Un fundador de Ferrol en Común deja el partido y anuncia que creará otro

isidoro valerio / a. cuba FERROL / LA VOZ

GALICIA

Jorge Suárez junto a Carlos del Río
Jorge Suárez junto a Carlos del Río ANGEL MANSO

Carlos del Río denuncia «caza de brujas» y pretende liderar una lista de izquierdas

11 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos del Río, fundador de Ferrol en Común (FeC), como representante de los inscritos de Podemos, junto al actual alcalde, Jorge Suárez (EU) y al concejal Álvaro Montes (Anova), abandona el partido y anuncia la creación de una nueva formación de izquierdas, que pretende liderar cara a las elecciones municipales del 2019. Este ferrolano de 50 años, curtido en el movimiento asociativo y sindical, y con tres décadas de actividad política, se siente víctima de una «caza de brujas». «Van a por mí, primero ya ocurrió en Podemos, del que me marché porque no me gustaba cómo estaba funcionando, y ahora en FeC; parece que pensar, ser crítico o tener unas ideas diferentes te lleva a la estigmatización, pero cuando se habla de votos, haces falta», denuncia.

El político ferrolano echa mano de la ironía: «Amiguiños si, pero a vaquiña polo que vale. Voy a seguir con mis criterios y mis ideas, mucha gente me pide que dé el paso y lo voy a dar. Si me eligen, voy a liderar una candidatura». Pero, ¿qué ha ocurrido desde la asamblea de FeC del día 7, en la que se eligió una coordinadora de apoyo al ejecutivo local, de la que forma parte Del Río? «Personas de alguno de los partidos que forman FeC me presentaron una especie de organigrama, con las responsabilidades que íbamos a tener cada uno, yo lo di por bueno y cuando acabamos lo subí a Facebook, dando por hecho que todo el mundo conocía el documento, porque los partidos habrían informado a los suyos. Y se armó, me pusieron a parir diciendo que estaba repartiendo puestos», relata. «Es la segunda vez que ocurre -reprocha-. Ya en el 2015, crear FeC fue titánico, porque mucha gente no estaba dispuesta a renunciar a sus parcelas, marcados por los aparatos de sus partidos. Además, ahora también estoy viendo gente que toma posiciones para el 2019, y no lo admito, ha de ser una asamblea la que decida quiénes son los candidatos».

Del Río es consciente de que su decisión dividirá el voto. «Tengo mi fuerza y mi gente, y tenemos nuestro espacio, muy importante dentro de la izquierda en Ferrol, y también tengo contacto con gente muy relevante a nivel estatal, que si doy el paso de presentar una alternativa a FeC vendrán a apoyarme. Desde que dejé Podemos estaban intentando que entrase en otro proyecto, pero siempre he sido leal, aunque haya tenido mis diferencias con FeC; veía que solo podía haber un espacio, porque si no iba a ser imposible ganar las elecciones. Si yo me voy, arrastro a muchísima gente, porque hemos hecho mucho trabajo a nivel popular, supondría una ruptura de la izquierda. La parte más importante de FeC éramos nosotros, en el censo superábamos la suma de Esquerda Unida y Anova. Accedí para sumar y fui en el puesto 23, mientras otros iban a por los sillones [...]. Si eso es lo que buscan los partidos tradicionales, nos mediremos con FeC».

De entrada, el movimiento que encabeza Del Río ya ha recabado 350 firmas, y confía en llegar a las 600, de apoyo a una moción que presentarán a todos los grupos municipales en demanda de mejoras para el barrio de Recimil. «Soy el promotor e iremos al pleno a defenderlo con muchísima gente», avanza. Defiende que «el sentido común y los problemas de la gente tienen que estar por encima de las ideologías; cuando resuelves sus problemas, la gente cree en ti, es la antítesis de la política actual que siguen algunos partidos».

Las dudas de Jorge Suárez

El anuncio de Del Río abre dudas sobre el futuro de Jorge Suárez. En una entrevista publicada en este periódico hace menos de un mes, dejó claro que no sería el candidato de FeC en el 2019, aunque lo decidiera la asamblea, «se houbese outra lista paralela con organizacións que se presentase contra FeC». Del Río está dispuesto a disputar el voto de izquierdas al partido que ayudó a fundar hace menos de tres años, convencido de la capacidad de arrastre de votos con que cuenta en la calle: «No voy a volver a pagar el pato, no me voy a crucificar, me van a tener enfrente».