El eterno sospechoso de la desparición de Sonia Iglesias sigue residiendo en el piso que compartió con Sonia

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

RAMON LEIRO

Julio Araújo era su compañero sentimental y padre de su hijo

21 feb 2018 . Actualizado a las 17:17 h.

Desde prácticamente el primer minuto de su desaparición, la familia de Sonia Iglesias depositó sus sospechas en la figura de quien era su pareja y padre de su hijo, que por entonces tenía 9 años. Julio Araújo, hijo de una conocida familia vinculada con el sector del mueble, estaba divorciado de su mujer, con la que había tenido dos hijos.

En el momento de su desaparición, Sonia, supuestamente, había comunicado a algunos allegados su intención de separarse de su compañero, quien no fue hasta el 19 de julio del 2012, exactamente un mes antes de que se cumpliera el segundo aniversario de la desaparición, formalmente imputado por la titular del juzgado con competencia en violencia sobre la mujer. Después de tres años de pesquisas, la Audiencia terminó confirmando el archivo provisional de la causa al entender que las sospechas no pasaban de ser meras conjeturas sin respaldo probatorio alguno.

Además, los magistrados consideraron razonable que no hubiese participado en ninguna de las concentraciones de apoyo a su expareja para evitar que se produjeran incidentes.

No constan denuncias previas de Sonia hacia el padre de su hijo y algunos vecinos, como Julia, resaltaban como normal el comportamiento que la pareja había mantenido mientras convivió en la vivienda de Mourente inspeccionada ayer. Similares palabras emplearon sus vecinos de Campo da Torre, el último domicilio que compartió Sonia con Julio y donde este continúa residiendo.