Cuando el Sol se va, Galicia se congela

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

En el interior de la comunidad, la temperatura podría descender esta semana hasta cifras negativas

20 feb 2018 . Actualizado a las 15:47 h.

La influencia del anticiclón se refuerza en Galicia. Salvo algunas lluvias débiles en A Mariña tenemos por delante una semana con tiempo seco. A falta de lluvia, el frío toma el control de la meteorología. Cada día que pase las temperaturas serán más bajas. No las máximas, pero sí las mínimas. Los valores más elevados se mantendrán suaves durante la primera mitad de la semana, al menos en las provincias del sur. Allí, la acción de las altas presiones permite que el Sol caliente la superficie y el mercurio pueda ascender hasta los quince grados. Sin embargo, en cuanto el gran astro se ponga por el horizonte, el termómetro caerá en picado. En el interior de la comunidad podría descender hasta cifras negativas. La oscilación térmica alcanzará fácilmente los veinte grados. El responsable de que suban las máximas y bajen las mínimas es el cielo despejado.

La temperatura de la Tierra se mantiene de forma constante gracias a un equilibrio entre la energía que llega desde el Sol y la que sale de nuestro planeta. El astro calienta la superficie terrestre con radiación visible que después regresa al espacio exterior en forma de radiación infrarroja, invisible para el ojo humano. Aunque no sale toda. Ciertos fenómenos atmosféricos, como las nubes, se encargan de devolver parte de ese calor otra vez hacia al suelo. Así actúa el efecto invernadero. Por eso, una noche con el cielo cubierto siempre será más cálida que una noche despejada. Las temperaturas negativas favorecerán que se formen heladas, que también irán aumentando en intensidad con el avance de las jornadas.

Vórtice polar

El debilitamiento del vórtice polar, como consecuencia del calentamiento súbito de la estratosfera, sigue su progresión y el aire gélido irá descendiendo hacia latitudes medias a lo largo de la semana. Los modelos meteorológicos empiezan a inclinarse claramente hacia dos escenarios. Uno de ellos muestra una actividad ciclónica importante en el océano. A medio plazo se observan borrascas desplazándose por el Atlántico e impactando en la comunidad. La tendencia de cara a finales de febrero y comienzos de marzo apunta a lluvias intensas y fuertes vientos.

El otro escenario tendrá, si cabe, efectos más importantes. Tal y como apuntaban las previsiones, ahora mismo comienza a gestarse en Europa un corredor de aire polar continental. De forma paralela, un anticiclón se va a asentar sobre la zona de Escandinavia y una borrasca en el Mediterráneo. Ambos centros de acción crearán una autopista por la que se va a deslizar un aire muy gélido hacia el continente. Si se confirma lo que apuntan los pronósticos en estos momentos, las bajas temperaturas podrían ser excepcionales. Falta saber de qué forma afectará este episodio de frío extremo a Galicia.