Puy apela al consenso en Galicia ante el «desastre» de una quita de deudas

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Pilar Canicoba

La oposición vería bien la condonación equitativa a todas las comunidades y prepara reproches a la apuesta de Feijoo

06 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los grupos parlamentarios gallegos se preparan para entrar de lleno en el debate político que está llamado a relevar al de la crisis de Cataluña, o al menos a avanzar de la mano con él por el filo de la polémica. La negociación para diseñar una nueva financiación autonómica empieza a ganar espacio en la agenda gracias a los globos sonda de Cristóbal Montoro, que ha tanteado la posibilidad de aplicar quitas a las comunidades más endeudadas, un comentario que, premeditado o no, ha sentado como un tiro en la Xunta.

La idea del ministro de Hacienda, atenuada horas más tarde al apelar a una fórmula todavía no descubierta para evitar agravios, es vista por Alberto Núñez Feijoo como una injusticia para las comunidades que han ajustado sus cuentas sin recurrir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y un riesgo para el prestigio de la economía española, que estaría premiando a las Administraciones incumplidoras. Siguiendo el hilo de estos dos argumentos, el portavoz parlamentario del PPdeG ha ido más allá al calificar la idea de la quita autonómica de «desastre». Para los populares, esta es una batalla que está por encima de las siglas partidarias, y por ello Pedro Puy también ha pedido cierto compromiso a las fuerzas de la oposición apelando a la «coherencia do seu discurso sobre o endebedamento» ante una línea defendida por la Xunta «que é dificilmente rebatible».

Los tres partidos, de hecho, coinciden de salida en que Galicia puede ser víctima de una gran injusticia, pero la intensidad de la crítica varía al hacer una diagnóstico incluso con independencia de cómo resuelva Montoro su ecuación. Para Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdeG), el reparto actual de recursos ya es «discriminatorio», y coincide con el PPdeG al acudir al concepto de «risco moral», pero no descarta una quita proporcionada para el conjunto de las comunidades teniendo en cuenta el número de habitantes y el PIB. Sobre la postura del socialista Ximo Puig, convertido en antagonista de Feijoo en este lance, el portavoz gallego advierte que situaciones de «infrafinanciamento» como la de la Comunidad Valenciana tendrán su propia voz dentro de los criterios generales del partido.

En Marea, en cambio, responsabiliza al presidente gallego de una deuda que es «ilícita» y que por ello debe tener una condonación equitativa: «En ningún caso Galicia pode volver a saír prexudicada polas malas decisións económicas e a falta de capacidade para negociar en Madrid».

Ana Pontón (BNG), como Leiceaga, ve un problema doble: un sistema de financiación insuficiente y un parche, el FLA, al que Galicia debió acogerse en vez de acudir a los mercados para pagar intereses «máis altos. Foi unha decisión errada pola que imos esixir responsabilidades, porque a Xunta recortou máis que o resto das comunidades e agora, se hai quita, sairemos máis prexudicados», indica la portavoz nacionalista, que cree que se van a «pagar caros os slogans de Feijoo».

El jefe del Ejecutivo sí tiene garantizado a un aliado imprevisto. Abel Caballero ha vuelto a insistir como presidente de la FEMP en que no está dispuesto a que el Estado siga impidiendo a los concellos gastar su superávit «mientras premia a comunidades ineficaces e incumplidoras».