Dimite el jefe de oftalmología del Chop por la creciente lista de espera de cataratas

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

Miguel Villar

Su petición al anterior gerente y al actual para que se realizasen más operaciones de tarde no fue atendida

15 feb 2018 . Actualizado a las 13:20 h.

Uno de los jefes de servicio más veteranos del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (Chop), el monfortino  Pedro Corsino Fernández Vila, ha presentado su dimisión. El hasta el 1 de febrero jefe de oftalmología decidió renunciar a su puesto ante la falta de una solución adecuada para frenar la creciente lista de espera de cataratas. En una carta enviada a sus compañeros de especialidad asegura que la dimisión fue una decisión «meditada» y que se fue fraguando a lo largo del último año.

Afirma que el principal problema «político» del servicio de oftalmología es la lista de espera de cataratas, y más específicamente la larga demora previa a la consulta de cataratas en el Hospital Provincial. Pedro Corsino confirmó ayer a La Voz que intentó buscar una solución al problema tanto con la anterior gerencia de José Manuel González como con la actual de José Ramón Gómez, pero hasta mayo del 2017 solo obtuvo como respuesta «el silencio». Cuenta que, tras agravarse la situación en verano, en diciembre lanzó a la dirección el órdago de que o se tomaban decisiones -más operaciones de tarde con contratación de personal- o él se iba.

En enero llegó el planteamiento de la gerencia: reducir la oferta de consultas en Mollavao en una consulta diaria; el médico que la realizaba pasa al Provincial a hacer una consulta de cataratas; y actividad quirúrgica extraordinaria de tarde, a partir de marzo, «sin ningún tipo de concreción». Para Pedro Corsino esas medidas solo iban a agravar el problema, por lo que a sus 63 años recién cumplidos optó por renunciar a la jefatura. «Por dignidad a mí mismo y a mis pacientes prefiero irme y que venga otra persona con más capacidad de convicción y que sirva de revulsivo. Como ejemplo, te puedo decir que en cinco años solo se hicieron 80 cirugías de tarde, cuando se hacen unas 1.500 operaciones al año».

Para el oftalmólogo la única alternativa pasa por aumentar la actividad quirúrgica de cataratas «con todos los medios» disponibles. Y se pregunta qué razón explica que el servicio de oftalmología, que da citas de consulta con una espera de 18 meses, no sea incluido en los programas de cirugía extraordinaria de tarde.

La respuesta que se da a sí mismo es que la razón no es numérica ni racional, sino administrativa. «Este gran número de pacientes están perdidos en el mar burocrático de las citas sucesivas de consultas, por lo que no salen con números rojos en los cuadros de mando. No están, ergo no existen», afirma en uno de los escritos enviados a la dirección. Rechaza como solución el derivar pacientes a la medicina privada, porque, según dice, sería administrar mal los recursos públicos.

Por su parte, el sindicato médico CESM se hizo eco ayer de la dimisión de Corsino y apuntó que hasta la consulta sucesiva en el Hospital Provincial los pacientes de cataratas no computan en las listas de espera, por lo que las cifras reales son de 1.852 personas y una demora media de más de 16 meses, frente a los 488 pacientes y 45,9 días de demora media de las oficiales maquilladas. Para CESM esta renuncia viene a demostrar que sí hay recortes, «ya que no se contratan los facultativos necesarios y no es cierto que no haya médicos para incorporar». Añade que el propio Corsino califica de «problema dramático» el de su ya anterior servicio.