Rajoy y Martiño Noriega se enzarzan por la polémica del pregón del entroido

La Voz

GALICIA

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Parroquias de Zaragoza rezan por las ofensas, mientras el autor se defiende

19 feb 2018 . Actualizado a las 08:00 h.

El revuelo producido por el pregón del entroido de Santiago en el que el humorista Carlos Santiago satirizó al Apóstol y a la Virgen del Pilar con alusiones de fuerte contenido sexual ha provocado la reacción del mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. A través de un tuit, Rajoy expresa «su apoyo» a los vecinos de Santiago que se hayan sentido indignados por las palabras del humorista.

«Mi apoyo  a los vecinos de Santiago que quieren que las fiestas, como el pasado carnaval, sean momentos de respeto y convivencia, y esperan eso mismo de su ayuntamiento. Los pregones deberían servir para invitar a todos a la celebración, no para indignar a la mayoría. MR», ha publicado el presidente del Gobierno este domingo en su cuenta oficial de Twitter. 

El Arzobispado de Santiago y el Cabildo de la Catedral celebraron el sábado por la tarde una vigilia de oración abierta a todas las personas que quisieran participar en el desagravio al Apóstol Santiago y a la Virgen del Pilar en respuesta al «deplorable» pregón del entroido. Con este acto, el Arzobispado y el cabildo pretendían recogen la sensibilidad expresada por católicos gallegos, aragoneses y de otros lugares, incluso del extranjero, que se han sentido ofendidos al conocer -de forma indirecta, ya que no existen documentos grabados- las palabras del humorista. 

«El motivo de nuestro encuentro es el deseo de desagraviar a la Virgen María, madre nuestra, bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar y al apóstol Santiago, nuestro patrono y patrono de España, por las ofensas blasfemas que se han hecho días atrás en el carnaval. Ni este contexto ni una libertad de expresión mal entendida en modo alguno pueden justificar estas faltas del debido respeto a los demás y carentes de buen gusto», comenzó su discurso Barrio. «Manifestaciones como estas nos duelen, hieren nuestros sentimientos religiosos y nos hacen sufrir», añadió. 

En la vigilia se reprobó la persecución y el desprecio de la fe «a través de insultos a la Virgen, al Apóstol y a otros santos». «Las corrientes laicistas están generando una cristianofobia que se manifiesta en lo que estos días estamos padeciendo», señaló el arzobispo, quien lejos de echar más leña al fuego pidió el perdón de Dios para los que ofenden «porque no saben lo que hacen, o tal vez sí, pero están equivocados». La reacción que se pidió a los fieles fue la de «no arremeter contra nadie». El arzobispo de Santiago llamó a la serenidad: «Manteniéndonos en la bondad que Cristo nos enseñó».