El PSOE de Ferrol hizo un cambiazo del censo electoral para blindar a Sestayo

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Es una de las anomalías que se reflejarán en el recurso para invalidar la asamblea

09 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 25 de enero, el día que fue convocada la asamblea del PSOE de Ferrol para renovar los órganos de dirección, la agrupación socialista contaba con una lista certificada de 280 militantes con derecho a voto. No obstante, el censo electoral interno fue alterado en los cinco días que distaron hasta la celebración de la asamblea, que tuvo lugar el 30 de enero, pues el listado de afiliados se redujo de forma antirreglamentaria hasta las 267 personas, privando así de los derechos de participación y de voto a trece militantes que fueron convocados a la reunión, pero que eran contrarios a Beatriz Sestayo.

Este cambiazo que sufrió el censo de militantes es uno de los muchos asuntos que se incluirán en el recurso que ya tiene ultimado la candidatura que encabezó el senador Ángel Mato para invalidar el proceso local que revalidó a Beatriz Sestayo en la secretaría general por un solo voto de diferencia, y después de que fueran invalidadas tres papeletas que hubieran arrojado un resultado bien diferente.

«El tema del cambio del censo es muy importante, y así se reflejará en el recurso», apunta la periodista Eva Martínez Montero, que concurrió al proceso local como vice secretaria general en la candidatura de Mato. Añade que el cuerpo electoral que se tomó como referencia para los procesos orgánicos del partido es el censo de militantes «cerrado a 1 de abril» del 2017, que es el que tuvo validez tanto para el congreso federal que revalidó a Pedro Sánchez como para las primarias que catapultaron a Gonzalo Caballero o incluso el proceso provincial que le dio la victoria al presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso.

Curiosamente, el cambio de censo decidido tras la convocatoria de la asamblea ferrolana dejó sin derecho a voto a trece militantes, muchos de los cuales eran simpatizantes, o incluso miembros, de la candidatura que le disputó el liderazgo a Sestayo.

El propio Ángel Mato, consultado ayer por La Voz, confirmó que el recurso será elevado a la dirección provincial del partido «en los próximos días», pero prefirió no profundizar más en este asunto interno del PSOE para no hacerle un daño innecesario al partido. «Es una cuestión interna y quiero que se lleve con la debida formalidad», se excusó.

Otras fuentes del partido, sin embargo, apuntan que el cambiazo del censo es solo la punta del iceberg del «cúmulo de irregularidades» que se cometieron en la asamblea de Ferrol. Papeletas sin sobres, votación sin llamamiento por orden alfabético, ausencia de papeletas para ejercer el voto en blanco, introducción de papeletas en urnas equivocadas sin advertencia de la mesa o anulación de sufragios cuando era «muy nítido» el sentido de la elección.

Parece evidente, por tanto, que este «cúmulo de irregularidades» que pone a Beatriz Sestayo de nuevo en el foco va a ser un asunto que acabe en manos de Ferraz, que es la que puede resolver en última instancia para intentar poner fin a la fractura interna y el clima de confrontación que se vive en Ferrol.

«Es evidente que nos borraron para no dejarnos votar», dice el pintor de las meninas de Canido

Entre las trece personas que fueron borradas del censo de militantes del PSOE de Ferrol para que no votaran en la asamblea del pasado 30 de enero, que le dio la victoria a Beatriz Sestayo por un solo voto de diferencia, figura Eduardo Hermida, el artista que revitalizó el degradado barrio de Canido a base de darles color a sus paredes con múltiples reinterpretaciones de Las meninas de Velázquez.

Eduardo, que participó con su voto y como avalista en los procesos federal, gallego y provincial, fue privado del derecho al voto en la asamblea local. Él cree que tiene algo que ver con que fuera en la candidatura de Ángel Mato como secretario de cultura. «Cuando fui a votar -relata a La Voz-, vino Beatriz Sestayo a decirme que no podía». Era la primera noticia que tenía. A su juicio, «es evidente» que los borraron para no dejarles votar. «Cuantos menos, mejor para Sestayo», apunta, pues en su situación había también «una chica, que se marchó cabreada», que iba a apoyar a Ángel Mato.