Saneamiento, obras y deuda serán el destino del superávit de los concellos

j. c. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

JORGE PARRI

Los alcaldes son cautos ante la letra pequeña del real decreto de Hacienda

04 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mejoras en centros cívicos y colegios, instalaciones deportivas, obras en plazas y calles y alumbrado público... Son los destinos genéricos que quiere darle el Concello de A Coruña al superávit del 2016 que va a liberar el Ministerio de Hacienda en las próximas semanas, aunque la receta podría aplicarse a cualquier ciudad gallega, donde han desaparecido las estridencias y los extraños centros de interpretación que poblaron la comunidad en años de bonanza.

En A Coruña la cifra que se habilita rondará los 27,5 millones, mientras que en Santiago es más modesta, 7,5. La compuerta abierta por Cristóbal Montoro se considera en el pazo de Raxoi «un pequeno avance», según la concejala María Rozas, de Compostela Aberta. El compromiso del real decreto le permitirá adelantar plazos que no dependerán de la aprobación de los Presupuestos estatales, y para encoger la deuda se reservarán 2,6 millones.

En Ferrol, en el 2017 había 2.274.000 euros que se incluyeron en el presupuesto, pero el gobierno no consiguió la aprobación en el pleno, por lo que no se pudieron invertir y pasaron directamente a amortización de la deuda. En los presupuestos de este año, que aún no se empezaron a negociar con la oposición, se incluyen 5.659.000 euros, que se pretenden invertir en la reforma de la plaza de Armas, la reurbanización de la calle Carmen Curuxeiras, obras de mejora en los bloques de viviendas municipales de Recimil, una pasarela peatonal, la pista polideportiva de Mandiá y el saneamiento rural.

«Encadenados»

El Concello de Pontevedra ya decidió en septiembre del año pasado el destino de los 4,36 millones disponibles para «inversiones financieramente sostenibles». Se incorporó ese dinero al presupuesto del 2017 a través de una modificación de crédito aprobada en septiembre. Entre los proyectos a financiar (se ejecutarán este año), figuran mejoras de la eficiencia energética en el alumbrado público (648.000 euros), obras de reforma urbana (2,8 millones) y trabajos en el rural con mejoras de caminos y de seguridad vial... (920.000 euros)

El resto, 1,22 millones de euros, se destinó a amortizar deuda. Con todo, desde el gobierno del BNG sostienen que Montoro «sigue manteniendo encadenados a los concellos, con la anuencia de la FEMP», al no variar el techo de gasto ni permitir que el superávit se pueda emplear en lo que los concellos quieran.

Al negociar como presidente de la Federación, Caballero liberó para Vigo 12,2 millones. El regidor, que ha mantenido viva esta llama desde hace meses, ha referido algunas ideas para invertir que tendría que encajar con el catálogo que apruebe Hacienda: la cultura, el empleo, las escuelas infantiles o los proyectos de humanización urbana y los parques serán prioritarios.

Los 92 municipios ourensanos planean gastar cien millones

Los 92 concellos ourensanos respiran aliviados al poder rebajar los fondos acumulados en inversiones que podrán gastar en un año político decisivo. Desde que comenzó la crisis las entidades locales multiplicaron por tres su superávit hasta alcanzar los cien millones de euros que ahora tendrán a disposición. Los técnicos municipales creen que el remanente del pasado ejercicio puede ser incluso mayor.

En Lugo ciudad la cifra asciende hasta los veinte millones de euros, aunque la medida le afectará solo parcialmente, porque al cerrar el 2017 con deuda financiera cero ya podía destinar los fondos a lo que quisiera, aunque la idea que tiene el gobierno socialista es destinarlos a infraestructuras y, al menos un millón, a agujeros en los servicios sociales. Pero como casi todos, son prudentes ante el real decreto.

Información elaborada con las aportaciones de Miguel Ascón, Manu Otero, Rosa Martínez, Serxio Barral, Carmela López y Xesús Carreira.