdad, y gestos simbólicos como el lazo gigante que adorna el patio o las violetas que se plantan, una por cada mujer asesinada. Incluso un libro de haikus e ilustraciones que cuenta con la aportación de escritores y escritoras famosos.
Ordenadores en primero y segundo y Robótica como asignatura estrella
La tecnología es muy importante en el IES Laxeiro. Ya hace años que tienen robots gracias a un programa europeo que les consiguió dotación de Lego, ocho piezas que son su orgullo. Después se han sumado otras entregas, como la que la Consellería de Educación envió el curso pasado, un kit de robótica y una impresora 3D (uno para cada instituto de Galicia). Jorge Fuentes explica que su clase de tecnología está dividida en tres partes: la parte de diseño, donde se trabaja con los robots y que incluye el recambio de piezas gracias a la impresora 3D; después está el apartado de simulación, donde se trabaja con los ordenadores de la clase para programar los robots y diseñar sus aplicaciones; y, finalmente, el espacio para construir, el maker space, un taller donde hacen realidad sus proyectos. Hay muchos ejemplos, en los que usan las placas de Arduino, y destaca un dispositivo que calibra la cantidad de sol que llega a un punto y avisa de la radiación ultravioleta que pueden afectar a las personas.